Aunque hace rato el huevo se ahuyentó de la canasta familiar normada, ha estado presente en otras redes de venta en Sancti Spíritus con vaivenes en su precio, sobre todo en el mercado informal.
Todo apunta a las producciones cooperadas, que vinieron a ser una “tabla de salvación” para la rama avícola cubana que vio colapsar su producción y buena parte de su masa por falta de alimentos importados. Datos de la Empresa Avícola espirituana dan cuenta de que el pasado año, de 300 000 animales, quedaron cerca de 180 000, por lo que la producción de huevos llegó casi a cero.
En noviembre del 2024, con el auspicio de la Resolución No. 55, comenzaron los contratos de producción cooperada, primero con la empresa mixta Bioamazonas Pienso S. A., una asociación entre la entidad brasileña y el Grupo Empresarial de Alimentos y Aves (Gealav) y luego con la mipyme Landservi.
Según Juan José Nazco González, delegado provincial de la Agricultura, “si no se hubiese tomado esa decisión, hoy no tuviéramos ni huevos ni aves. A partir de la poca disponibilidad de alimentos en la provincia, por la situación económica del país que no contaba con las divisas necesarias para importar los piensos, se depauperó la masa y se murieron esos animales, se hicieron esos encadenamientos y se convenió la granja de Guasimal y la alimentación del resto de las aves con la mipyme”.
Ya en enero de 2025 se reiniciaron las entregas al consumo social con unos 180 000 huevos, una cifra que subió en febrero y hoy ronda los 218 000 para ese propio destino, además de apoyarse la Empresa Alimentaria y cubrir la demanda de las mujeres embarazadas y niños con enfermedades crónicas.
Quienes tienen los montos disponibles, adquieren el huevo en diferentes lugares de la geografía espirituana, donde el precio sube en dependencia de la cantidad de manos y revendedores que lo toquen. En diciembre, un cartón en la calle se vendía a unos 3 800 o 4 000 pesos, y en marzo-abril se encontraban por debajo de los 2 000 pesos. Pero la “baja” duró menos del tiempo en que se fríe una tortilla y desde finales de abril comenzó a dispararse nuevamente.
En busca de respuestas a estas fluctuaciones, Escambray llegó a la Empresa Avícola, donde su director Félix Manuel Rodríguez González explica que las dificultades para adquirir el pienso importado por parte de estas entidades cooperadas, el alza del precio del dólar y atrasos en la importación dificultaron el suministro al aumentar los costos del insumo en el exterior; “y eso ya le podía reportar pérdidas”, apunta.
Aclara el directivo que con la cooperada no se hace un contrato por un por ciento equitativo de distribución: “El suministrador de piensos contrató por una serie de animales, que, como resultado del consumo de un alimento de calidad, logra altas producciones y eso redunda en la eficiencia y el aumento de la producción de huevos tanto para ellos como para la parte estatal.
“Eso siempre se ajustó, y en un primer momento asumían el 57 por ciento de las aves contratadas y el otro nivel lo alimentaba para defender el estatus social de la empresa, que es sostener la masa, aumentar la producción para mantener los programas estatales del consumo social y también se busca que baje el precio en el mercado”.
Según la fuente, “a partir de un nuevo estudio del comportamiento del mercado y la economía para resguardar más la cooperada, el suministrador asumió el total de los animales contratados y la producción se establece con el 70 por ciento para él y el 30 para la empresa y así, desde la eficiencia, este suministrador tuviera la garantía de un mayor nivel de huevos y podía hacer corresponder el valor de lo que compra y la garantía de que mañana quiera reemplazar los animales por aves más jóvenes”.
Pero las formas cooperadas se retiraron, la producción de huevos volvió a resentirse y los precios en la calle lo expresaron. Hace varias semanas, la Empresa Avícola se encadenó con un Proyecto de Desarrollo Local (PDL) de Remedios. “Está asumiendo una de nuestras granjas y hasta ahora se comporta bien. Como estrategia del grupo nacional, reagrupamos animales en La Botella, donde se suministra el pienso comprado en divisas con el fin de vender el huevo en esa moneda a través de Cimex, para remunerar el consumo de piensos; y el precio debe ser más bajo que en el mercado informal. Ello permite también garantizar el consumo social”.
Mas, la posibilidad de que el huevo vuelva a la canasta familiar, al menos a razón de cinco por consumidor como se distribuía antes, está bien lejos, ya que se demandarían al menos 1.7 millones de unidades. “Hoy no es posible por los problemas económicos actuales, pero las estrategias que se están tomando en el país es para en un futuro se vuelva a asumir ese servicio. No es un trabajo ni a corto ni a mediano plazo porque lleva elevar la masa, los niveles productivos y la recuperación de la economía. No vamos a dejar desamparados a los más necesitados dentro de la población”.
Por lo pronto, el huevo trata de subsistir en los puntos de la Feria y el mercado informal: “El retiro de las cooperadas y el deterioro en la calidad del pienso nacional que debimos usar en un momento afectaron la producción y subió el precio en el mercado informal. Ahora con el PDL mantenemos la venta en la Feria sobre los 1 800 pesos el cartón”.
Pero, fuera de esos confines, el precio oscila entre 2 500 y 3 000 pesos: “Está establecido que se regule la venta a no más de dos cartones por persona en la Feria”, precisa.
Otra dificultad enfrenta la Empresa Avícola: la falta de envases. “Llevamos meses viviendo situaciones puntuales con este tema que han sido agravadas, pero la empresa trabaja por reducir al mínimo la pérdida por ese concepto y para ello se recuperan y retornan los envases”, apunta Félix Manuel Rodríguez.
Le faltó decir que la mipime no siguió por robo y otras cuestiones
Buenas tardes, Leo los escritos y me dan deseos de llorar , No entiendo cómo es posible que las personas no puedan comer lo más básico , según el escrito un jubilado puede comerse un huevo cada 4 días solo con agua renunciado a todo lo demás ,( Pero en serio esto es Cuba ) , saludos
Y de dónde salió aquel huevo en polvo que hace años se vendió en los mercaditos cuando no habían huevos tampoco???
Todo proyecto de consumo alimentario que tenga la más mínima participación estatal, esta destinada al fracazo. Si toda la producción de alimentos, desde el surco hasta las tarimas y tiendas en manos privadas, sin ACOPIO de por medio, “otro gallo cantaria” . Pero a pesar de que esta mas que demostrada la inoperancia de las empresas estatales, siguen inventando cuentos que tienen poco recorrido de solvencia.