Rescatan en Trinidad joyas arquitectónicas de siglos XVIII y XIX

Joyas arquitectónicas de Trinidad, Patrimonio Cultural de la Humanidad, son restauradas con vistas al aniversario 500 de su fundación. Una de ellas es el Palacio Iznaga, del siglo XIX, que tras su restauración se convertirá en una instalación turística, con categoría Cinco Estrellas, dirigida por Hoteles Encanto, de la cadena

El Palacio Iznaga tras su restauración se convertirá en una instalación turística, con categoría Cinco Estrellas.Joyas arquitectónicas de Trinidad, Patrimonio Cultural de la Humanidad, son restauradas con vistas al aniversario 500 de su fundación.

Una de ellas es el Palacio Iznaga, del siglo XIX, que tras su restauración se convertirá en una instalación turística, con categoría Cinco Estrellas, dirigida por Hoteles Encanto, de la cadena Cubanacán.

El edificio, considerado uno de los inmuebles más importantes de la villa, era propiedad -en la época colonial- de la familia Iznaga, una de las más ricas de su momento, dueña de esclavos, ingenios azucareros y otras propiedades.

Trinidad fue fundada en enero de 1514 por el Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar, a unos 360 kilómetros al este de La Habana y declarada en 1988 por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad, junto al Valle de los Ingenios.

El Palacio Iznaga, ubicado en la calle Desengaño, en el centro histórico urbano de Trinidad, tiene dos pisos, se terminó en 1826 y es catalogado como un arquetipo de la evolución de la casa cubana tradicional durante el siglo XIX.

Fue uno de los primeros edificios de la villa en emplear el hierro para salvaguardar las ventanas -en forma de abanico para proteger el interior del ardiente sol del trópico- y balcones, así como está entre los más importantes exponentes de la transformación decorativa en los tirantes de los techos.

Mientras, el Palacio Brunet, construido en los albores del siglo XVIII (1740) conserva en la planta baja características del estilo mudéjar y en el nivel superior, erigido en 1807, del neoclásico. Convertido en 1974 en Museo Romántico, donde radica también la Empresa de Conservación y Restauración de Monumentos desde marzo del actual año.

La restauración de este, considerada como intervención integral en los dos niveles del majestuoso inmueble, está planificada para un año de ejecución, es decir debemos terminar en marzo de 2014, explicó a la prensa Grisel Sesmonde, subdirectora de producción de la citada entidad.

El actual Museo Romántico fue la otrora residencia de doña Ángela Borrell y Lemus y su esposo don Nicolás de la Cruz Brunet y Muñoz, conde de la casa Brunet.

Otro inmueble beneficiado con estas labores de rescate es la Casa Malibrán, futuro Centro de Documentación del Patrimonio, que ha contado con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

La Casa Malibrán exhibe pinturas murales, tiene dos falsos techos en forma octagonal con dibujos y se construyó en la segunda mitad del siglo XVIII como vivienda, con cubierta de madera a cuatro aguas; de las escasas con dos niveles en esa época.

Allí estarán a disposición de los interesados las fuentes bibliográficas y las tecnologías indispensables para las investigaciones en temáticas relacionadas con la arquitectura, arqueología y la historia, entre otras.

Agencia Prensa Latina

Texto de Agencia Prensa Latina

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