Maqueta de Trinidad: una ciudad en miniatura (+fotos)

“Años atrás vine a la ciudad y quedé encantado con ella; en aquel momento pensé: qué bueno sería hacer una maqueta de este sitio y, ya ves, la vida me dio esa posibilidad”, confiesa Lázaro Eduardo García Driggs mientras retoca una de las manzanas del centro histórico de esta Trinidad

El área de la Plaza Mayor, la Iglesia, el Convento y los parques, fueron los espacios más complejos. “Años atrás vine a la ciudad y quedé encantado con ella; en aquel momento pensé: qué bueno sería hacer una maqueta de este sitio y, ya ves, la vida me dio esa posibilidad”, confiesa Lázaro Eduardo García Driggs mientras retoca una de las manzanas del centro histórico de esta Trinidad en miniatura, pero igual de inmensa en detalles arquitectónicos y urbanísticos.

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Los rojizos tejados, la Iglesia Santísima Trinidad, la torre del Convento de San Francisco de Asís, plazas y bellas casonas…, todo al alcance de la mano en una verdadera obra de arte que regala a los trinitarios un sitio familiar para redescubrir sus más  pequeños accidentes.

El milagro de esta urbe a pequeña escala nació de las manos, la paciencia y el talento de Lázaro, junto a los hermanos Yosniel y Yosnardy Bouza Miranda, quienes tuvieron que realizar mediciones, fotografías y estudios topográficos y luego digitalizados gracias a herramientas informáticas.

“Teníamos la ciudad virtual —cuenta Yosniel—  con todos sus detalles arquitectónicos como las fachadas, el trazado de las calles, la disposición de los espacios urbanos; entonces comenzamos a construir cada manzana y para ello utilizamos materiales muy resistentes, como el PVC y la espuma de goma para los árboles”.

El Policloruro de Vinilo (PVC) constituye uno de los plásticos más idóneos para garantizar la durabilidad de un trabajo que se incluye en el campo de las artes aplicadas y para algunos resulta, sencillamente, una joya del talento humano.

Para Lázaro Eduardo, uno de los maquetistas, ha resultado una experiencia muy interesante.“Es la primera maqueta en Cuba que se hace con estos materiales;  anteriormente se realizaban de papel y cartón y resultaban mucho más frágiles. Ahora, en cambio, se puede limpiar, incluso hacerle modificaciones; solo se retira la manzana y  se vuelve a colocar”, explica Yosniel.

“Lo más difícil ha sido modelar la zona A, o sea, el área de la Plaza Mayor, la Iglesia, el Convento y los parques; fueron los espacios más complejos”.

Para albergar a la ciudad en miniatura fue restaurado el magnífico edificio conocido como Casa Frías, una de las obras concluidas para celebrar el medio milenio y que funcionará como Centro de Interpretación del Patrimonio de Trinidad.

El museólogo e investigador Víctor Echenagusía elogia las labores de restauración en este inmueble del siglo XIX, de alta significación histórica y arquitectónica y donde se ha trabajado con dedicación para devolverle sus aires coloniales.

Por varias etapas transitó la rehabilitación de la casona; en esta última, los trabajos en el inmueble se concentraron en la restauración del pavimento de finísimas lozas italianas, las decoraciones murales y la carpintería de puertas y ventanas.

“Podremos tener una visión bastante íntegra de la urbe, sobre todo de las  zonas de más alta significación histórica y arquitectónica”,  ilustra Echenagusía, quien también pondera la precisión y talento en los trabajos que califica como “de mucha complejidad debido a la topografía nuestra, la tipología  constructiva en esa área urbana, de muchos regodeos y detalles”.

Para Lázaro Eduardo, uno de los maquetistas, ha resultado una experiencia muy interesante: “Esta será la primera maqueta de la ciudad en sus cinco siglos, estamos concientes de ello, por lo que nos dedicamos a construir esta ciudad pequeña”.

Mientras las manos expertas ajustan cada pieza, se labora además en los sistemas de iluminación y ambientación: “El trabajo se complementará con una serie de imágenes de los grabados de Eduardo Laplante, que ofrecerá la posibilidad de realizar un análisis comparativo de lo que existe físicamente hoy y lo que fue la ciudad en 1857”, explicó Víctor Echenagusía.

Pero la maqueta no solo deslumbrará por esa vista de sorpresas y confirmaciones, sino también porque deviene instrumento imprescindible para el estudio de la urbe y su desarrollo perspectivo.

Los hermanos Yosniel y Yosnardy Bouza completan el equipo de maquetistas.“Siempre destaco la singularidad de Trinidad y que todos los esfuerzos en aras de su preservación son pocos; por ello resulta esencial continuar escudriñando su patrimonio edificado y analizando posibilidades para que las soluciones ante las  dinámicas actuales del desarrollo no dañen sensiblemente lo que ya no es solo nuestro, sino de toda la humanidad”, concluye Víctor.

Ana Martha Panadés

Texto de Ana Martha Panadés
Reportera de Escambray. Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas sociales.

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