Las cubanas abonan el campo (+fotos)

El 15 de octubre no es sólo una fecha para celebrar a las mujeres rurales de todo el mundo, sino también una oportunidad para reivindicar los derechos de las féminas e impulsar su superación y desarrollo

En Sancti Spíritus se ha identificado a cerca de 5 500 mujeres que viven en condición de ruralidad. (Fotos: Oscar Alfonso)

Desde el año 2008, cada 15 de octubre el mundo celebra el Día Internacional de la Mujer Rural, con el propósito de visibilizar la importancia del aporte económico, social y cultural que ofrece en todo el mundo y su notoria contribución a la seguridad alimentaria global.

Resulta un merecido reconocimiento a estas féminas, quienes, según refiere la Organización de las Naciones Unidas en sus más recientes informes, son las encargadas de producir cerca de la mitad de los alimentos que se consumen, además de cumplir con las tareas domésticas, el cuidado de los hijos y proveer las necesidades básicas para sus familias.

La situación suele ser mucho más compleja para las mujeres de Asia, América Latina y el Caribe, así como para las indígenas, quienes ven constantemente vulnerados sus derechos ante la ausencia de políticas gubernamentales que las protejan y garanticen condiciones laborales óptimas.

En el caso particular de Cuba, el empoderamiento femenino y la igualdad de género constituye una prioridad, que se materializa a través de diversas políticas y estrategias, entre las que sobresalen el Programa Nacional de Adelanto para las Mujeres, que dedica especial atención a la superación, con encuentros y charlas educativas, ferias expositivas de innovación para buscar soluciones a las necesidades básicas de las féminas que viven en zonas rurales, además de su crecimiento profesional a través de cursos apoyados por las universidades para que estas féminas tengan la posibilidad de continuar estudios de nivel superior.

No debe obviarse que detrás de cualquier política de esa naturaleza las mujeres está la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), una organización muy especial que desde ha dedicado especial atención a mejorar las condiciones de vida y hacer crecer a todas aquellas que desandan los campos en Cuba.

DESDE LA PERSPECTIVA ESPIRITUANA

En Sancti Spíritus la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) ha identificado a cerca de 5 500 mujeres que viven en condición de ruralidad, según refiere Eidy Díaz Fernández, presidenta de esa organización en el territorio.

“Esas féminas están asociadas a nosotros en diferentes categorías, como son propietarias o usufructuarias de tierra, familiares, esposas e hijas de nuestros campesinos, mujeres que de forma directa o indirecta apoyan los resultados productivos del territorio y son un pilar para alcanzarlos”, puntualiza.

Asimismo, en suelo espirituano son ya 40 las mujeres que ocupan cargos directivos en cooperativas de producción agropecuaria, quienes no temen enfrentar grandes responsabilidades y han demostrado que su liderazgo es tan valioso como el de cualquier hombre.

Este número, según precisa Díaz Fernández, va a continuar creciendo, por ello la ANAP en la provincia trabaja basado en estrategias con enfoque de género para impulsar y preservar el papel de las mujeres rurales.

“Trabajamos de conjunto, también, con otros programas y organizaciones sociales para apoyar a las mujeres que desandan nuestros surcos, reconocer su labor y ser un puente para quienes desean continuar su formación en el nivel superior y volver con novedosas y transformadoras ideas a sus comunidades”, apunta la presidenta de la ANAP en Sancti Spíritus.

LAS MUJERES RURALES: UNA PRIORIDAD PARA LA FMC EN LA PROVINCIA

La Federación de Mujeres Cubanas siempre ha estado al lado de las féminas y de forma especial de aquellas que viven en condición de ruralidad, algo que no es diferente en Sancti Spíritus donde han aunado esfuerzos y voluntades con otras organizaciones e instituciones para continuar el trabajo.

Uno de los ejemplos más tangibles de ello son las Brigadas FMC-ANAP, que ya tienen presencia en cada una de las cooperativas del territorio espirituano, incluso en las zonas del Plan Turquino y aquellas comunidades de más complejo acceso.

“Nuestras brigadas son parte fundamental de la comunidad y con ellas buscamos empoderar a las mujeres rurales de esas zonas a través de encuentros para la atención y prevención social, cursos y charlas educativas, así como los encuentros con profesionales de diversos ámbitos”, asegura Liannys Pérez Bermúdez, secretaria general de la FMC en Sancti Spíritus.

Estas brigadas mantienen encuentros regulares, uno a inicios del año y otro al finalizar; el primero para identificar las necesidades y prioridades para esos 12 meses y el segundo para chequear el cumplimiento de las mismas y las áreas donde hay que continuar trabajando.

De igual forma se mantienen otras actividades durante el año. “Hacemos intercambios para socializar las necesidades que tienen las mujeres que viven en nuestros campos y apoyarse unas a otras; un ejemplo de ellos son los fórums de ciencia y técnica, donde damos a conocer ideas innovadoras de las campesinas para que otras puedan aprovecharlas y retroalimentarse”.

LA UNISS SUMA A LAS MUJERES RURALES A SU PROYECTO DE ENERGÍAS RENOVABLES

La Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez (UNISS) tiene en marcha diversas políticas para apoyar a las mujeres rurales del territorio, entre las que figura la iniciativa del Centro Universitario Municipal (CUM) de Fomento, que vincula a estas féminas con la producción de energías renovables y su impulso en la provincia.

El proyecto Fuentes Renovables de Energía Free-Local financiado por la Unión Europea y coordinado por el Ministerio de Energía y Minas e implementado en territorio espirituano por el Centro de Estudios de Energía y Procesos Industriales de la UNISS prioriza la estrategia de género como modelo de gestión e incentiva la participación de las mujeres rurales como agentes del cambio energético en Cuba.

“Free-Local busca apoyar a las mujeres rurales y, por ello, pone a su disposición fuentes renovables de energía que hacen su vida más fácil y las apoyan en sus procesos productivos y en el hogar, además de garantizar la capacitación técnica para el uso de estas tecnologías”, puntualizó la profesora titular de la UNISS Marité Rodríguez Carrillo, directora del CUM de Fomento y coordinadora municipal del proyecto Free-Local.

Asimismo, precisó que en la comunidad de Guaraná se han instalado sistemas fotovoltaicos autónomos, bombas solares para el agua de uso doméstico y regadíos, así como un miniparque solar que creará ofertas de empleo para las mujeres desvinculadas de la vida laboral en la zona y garantizará energía eléctrica y flujo de agua durante las horas de luz del día para facilitar las labores productivas y domésticas de estas mujeres.

De esa forma, bajo este proyecto se unen en territorio espirituano la ciencia, la tecnología y las mujeres rurales para trabajar en una de las grandes prioridades del país.

Gabriela Estrella Cañizares

Texto de Gabriela Estrella Cañizares

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