Dos culturas bajo un mismo sol (+fotos)

Desde hace más de dos años paquistaníes y espirituanos conviven en una isla atípica del mundo, donde el intercambio cultural deviene conocimiento del otro. Amir Alí y Susana ya no son los mismos que eran antes de conocerse aquel día en la guagua local. Al parecer, el corazón no entendió

“Gracias a profesores y pacientes espirituanos por permitirnos aprender de ellos”, expresa Anwar Zeb. Desde hace más de dos años paquistaníes y espirituanos conviven en una isla atípica del mundo, donde el intercambio cultural deviene conocimiento del otro.

Amir Alí y Susana ya no son los mismos que eran antes de conocerse aquel día en la guagua local. Al parecer, el corazón no entendió de nacionalidades ni credos. Hoy, después de un año, él juega dominó, disfruta tanto el béisbol como el crícket, baila salsa y reguetón, come casquitos de guayaba y congrí. Ella devora el chapati en un santiamén, habla urdu cubanizado, lee el Corán día a día y le reza en árabe a un dios que ya siente como suyo: Alá.

No pocos espirituanos conviven de cerca con los estudiantes de Medicina paquistaníes por cuestiones de amor o de amistad, intercambio que ha desembocado en respeto mutuo y aprendizaje bilateral, donde ya la cultura ajena no resulta tan extraña.

ANTECEDENTES DE UN ENCUENTRO

Cuando en octubre del 2005 tembló el Himalaya, los médicos cubanos improvisaron hospitales para atender las heridas tanto del cuerpo como del alma paquistaní. Cuba brindó 1 000 becas a los jóvenes asiáticos para que aprendieran en la isla a curar el dolor de los suyos. Ya en el 2008 cruzarían el cielo. Primero estuvieron en Jagüey Grande, Matanzas y luego, alrededor de 300, fueron trasladados a Sancti Spíritus.

La Filial de Ciencias Médicas Manuel Piti Fajardo resultó el nido que los acogió en la tierra del Yayabo. Su directora, la máster Aracelys Plasencia Cruz, destaca que “es una experiencia única, nunca habíamos recibido a tantos alumnos de una misma nacionalidad. Llegaron el 19 de julio del 2010”.

CHOQUE ENTRE DOS CIVILIZACIONES

Todavía hoy resulta difícil calcular quiénes fueron los más sorprendidos, si foráneos o nativos, cuando turbantes, gorros, batilongos y mantas comenzaron a andar por las calles espirituanas.

Los ojos locales, curiosos e indiscretos, detallaban fijamente aquellas telas preciosas y los peculiares atuendos, solo vistos en los reportes internacionales del Noticiero Nacional de Televisión. Del otro lado, el desconcierto no fue menor: personas transportadas por caballos y “bicitaxis”, el cerdo como mamífero nacional, hombres descamisados en plena vía pública, mujeres en “calenticos” y blusas sin siquiera tirantes.

“Todo fue nuevo para nosotros y para ellos también éramos desconocidos. ¿Quiénes son, por qué usan gorro y barba? Los espirituanos estaban confusos con nuestra cultura. Pensaban que éramos gentes que estaban siempre peleando, pero después nos conocieron y ganamos su confianza”, cuenta Mohsin Muhammad.

Arnaldo Alexis Cruz, director de Relaciones Internacionales en la universidad médica, asegura que “pocos han cometido indisciplinas, y si han existido, como las tiene un estudiante cubano, es debido a la edad en que están, entre 21 y 25 años”.

Haydée González Álvarez los conoce bien por su condición de instructora educativa: “Son como los niños de la casa; unos más majaderos, otros menos, ninguno es igual, como la familia”.

El sabio líder religioso Habib-ul -Haq considera que adaptar sus creencias a la realidad cubana no resultó fácil, “pero gracias a Dios y al gobierno cubano podemos rezar en cualquier parte, frente al parque o en la terminal, sin problemas. Nos dieron un salón para el rezo, nuestra mezquita. También traen la carne halal de otros países con certificación de sacrificio por las leyes islámicas y refuerzan la alimentación durante el ramadán”.

No pocos han abierto puertas y ventanas a la diferencia cultural sobre la base de la aceptación y la concordia entre los seres humanos, amén del pasaporte. “Aquí Abdul es como un hijo, a mis padres les dice mamá y papá -explica Dayana-. Ya conocemos sus costumbres. Ellos siguen los modales del profeta Mahoma las 24 horas, la forma de comer, vestir y la barba, un símbolo sagrado. Tienen una plegaria al salir y entrar de la casa, al viajar, al bañarse o dormir, así en cada acción”.

