Mientras un pequeño grupo de detractores en altos cargos estadounidenses difama del internacionalismo cubano, su contribución organizada a las necesidades de la humanidad es un ejemplo para todos, afirmó este jueves la activista Cheryl LaBash.
LaBash, copresidenta de la Red Nacional sobre Cuba en Estados Unidos, dijo a Prensa Latina que cuando continúan los ataques y calumnias a las misiones médicas es bueno recordar que hace 20 años fue la nación caribeña la primera en tratar de tender su mano solidaria al pueblo estadounidense después de un devastador huracán.
Fue el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, cuyo centenario celebraremos, quien convocó a voluntarios para ayudar a los damnificados por el huracán Katrina que arrasó en agosto de 2005 en Nueva Orleans y la costa estadounidense del golfo de México, añadió.
“Más de mil 586 profesionales médicos, completamente equipados, esperaron a que Estados Unidos les permitiera acudir a ayudar”, apuntó LaBash al destacar que nunca se recibió respuesta de las autoridades de mi país, pero “sí de una cosa estuvimos claros, fue un gesto desinteresado, voluntario y que dice mucho de ese espíritu humanista y solidario de Cuba”.
Comentó que “si bien el internacionalismo médico cubano comenzó en los primeros años de la Revolución, fue en 2005 que Fidel la bautizó como la Brigada Henry Reeve, en honor al exsoldado de la Guerra Civil estadounidense que luchó en Cuba contra el dominio colonial de España”.
Pese a las dificultades económicas y el bloqueo estadounidense, Cuba sigue brindando, aportando, salvando a millones de personas en el mundo, sostuvo.
Para Samira Addrey, miembro de la junta directiva de la organización estadounidense IFCO-Pastores por la Paz, la colaboración de Cuba en salud es una proeza y un bastión de esperanza para mucha gente del mundo, indicó en una reciente entrevista con esta agencia de noticias.
Según Addrey, egresada de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas de La Habana, “el mundo debe reconocer a Cuba no solo por sus logros médicos, sino por la humanidad de su pueblo».
Este miércoles el Departamento de Estado notificó restricciones de visados para funcionarios de países africanos, Brasil y Granada vinculados con los programas de cooperación internacional cubana en materia de salud.
La medida va dirigida contra ellos por contratar misiones médicas cubanas, que, de forma infundada, la administración estadounidense califica de trabajo forzado en su campaña de desprestigio y descrédito contra un programa con el que Cuba ha contribuido a salvar millones de vidas en distintas partes del mundo durante décadas.
El anuncio, hecho por el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, incluye a exmiembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a los que acusa de “complicidad en el plan de misiones médicas”.
En el caso de Brasil, el Departamento de Estado dijo que revocará y restringirá visas a funcionarios gubernamentales de esa nación suramericana ligados al programa de salud Mais Medicos (Más Médicos) realizado en cooperación con Cuba.
Esto se suma a las sanciones emitidas por la administración de Donald Trump en febrero y junio también contra funcionarios de países centroamericanos relacionados con las misiones médicas de la mayor isla del Caribe.
El Gobierno de Cuba aseguró que no detendrá sus misiones médicas. El canciller Bruno Rodríguez afirmó en su cuenta en redes sociales- que su país «continuará prestando servicios».
Rodríguez advirtió que la medida demuestra que la «imposición» y la «agresión» son la «nueva doctrina de la política exterior» de Estados Unidos bajo la administración republicana del presidente Trump.
El 23 de mayo de 1963 llegó a Argelia la primera brigada médica de Cuba para prestar sus servicios. Desde entonces se reportó la presencia de profesionales cubanos de la salud en 165 países, con más de 600 mil colaboradores, de acuerdo con datos oficiales.
En la actualidad existen 54 brigadas con más de 22 mil 600 colaboradores, que responden a las necesidades expuestas por cada uno de los gobiernos que solicitan los servicios a través de estos programas legítimos de cooperación.
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