El responsable del organismo de socorro a los palestinos afirma que, como los niños, el personal humanitario se desvanece de hambre. “Cuando quienes cuidan comienzan a desmayarse es porque toda la estructura humanitaria se está derrumbando. Eso es lo que ocurre hoy en Gaza”, advierte. En tanto, los videos de dos rehenes israelíes famélicos causan conmoción mundial y refuerzan el clamor de que se permita la entrada de ayuda vital a gran escala a la Franja.
Los trabajadores humanitarios, enfermeras y doctores de Gaza pasan tanta hambre como el resto de la población, alertó hace tiempo la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
“Cuando se vive una situación en la que incluso quienes cuidan y socorren empiezan a desmayarse, significa que la estructura completa del sistema humanitario está colapsando. Y eso es exactamente lo que observamos hoy en Gaza”, aseveró el comisionado general de UNRWA, Philippe Lazzarini.
Se trata, abundó, de una especie de “entorno post apocalíptico en el que los niños están muriendo en silencio a causa del hambre, y los que no han llegado a ese extremo piden salir de ese infierno”.
Lazzarini explicó que la lógica de muchos niños es que quizá sería mejor morir “porque en el cielo o el infierno podría haber comida, mientras que en Gaza no la hay”.
El titular del organismo refirió haber hablado hace un par de días con integrantes de su equipo en Gaza, quienes le aseguraron que los gazatíes son cadáveres que caminan y que ellos también tienen hambre.
“Cada día nos llegan mensajes de socorro de poblaciones hambrientas e incluso de nuestros colegas de UNRWA. ¿Cómo puedo responder a estos mensajes de desesperación? Me avergüenzan y refuerzan mi sensación de impotencia”, subrayó Lazzarini en la red social X, y agregó que “las autoridades israelíes están matando de hambre a civiles, incluyendo a un millón de niños”.
En línea con estas declaraciones, Manar, una trabajadora de UNRWA, describió la desgarradora vida cotidiana de los gazatíes, a menudo obligados a dormir con hambre.
La trabajadora humanitaria explicó que el desplazamiento, el hambre y el agotamiento se han convertido en parte integral de la vida diaria. “Todos los días me despierto sin saber qué va a pasar”, dijo en una publicación de UNRWA en redes sociales.
“Nos vimos obligados a huir de nuestro hogar y, desde entonces, no nos hemos sentido seguros. Y el miedo siempre está presente: el miedo a nuevos bombardeos, el miedo a perder a alguien, el miedo a tener que mudarnos de nuevo”, detalló.
Unos 2,1 millones de palestinos han sido asediados en Gaza desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, tras el ataque liderado por Hamas en el sur de Israel.
Si bien Israel ha relajado recientemente su control bajo presión internacional, las agencias de la ONU advirtieron la semana pasada que “el peor escenario posible, una hambruna, está en marcha”, en ese territorio palestino.

Junto con la ayuda de las agencias humanitarias de la ONU, Israel ha autorizado lanzamientos aéreos de suministros vitales durante más de una semana, declarando una pausa en los combates con fines humanitarios en ciertas zonas durante varias horas al día.
Tras Jordania y los Emiratos Árabes, Francia y el Reino Unido informaron sobre lanzamientos aéreos de alimentos y artículos esenciales, y Alemania tiene la intención de organizar un “puente aéreo humanitario a Gaza” a través de Jordania.
Sin embargo, muchos observadores consideran estas operaciones costosas y poco eficientes. Numerosas agencias y ONG han abogado por que la ayuda se entregue por carretera en lugar de por aire. UNRWA informó que 6000 camiones cargados con ayuda “están varados fuera de Gaza, esperando luz verde para entrar».
(Con información de Naciones Unidas)
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