“Nos han enseñado a hacer sus platos tradicionales. La carne de cerdo la tienen prohibida, y el animal que van a comer tienen que matarlo ellos mismos u otro musulmán. Sus comidas son picantes y con mucho condimento”, relata un vecino del Reparto Escribano, zona aledaña al centro estudiantil ya conocida como “el Paquistán chiquito”, por las relaciones de estos alumnos con la comunidad.

“Los espirituanos son muy chéveres y hospitalarios. Estamos lejos y si alguien nos pasa la mano de cariño, no lo podemos olvidar. Algunos dicen cosas porque no saben de nosotros, pero la mayoría ya nos conoce, nos cuidan y ayudan”, reconoce Huma.

Adnan Alí disfruta aprender el argot popular: “Cuando los cubanos hablan, a mí me gusta oír y reír. ‛A la my love’, dicen a las gentes que andan locos y el saludo ‘¿qué bolá?’ ”. Variadas resultan las estrategias comunicativas ingeniadas por no pocos; pues, generalmente, los nombres resultan de enrevesada pronunciación. Así, Manuel, Miguel Eduardo y hasta Osmany García figuran entre las adquisiciones identitarias. Khizar, conocido por Ale, es uno de los llamados “cubanitos”.

Ale, ¿tú dices piropos a las mujeres cubanas?

“Si me gusta la muchacha, sí (sonríe). Le digo: mamita, tienes cuerpo, estás buena y así, los que dicen ustedes porque yo aprendí todo por aquí: salir a la playa, las fiestas, afeitarme y la ropa de acá”.

¿Qué te gusta de Sancti Spíritus?

“El Yayabo, el Bulevar, el parque, los carnavales. Este festejo no lo hay en mi país, sino fiestas religiosas, sin tomar ni bailar y las de aquí me gustan, hay música y muchachas…” (ríe a carcajadas).

¿Y tú has tenido novia?

“Sí, como muchos. En mi país no está bien, hay que casarse”.

Según Huma, “tener noviazgo no existe en nuestra religión, solo matrimonio. Las cubanas se sorprenden: ‘¿Tú nunca has tenido una novia? Aprovecha que el mundo va a acabar’. Son así, jaraneras, pero la mayoría nunca cuestiona, solo pregunta para conocer”.

Por su parte, Binte Muhammad encuentra “las casas bonitas, tienen disciplina, ciencia de la organización. Creo que todas las mamás cubanas son artistas”. Para Zulficar Khan, “el arte cubano es muy bueno. Con pocos recursos, hacen cosas maravillosas. También la historia es bella, admiro a Maceo, Camilo y al Che”.

“Adoro la tranquilidad aquí, paz de mente es necesaria. En otros lados puede que no llegues a tu casa vivo -alega Syeda Hamida-. Me gusta que las mujeres sean muy trabajadoras”.

Sadia Jameel ha aprendido de los cubanos “a compartir, aunque haya poco, y a tener paciencia, pues hacen cola para todas las cosas”.

“Lo que no me gusta es -dice Saleem- que hay mujeres muy ‘salsosas’. Allá eso no es bueno”. Según Fizzah, “es extraño comer el plátano maduro con arroz, sal con dulce y comerlo siempre; aquí si no hay arroz, es como si no comieran”.

“Es curioso -dice Muhammad Rashid-, muchos paquistaníes se parecen a los cubanos y algunos de aquí ahora son como nosotros”.

ESPIRITUANOS DE ALMA MUSULMANA

Yadira, una joven trinitaria de 23 años, prefiere ser llamada Ayesha y cree únicamente en Alá. La muchacha, ante su dios, es esposa de un estudiante paquistaní, pero insiste: “Tú aceptas el Islam por ti, no por tu pareja, si no no es válido el testimonio de fe”.

Según Binte Muhammad, “hay cubanos que lo practican, pero por su corazón, les gustó y lo aceptaron”, al igual que Pedro Lazo (Iahya), el primer criollo convertido a musulmán en 1990.

“Aprender los rezos en árabe fue lo más difícil y el mes de ramadán, no estamos adaptados a dejar de comer por tanto tiempo. Un día ya no podía más, le pedí mucho a Alá y me dormí, fue un milagro”, rememora la Ayesha espirituana, quien dice alimentarse igual que el profeta, sin cubiertos, con la mano derecha, sobre una alfombra en el piso, junto a toda su familia.

Jany, ahora Lareb, tuvo que cambiarlo todo: “Me deshice de la ropa corta y del biquini, ya no voy a discotecas ni como cerdo, eso me ha costado porque ese es el plato del cubano. Mis amigos varones saben que no pueden saludarme con besos, ahora soy otra”. Lareb, de 25 años, conoce a 12 espirituanos que profesan esta creencia, “unos, incluso, están enseñando a sus hijos”.

