¿Puede la COVID-19 entrar por los ojos?

Aunque la vía de contagio más común es la respiratoria, el SARS-CoV-2 también está presente en las células oculares

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La transmisión del SARS-CoV-2 a través de la superficie ocular y la lágrima es factible. (Foto: Getty Images)
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La transmisión del SARS-CoV-2 a través de la superficie ocular y la lágrima es factible. (Foto: Getty Images)

Tras muchos estudios realizados sobre el tema expertos aseguran que, aunque la vía de contagio principal de la COVID-19 es la respiratoria, el virus también está presente en las células oculares y puede ser transmitido mediante el contacto humano a través de las manos o superficies contaminadas.

Cierto es que hasta la fecha la forma de contagio menos conocida es la carga viral presente en las lágrimas humanas, en las células corneales y de la mucosa conjuntival, pero ello no significa que la enfermedad no pueda adquirirse por los ojos.

 La puerta de entrada de los coronavirus en las células se produce mediante el receptor de la enzima convertidora de la angiotensina 2 (ACE2). Este receptor tanto para los coronavirus como para el SARS-CoV-2 también está presente en las células oculares, y es la razón por la que muchos pacientes puedan tener manifestaciones en su sistema óptico.

Por tanto, la transmisión del SARS-CoV-2 a través de la superficie ocular y la lágrima es factible, ya que los aerosoles infectados por el virus entran en contacto con la superficie ocular y, posteriormente, llegan al sistema respiratorioa través del conducto que automáticamente conecta a la mucosa conjuntival (ojo) con la respiratoria.

¿Cuáles son las manifestaciones oculares de la COVID-19? Las investigaciones clínicas apuntan a que existe un número creciente de manifestaciones oculares entre las que se han descrito casos de edema de papila bilateral del disco óptico y hemorragias retinianas que pueden estar asociadas con un estado de hipercoagulabilidad.

Igualmente se reporta un aumento de la presión intraocular debido al edema periorbitario por la compresión directa del ojo y la órbita (síndrome de compartimentalización orbitaria) debido a largos periodos en decúbito prono (16 horas diarias), así como afectaciones de la superficie ocular y se han descrito casos de parálisis de los nervios que se encargan de inervar los músculos de los movimientos oculares.

También están apareciendo casos aislados de neuritis óptica. Además de en la córnea, también se ha detectado ARN viral del SARS-CoV-2 en la retina de pacientes con covid-19 fallecidos, entre otras manifestaciones.

En este sentido, resulta fundamental el lavado continuo de las manos y evitar tocarse y frotarse los ojos.

Este artículo se publicó originalmente en The Conversation, por la   médica especialista en Oftalmología y profesora asociada de Oftalmología de la Universidad de Valencia Cristina Pérez Martínez. Allí puedes leer también los estudios científicos asociados.

Xiomara Alsina

Texto de Xiomara Alsina
Reportera de Escambray por más de dos décadas. Especializada en temas socioeconómicos.

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