Salto hasta las estrellas

Jorge Alberto Odelín Rodríguez sigue sumando triunfos de altura en su carrera deportiva

Odelín, al centro, ha ganado varios lauros en los últimos certámenes nacionales.

Hace solo cuatro meses, Escambray abría sus páginas al suceso protagonizado por Jorge Alberto Odelín Rodríguez, quien, con sus 7.78 metros en el salto de longitud, se inscribía en el segundo lugar del ranking mundial de su categoría sub 18. Hoy se hace eco de otra noticia del mismo muchacho.

Quienes conocen de deportes lo saben. Avanzar una milésima de segundos en una carrera lleva tiempo y cuesta sacrificio, lo mismo que un metro en el disco o el martillo. De forma similar ocurre en los saltos. Por eso, asombra el brinco bestial de este cabaiguanense, que se estiró 56 centímetros más en relación con la marca de marzo en el Memorial Jesús Molina, mientras en el Campeonato Nacional de Atletismo Sub-20, desarrollado en Camagüey hace unos días, clavó los pinchos hasta los 8.34 metros para arrancar titulares de todos los tamaños.

Antes incluso, en el Memorial Barrientos, había logrado saltar 8.04. Pero lo de Camagüey hizo estremecer la noticia. Y es que se trata no solo de lo que más ha saltado en su vida de 18 años, sino que superó en un centímetro el récord nacional de Maykel Massó, que databa de 2017 y, de homologarse por la Federación Internacional de Atletismo (el salto lo consiguió con viento legal de +0.2 m/s), representaría la tercera mejor en la historia de la categoría Sub-20, detrás del italiano Mattia Furlani (8.38 metros) y el ruso Sergey Morgunov (8.35 metros), además de ser de lo mejor que se ha conseguido en la temporada. A nivel nacional absoluto, su marca lo ubica en el octavo lugar de todos los tiempos, en una lista que encabeza el mítico Iván Pedroso, ídolo de Jorge.

Tan descomunal fue lo que hizo que ni él mismo se dio cuenta hasta que no sintió la algarabía. Lo cuenta a Escambray ahora que se ha tomado unos días de descanso merecido en su natal Cuatro Esquinas y comparte las horas con su familia y su novia tras la hazaña.

 “Es que siempre mi entrenador Miguel Vázquez Herrera me dice: ‘No salgas a buscar un gran salto, porque ese sale solo’. Y entonces, por eso, nunca salgo a buscarlos”.

Se concentró más en lo que siempre hace durante la preparación, que sigue siendo constante: “Lo mío fue hacer una buena ejecución, lo demás salió. Dar los saltos que tengo que dar, 15 pasos y seis saltos en total”.

Y cuando supo la medición en el cajón de la pista camagüeyana Rafael Fortún Chacón, saltó, no por competencia, sino “por alegría. Y no te niego que me sorprendí por lo que me dice el profesor, no esperaba llegar tan lejos. La gente piensa que es fácil, pero no lo es, son muchos requisitos para lograr un buen salto”.

Fue tan potente su brinco que quienes le miraron la espalda en el podio del Campeonato Nacional juvenil, que lo eligió como el más destacado, quedaron bien lejos de él: los santiagueros César David Walters con 7.53 metros y Yoan Torres, con 7.43 metros.

 “He ido progresando poquito a poquito. Todo se lo debo a mi entrenador, que es el que ha estado ahí conmigo todo el tiempo, él pone su empeño y yo pongo el mío para que el resultado salga”.

Si se valida su salto, podría estar en el Campeonato Mundial de Atletismo Tokio 2025, que pidió una marca mínima de 8.27 metros.

Y aunque su marca lo hubiese llevado directo a los Juegos Panamericanos Junior de Asunción 2025, hasta ahora no estará: “No puedo ir porque hay dos por delante de mí, Aniel Molina y Alejandro Parada, que hicieron la marca primero que yo, o sea, lo hicieron antes de cerrarse el ciclo de la clasificación”.

La progresión de Odelín ha sido fantástica, tal como muestran los saldos descritos antes y otros que confirman lo que ha logrado en los últimos dos años, pues en el 2023 logró 6.32 metros y en 2024, 7.40 metros. Varios medios hablan de similitudes con lo realizado por gigantes mundiales de la especialidad como Mike Powell.

Lo ha leído, pero en ese sentido no quiere apurarse, ni tampoco encandilarse. “Todo eso me lo tomo normal porque el deporte es así. Hay que ir poco a poco. Mi entrenador me lo dice, no quieren apresurarme o sofocarme y después que decaiga. Solo tengo18 años, el deporte es un rato, no es para siempre”.

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

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