Ayesha Siddiga, una jatiboniquense, hace dos años luce la dupatta para cubrir su cabeza: “La gente critica. ¿Qué tiene que ver que en Cuba haya musulmanes, que yo me vista así?”.

“Ser musulmán me hace feliz, encontré paz y la solución a mis problemas. Por suerte, en nuestro país se respetan todas las religiones”, declara a los 35 años un lugareño con el mismo sentimiento de Blanca (Jalima) que tiene ya 65.

Según el sociólogo José Neira Milián, “estamos ante un proceso de interculturalidad, porque existe coexistencia y entendimiento entre culturas desiguales. Es construido desde la institucionalidad, pues no es una migración voluntaria por tiempo ilimitado, sino que tiene finito. Ese alguien externo a la cultura propia qué va a dejar y qué se va a llevar, todavía no se puede conocer. Sí es posible constatar el alto nivel educacional que existe en nuestra población. El poder compartir algo que es ajeno a su cultura lo ratifica”.

Los espirituanos han sabido colocarse más allá de la propia experiencia e imaginarse cómo la otra persona, disímil culturalmente, ve e interpreta el mundo. Han puesto en práctica esas capacidades cotidianas de comunicación y solidaridad, propias de un lugar único en el mapa que no jerarquiza ni discrimina, pues asume la dignidad de todas las culturas sin los calificativos de mejores o peores; más bien, con el de diferentes.

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Tamara Rendón Portelles

Texto de Tamara Rendón Portelles

7 comentarios

  1. Muchas gracias por mostrarnos esa realidad

  2. Irisneidy Suarez

    Yo quiero dar mi opinión también acerca del tema de DOS CULTURA BAJO UN MISMO SOL. Realmente opino que ha sido una experiencia muy linda ver como esas dos culturas se unieron y al mismo tiempo que estudian sus carreras en Cuba aportan una doble misión sus estudios con sus experiencias en los hospitales salvando las vidas de todos los cubanos. También he conocido algunos de ellos, y considero que son personas muy educadas y muy agradables con un sentido de pertenencias muy grande para convivir con todos nosotros los cubanos, a pesar de la diferencia entre ambas culturas tanto ellos como nosotros nos hemos adaptados los unos a los otros. Los felicito a todos 🙂

  3. Compartí durante un año como profesora de los estudiantes paquistaníes enseñándoles el idioma español.Todo fue muy bonito porque aprendimos de ellos muchas cosas al igual que ellos aprendieron de nosotros.No me comunico con ellos porque perdí sus direcciones, pero me gustaría volver a comunicarme.

  4. Es impresionante como estos muchachos llegados del lejano oriente se han adaptado a convivir con los cuabanos a pesar de las diferencias culturales, religiosas. Yo tuve la oprtunidad de trabajar con ellos en el curso premédico en Jaguey Grande, les impartí la asignatura de Química. La experiencia fue inolvidable y en ocasiones los veo en Sancti Spiritus. Saludos a todos.

  5. Tal parece como si venimos de distintos planes pero por lo general los cubanos somos venas y sangre mezclada y tiende a confundir el que imita mas tarde o mas temprano fracasa por lo general el cubano tiende hacer irresponsable pues muchos por emigrar son capaces de todo aunque para mi el respeto es la mejor virtud pero voy hacer un cuento que se ajusta a la realidad como el que va al cielo de vacaciones a vivir la vida loca vez tras vez pero cuando se muere de verdad y vuelve para el cielo alli la vida le fue horrible a la persona y a las pasadas dice cuando venia de vacaciones todo estaba bueno y me gustaba pero el de arriba le contesta las veces anteriores venia de vacaciones y hacia lo que deseabas ahora estas muerto y se acabo la vida loca. Lazaro izquierdo

  6. Tal parece como si venimos de distintos planes pero por lo general los cubanos somos venas y sangre mezclada y tiende a confundir el que imita mas tarde o mas temprano fracasa por lo general el cubano tiende hacer irresponsable pues muchos por emigrar son capaces de todo aunque para mi el respeto es la mejor virtud pero voy hacer un cuento que se ajusta a la realidad como el que va al cielo de vacaciones a vivir la vida loca vez tras vez pero cuando se muere de verdad y vuelve para el cielo alli la vida le fue horrible a la persona y a las casadas dice cuando venia de vacaciones todo estaba bueno y me gustaba pero el de arriba le contesta las veces anteriores venias de vacaciones y hacia lo que deseabas ahora estas muerto y se acabo la vida loca. Lazaro izquierdo

  7. gracias al sevicio de escambre para publicar las temas interesantes con muchos detallas. expectamos mejor.
    me gusta los photos y articulos.

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