Porque estamos vivos

Alzamos la vista hacia el nuevo año con la determinación de superar los retos que aún puedan surgir

Es esencial permitirnos soñar en grande. (Foto: Roberto Suárez/ JR)

A medida que el calendario se acerca a su último día, se «disparan» las reflexiones. La transición de un año a otro, más que una fecha de celebración tradicional, es un momento cargado de emociones, donde cada uno, a su manera, hace un repaso de lo vivido. Este 2025 ha estado repleto de desafíos ineludibles que nos han puesto a prueba y brindado la oportunidad de aprender, crecer y unirnos.

Los ojos se centran en los recuerdos pasados: tal vez recordamos la incertidumbre sentida durante los primeros meses del año, cuando la sombra de la inflación comenzaba a oscurecer nuestras expectativas. Muchos enfrentaron dificultades económicas, el aumento en el costo de la vida se hizo palpable y muchas familias tuvieron que reinventarse para poder llegar a fin de mes. Algunos emprendieron nuevos negocios, mientras que otros lucharon por mantener a flote los que ya tenían. Historias de esfuerzo y dedicación emergieron, desde aquellos que se atrevieron a cambiar de rumbo profesional hasta quienes encontraron en la solidaridad vecinal el apoyo necesario para resistir. Hemos tenido que superar enfermedades, muertes, dolores, tristezas, desapegos…

A pesar de estos retos, las dificultades también nos enseñaron el valor de la empatía. Ejemplos como los de grupos comunitarios que organizaron colectas de alimentos o iniciativas locales para acompañar a quienes perdieron todo lo que poseían tras el paso de un fenómeno climatológico, son solo una muestra de cómo la adversidad puede llevar a la unidad. En muchos rincones, emergieron redes de apoyo inesperadas, donde desconocidos se convirtieron en amigos a través de pequeños actos de generosidad. Todo esto nos recuerda que, si bien el camino fue áspero, nunca estuvimos realmente solos.

En el ámbito social, hemos sido testigos de acontecimientos que no solo nos han impactado, sino que nos han hecho cuestionar nuestras prioridades y valores. Porque todo parte del seno de nuestras familias, de la vida que tejemos entre todos. 

Sin embargo, el cierre de este ciclo también llega con un tono esperanzador. Tradicionalmente, el fin de año simboliza nuevas oportunidades. A través de la historia, cada enero ha representado un renacer, un momento ideal para dejar atrás viejas rencillas y abrir nuestros corazones a nuevas posibilidades. Como ejemplo, pensemos en aquellos que decidieron emprender un nuevo camino tras una pérdida. Ellos nos demuestran que, aunque la vida nos derribe, siempre hay formas de levantarnos y rehacer nuestro destino.

Este 2026 se presenta como un lienzo en blanco, lleno de potencial y promesas. Es esencial permitirnos soñar en grande. Quizá esa sea la lección más valiosa que podemos extraer del año que se va: la importancia de la esperanza y la perseverancia. Alzamos la vista hacia el nuevo año con la determinación de superar los retos que aún puedan surgir. ¿Sabe algo? No queda otra.

Las resoluciones de año nuevo no son solo un ejercicio vacío, sino la manifestación de nuestros anhelos más profundos. Tal vez deseemos mejorar nuestra salud, fortalecer nuestras relaciones o dedicar más tiempo a lo que realmente importa. Cada uno de estos deseos lleva consigo la semilla del cambio, una invitación a comprometernos con nosotros mismos y a no rendirnos ante las dificultades.

Cada día del nuevo año será una oportunidad para construirnos. Claro que no todo depende de nosotros y, a veces, sucumbimos a la depresión, al desgano y nos rendimos, porque nos cae el mundo encima y ya no sabemos qué más hacer. Pero estamos vivos, y con eso basta.

Por eso, agradezcamos el nuevo año que llega, el nuevo amanecer que nos ofrece la posibilidad de volver a empezar. Que los próximos 365 días estén impregnados de amor, salud, alegría y prosperidad. Y que cada día que venga sea una nueva oportunidad para ser la mejor versión de nosotros mismos.

Que la esperanza y la resiliencia nos guíen en este nuevo capítulo. ¡Feliz año nuevo!

Juventud Rebelde

Texto de Juventud Rebelde

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *