El arte de hacer caramelos (+fotos)

En la unidad La Nery, del poblado de Guayos, un pequeño colectivo elabora golosinas de manera artesanal

Todo el proceso se hace de manera artesanal. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

En unos aparatos rústicos que fueron confeccionados por los propios obreros, entre los que figuran la caldera para la cocción, la máquina rodadora y el gancho, el pequeño colectivo elabora caramelos de azúcar, chambelonas y bolones, como parte de una rutina que distingue a la unidad El Nery desde hace más de cinco décadas.

La pequeña casa de estilo colonial, ubicada en el poblado de Guayos, reúne a expertos en el arte de hacer golosinas que parecen salidas del pincel de un artista de la plástica, confeccionadas de forma netamente artesanal, con un marcado empeño en cada parte del proceso.

Lo que para ellos se convirtió en una rutina que comienza a las seis de la mañana y concluye sobre las dos de la tarde, la cual se repite hasta 15 veces para producir las cantidades previstas en cada jornada, a otros les parece curioso.

EL SELLO QUE LOS IDENTIFICA

“No todo el mundo sabe hacer caramelos”, asegura Raúl Ramos, un enfermero de profesión que decidió incursionar en este oficio y hoy es el maestro puntista de la pequeña industria subordinada a la Unidad Empresarial de Base (UEB) Industria Alimentaria de Cabaiguán.

Distintos tipos de caramelos, chambelonas y bolones se confeccionan en esta unidad. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

“Aquí llevo 15 años y desde que aprendí el oficio no pude desprenderme del centro —alega Raúl—. A las seis de la mañana prendo el fuego y comienzo con la primera tanda, donde se colocan 30 libras de azúcar que se mezclan en la paila con un 30 por ciento de agua, más el ácido cítrico y la esencia que le da sabor. Luego, pasados 25 minutos, comienzo a mover con rapidez y voy probando en agua la textura de la mezcla hasta ver que se cristaliza, lo que significa que ya está lista para ponerla en la mesa de enfriamiento”.

Situada frente a la máquina rodadora, artefacto que figura como una especie de rodillo encargado de mover la base del caramelo para que obtenga una forma alargada, se encuentra María de los Ángeles Martínez, la única mujer del colectivo que, además de realizar la limpieza del área, apoya a los otros cinco obreros en la producción.

“Ya me especialicé en el manejo de la rodadora, donde es fundamental que la masa mantenga el calor. Por eso se divide en varias partes que ruedan de un lado a otro para que no se endurezcan”, aclara.

En el gancho se estira una y otra vez la masa acaramelada hasta obtener la consistencia deseada. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

Mientras, en el gancho, Eros Rodríguez, el más joven del colectivo, se encarga de estirar una y otra vez la masa hasta que adquiera la consistencia y coloración necesarias. “No resulta un trabajo fácil —comenta—, pero la práctica ayuda y tanto mi compañero como yo sabemos el momento exacto en que hay que retirar el caramelo ya en forma de melcocha”.

Para Israel Álvarez Curbelo, el administrador de La Nery, aunque la fabricación de caramelos es completamente artesanal, la habilidad del colectivo es determinante en cada parte del proceso.

Al referirse a las cantidades elaboradas por jornada, puntualiza: “Eso depende de la disponibilidad de azúcar, generalmente hacemos 15 pailas que equivalen a cinco sacos. Cada una da un promedio de 27 paquetes de caramelos de 500 gramos, que salen a la venta por un valor de 45 pesos”.

La habilidad es fruto del trabajo duro y sostenido del colectivo. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

LOS DESTINOS DEL CARAMELO

Según Mario Luis Nápoles Beseiro, director de la UEB, tanto La Nery como la fábrica de raspaduras de Guayos constituyen centros emblemáticos del sector en la provincia, con muchos años de existencia y donde los propios colectivos se encargan de mantenerlas impecablemente cuidadas, aunque la falta de recursos ha limitado mucho sus producciones.

“Hemos aplicado una estrategia a partir de la compra de melaza en la provincia de Camagüey, la cual empleamos en la elaboración del pan y de esa forma pasamos las cantidades de azúcar destinadas a ese surtido para la producción de caramelos, ya que estos tienen que hacerse con la materia prima en grano y no líquida, lo que nos posibilitó reanudar el funcionamiento de La Nery, aunque no así en el caso de la raspadura, donde las cantidades deben ser superiores”, aclara el director

¿Dónde se venden los caramelos y las demás producciones?

“Al punto de venta de la Alimentaria, situado en la misma dulcería de Guayos, se llevan todos los surtidos que elaboramos en ese poblado, por ejemplo, el pan liberado, la masa para pizzas, la raspadura cuando hay producción y los caramelos; también de estos se destina una parte para empresas y ferias”.

A las estrategias puestas en práctica por la UEB para asegurar determinadas producciones, se suman otras dirigidas al reordenamiento de los centros de producción. En Guayos, por ejemplo, está previsto cambiar dos panaderías en mal estado para la fábrica de fideos radicada en áreas del antiguo central, y de esta forma convertir ese centro en un combinado donde se elaboren otros surtidos con destino a la población.

Mientras, el ajetreo cotidiano en La Nery se traduce en resultados productivos y el amor de sus obreros hace de esta rutina casi artesanal un proceso mágico, capaz de convertir un sencillo saco de azúcar en golosinas de diversas formas, sabores y colores.

Hay que marcar las tiras elásticas para que se puedan separar los caramelos fácilmente. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

Xiomara Alsina

Texto de Xiomara Alsina
Reportera de Escambray por más de dos décadas. Especializada en temas socioeconómicos.

2 comentarios

  1. Muy buena observación pues las manos son trasmisores de enfermedades etc
    Felicito a la Sra xiimara por tan excelente reportaje donde se aprecia y nos enorgullece la inteligencia y la creatividad de ese pequeño colectivo pues debido a su capacidad desarrolló pequeños equipos para fabricar los caramelos raspaduras etc ahí es donde está la verdadera proeza .felicitar a ese pequeño pero gigante colectivo de trabajo ,esperando que le aseguren todos los recursos para que su entusiasmo y estimulación no se desmotive .

  2. Será correcto en ese proceso de producción que los trabajadores estén manipulando esas tiras
    de caramelo directamente con las manos sin usar guantes en un producto que los primeros en llevárselos a la boca son los niños?

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