Campismo acepta críticas

En tiempos en que no pocos organismos y entidades se hacen de la vista gorda ante señalamientos publicados en los medios de prensa gratifica recibir contestaciones como la que hoy reseñamos en este espacio, a propósito de la sección correspondiente al pasado 25 de octubre bajo el subtítulo “Campista insatisfecho”.

En tiempos en que no pocos organismos y entidades se hacen de la vista gorda ante señalamientos publicados en los medios de prensa gratifica recibir contestaciones como la que hoy reseñamos en este espacio, a propósito de la sección correspondiente al pasado 25 de octubre bajo el subtítulo “Campista insatisfecho”.

A cada una de las inconformidades del lector Ramón R. Rodríguez, residente en Guayos, con los servicios que recibió a mediados de agosto en la base de campismo Manacal, con sede en Trinidad, responde la Empresa Campismo Popular Sancti Spíritus con un pormenorizado documento, firmado además —y esta es otra satisfacción— por el subdirector de Operaciones de la Empresa de Transporte Escolar en la provincia.

La primera explicación versa alrededor de “análisis pertinentes con el chofer a cargo del ómnibus SSE 178, perteneciente a la Unidad Empresarial de Base (UEB) Trinidad, por las indisciplinas cometidas y las molestias ocasionadas al cliente”. Luego aparece un detallado examen en el cual se alude a cada queja y se hace constar que en la instalación aludida ciertamente los colchones están en franco deterioro, pero gracias a la gestión para la compra de los nuevos, realizada desde antes, en septiembre se inició la sustitución de esos medios en las bases donde existe dicha dificultad.

Tocante a las lámparas sin encendedores, Campismo alega no disponer de ellos, debido a su falta en los almacenes de los proveedores a los que pueden comprarles. Afortunadamente, sí pudieron adquirir “un grupo de luminarias, hoy en proceso de instalación”, para mitigar la falta de alumbrado en áreas exteriores y en la plataforma. Acerca de la potabilidad del agua en las cabañas, se afirma: “En todas las instalaciones nuestras se realizó antes del verano la prueba de calidad del agua a los pozos con que contamos, así como a ríos y piscinas, avalado y certificado por Recursos Hidráulicos; no obstante, se da tratamiento con hipoclorito de sodio a las cajas de agua fría destinadas al consumo de los clientes”.

Reconoce el documento que por falta de personal adecuado, tanto de plantilla como de contrata, los servicios gastronómicos fueron asumidos por trabajadores de otras áreas, y agrega que se han tomado medidas para aminorar la presencia de santanicas, así como para dar solución a otros problemas incluidos en la carta de Ramón, que no fue el único campista afectado. Ojalá a todos les espere mejor suerte.

Delia Proenza

Texto de Delia Proenza
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

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