Desde las cuadras crece un país (+fotos)

Así lo ve Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República de Cuba y coordinador de los Comités de Defensa de la Revolución, que este 28 de septiembre cumplen 65 años

Los CDR mantienen la esencia de su origen, pero se atemperan a los nuevos tiempos, afirma Gerardo. (Fotos: Roberto Javier Bermúdez/Escambray)

El Héroe de la República de Cuba, Gerardo Hernández Nordelo, no ha regresado a Fomento con la frecuencia que hubiera deseado. Hace unos días llegó allí en su andar “barrio por barrio, pueblo por pueblo; de cara al porvenir” como sugiere la emblemática canción que Eduardo Ramos le regaló a los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) en su albor.

Y en ese Municipio Vanguardia Nacional, del que guarda “recuerdos bellísimos por considerarlo su encuentro con los campos de Cuba”, el coordinador nacional de los CDR ponderó la fortaleza de la mayor organización de masas y sociales del país a 65 años de creada por el Comandante en Jefe Fidel Castro.

Gerardo ponderó la fortaleza de la mayor organización de masas y sociales del país a 65 años de creada por el Comandante en Jefe Fidel Castro.

“Seguimos al pie del combate como en sus inicios. Es, quizás, otro tipo de lucha, pero los enemigos son los mismos y el propósito de destruir nuestro proyecto social se mantiene; por eso la esencia fundacional sigue siendo la defensa de la Revolución desde nuestros barrios y comunidades”.

En una Cuba diferente, marcada por estrecheces económicas, contingencias energéticas y un asedio imperial sin precedentes, ¿Cómo se inventan los CDR para estar a tono con la realidad y sobrevivir?

“Cuando surgieron los CDR no existían las redes sociales. Hoy tratamos de incorporar activistas, que por lo general son muchachos jóvenes, para enseñar a las personas mayores a usar las nuevas tecnologías, y a través de ellas convocar y dar a conocer lo que hacemos en la cuadra. Si bien algunas de las tareas se mantienen, otras se han ido modificando con los años. De eso trata la labor fundamental de nuestros días.

Los CDR ofrecen hoy una trinchera importante para la defensa de la Revolución y el trabajo con los jóvenes es esencial.

“La recogida de materias primas ya no es como antes. No tenemos problemas con que los vecinos la cobren y que esa tarea sea un sustento adicional para las familias, porque visto desde cualquier ángulo ayudamos a la economía del país. En algunascuadras la recuperación se hace de manera colectiva, y la cobran, pero parte de ese dinero va para el fondo de la delegación y se usa para organizar después la fiesta del 28 de septiembre, por ejemplo. Hay diferentes iniciativas, y lo más importante es que se recuperen los valores, como dice el lema de la Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primas.

“También están las donaciones. Somos un pueblo eminentemente solidario con el exterior. Lo éramos y lo seguiremos siendo, pero aquí dentro no era práctica habitual entre cubanos. Esa tarea la hemos asumido porque es necesaria, sobre todo si alguien está dispuesto a quitarse algo para dárselo a una persona que lo necesite más en un momento determinado, en situaciones de catástrofes, etcétera”.

Algunos la ven como una organización disfuncional. ¿Cómo la ve Gerardo?

“Si me dices: mi CDR no funciona, yo me tengo que callar porque no he estado allí y es probable que suceda. Existen los que no funcionan, y los que no funcionan bien. No desconocemos nuestras dificultades y hay lugares donde hay que inyectarles sangre a los a los CDR; pero hay otros, como el que visitamos en Guayos, donde están cubiertas sus principales estructuras. No es el único, incluso en el país existen zonas con su sistema de vigilancia establecido. Hay que trabajar, y en eso estamos”.

Desde su excarcelación y regreso a Cuba se ha nutrido mucho de la juventud, de cómo piensa y se conduce. ¿Cuánto valora el aporte juvenil a los CDR?  

“Los CDR ofrecen hoy una trinchera importante para la defensa de la Revolución y el trabajo con los jóvenes es esencial. No basta con ser muy entusiasta en tu centro laboral o de estudio si ahí en la comunidad se van acumulando los problemas y no existe una voz capaz de organizar a los vecinos, de enfocar los esfuerzos, de luchar, de trabajar por resolver las dificultades en cada lugar. Eso es tarea de los jóvenes, de todos.

“Siempre decimos que nos sentimos muy orgullosos de esas personas que con un espíritu tremendo se echaron encima la organización, pero ahora es su responsabilidad formar a las nuevas generaciones. Esa seguirá siendo una de nuestras tareas primordiales, porque lo que nunca puede ocurrir, y no ocurrirá, es que nosotros dejemos caer esa bandera que nos legó Fidel cuando creó los CDR en 1960”.

Desde las cuadras crece este país; también lo hace Fomento, ese pedazo de Cuba que a Gerardo Hernández Nordelo le provoca nostalgias. Al calor del agradecimiento por las muestras de cariño que le ayudaron a sobrevivir tras los barrotes de la injusticia, siguió la ruta “barrio por barrio”, acariciando canciones y cartas atrapadas en los años de espera para llegar a sus manos. Y al pie del Escambray, reafirmó lo que ya estaba escrito en su poema dedicado a El Pedrero: allí vive “la gente más amable que jamás conocí”.    

Yeris del Sauzal Francisco

Texto de Yeris del Sauzal Francisco

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