Retos y avatares del nuevo curso escolar (+video)

Con la llegada de septiembre miles de niños, adolescentes y jóvenes espirituanos vuelven a las aulas o atraviesan sus puertas por primera vez, para iniciar el curso escolar 2025-2026

Ilustración: Osval

Un nuevo período lectivo que, como desde hace varios años en toda Cuba, promete venir cargado de retos a los que tanto trabajadores docentes o no, como los educandos y sus familiares tendrán que hacer frente para llegar a puerto seguro, y concluir el próximo año de forma satisfactoria.

Precisamente, el mayor desafío que tiene la Dirección General de Educación en el territorio es el completamiento de la cobertura docente; pues este indicador resulta imprescindible y desde hace algún tiempo no levanta cabeza en la provincia, algo que no parece mejorar a pesar de los esfuerzos.

De cara a septiembre la cobertura docente en Sancti Spíritus se mantiene en el 68 por ciento, lo que equivale a cerca de 2000 necesidades docentes para el próximo curso, cifra que deja al territorio como uno de los más afectados del país en ese aspecto.

Lo que ha motivado con urgencia la concreción de planes y estrategias que permitan paliar la problemática, para así tener un maestro en cada aula; algo que aún se mantiene lejos de la realidad.

La reincorporación de más de 300 profesores retirados figura como una de las opciones más frecuentes para suplir la ausencia de docentes. Y, aunque estos profesionales son una fuente inagotable de conocimientos y experiencias con mucho por aportar todavía, no podemos olvidar que tienen ya una edad avanzada.

A esta alternativa se suman los pagos para remunerar la sobrecarga docente, el incremento en relación profesor-estudiante o la antigüedad en el sector educativo, pero tampoco podrán por sí solos poner la guinda al pastel, pues aún los salarios siguen siendo insuficientes para costear las necesidades que impone la realidad cubana.

También se muestra como variante para atenuar esta problemática, aunque todavía en menor medida, la incursión en la docencia de profesionales de otros sectores para apoyar las actividades, por ejemplo, economistas y contadores de algunas entidades que podrían sumarse a las aulas para impartir Matemática, una de las asignaturas que más déficit de profesores presenta hoy en la provincia.

Además de la incorporación a la vida laboral de los estudiantes de formación pedagógica; ya sean los casi 300 que se graduaron el año anterior de escuelas pedagógicas, los 70 egresados de nivel superior o los que a partir de tercer y cuarto año de formación académica comienzan sus prácticas laborales.

Jóvenes que asumirán el rol para el que llevan tiempo preparándose, pero no podemos obviar que las matrículas en las escuelas pedagógicas tampoco son un número en ascenso. Lo que puede constatarse en que, de cara a septiembre, de las poco más de 400 plazas disponibles para escuelas pedagógicas quedó cubierto menos del 50 por ciento.

En ocasiones, quienes llegan a esos centros lo hacen por descarte, sin el perfil o las calificaciones verdaderamente necesarias para formarse en una labor tan importante e imprescindible como el magisterio; a lo que se suma que casi la mitad de los estudiantes que comienzan en estos centros no terminan, un indicador que al concluir el curso anterior fue más evidente, pues solamente el 48 por ciento concluyó su formación.

De ahí la importancia de atender con especial atención los procesos de selección de esos estudiantes para que sean cada vez más rigurosos y efectivos.

Sin olvidar la tarea Educando por Amor, un proyecto en el que los universitarios de diferentes especialidades técnicas y del área de Humanidades aprovechan sus conocimientos y los ponen al servicio de otros que lo necesitan, una noble labor que ya ha tributado 50 jóvenes para apoyar el proceso docente-educativo; motivo por el cual debería aprovecharse y reconocerse aún más.

Pero la realidad es que a pesar de estas alternativas, la cobertura docente sigue presentándose como el mayor reto de cara al inicio del curso escolar y el más apremiante, sobre todo si tenemos en cuenta que persiste un déficit de 162 plazas docentes para las que hasta el momento no hay alternativa.

Por ello los directivos de educación en el territorio deben reforzar las estrategias trazadas ante esta problemática, ser cada vez más concretos y llevar a cabo acciones tangibles que permitan tener un maestro en cada aula, sin renunciar a la tan importante calidad y preparación de quienes hoy imparten la docencia en el territorio.

La ausencia de educadores deviene en resultados académicos no deseados al concluir el curso escolar y como ejemplos más recientes están las bajas calificaciones en los exámenes de ingreso, un indicador que cada curso va en detrimento y, en parte, responde a la falta de docentes o la idoneidad de quienes asumen los procesos educativos.

También, para este curso escolar otros retos siguen vigentes, en mayor o menor medida, entre los que se encuentran la falta de uniformes escolares y su cada vez más contraída venta, el estado constructivo —no siempre óptimo— de algunas instituciones educativas en las que es necesario seguir trabajando para garantizar el bienestar de los estudiantes.

A pesar de que se trabaja en la reparación y mantenimiento de diferentes instituciones, aún se mantienen 45 centros evaluados de regular y mal en cuanto a elementos constructivos y 9 certificados como críticos por su falta de higiene.

Igualmente, algunos libros se mantienen en mal estado porque en todos los casos no se ha podido reponer o actualizar la base material de estudio; razón que obliga a buscar alternativas digitales, las cuales, en muchas ocasiones, no están al alcance de todos los bolsillos.

Asimismo, es importante acotar como otra debilidad en el sistema de educación en el territorio que muchos estudiantes se abstienen de seguir su vocación de formarse en centros internos lejanos a sus municipios de residencia, como son el caso de las escuelas pedagógicas y el IPVCE de Sancti Spíritus, centros neurálgicos si de la formación de profesionales imprescindibles para la sociedad cubana hablamos.

En esas instituciones la alimentación y el transporte pasan factura a diario, además de constituir un reto para alumnos y profesores. Algo a lo que debería prestarse mayor atención e involucrar más recursos, ya que limita el impulso de muchos educandos a salir de su casa en busca de continuar creciendo y formándose.

Pero en medio de tantos desafíos, el próximo lunes las aulas espirituanas abrirán sus puertas para recibir a miles de niños y jóvenes que esperan reencontrarse con sus amigos, volver al ajetreo habitual que implican las clases y seguir aprendiendo.

Y lo harán gracias al apoyo de todos los trabajadores del Sistema de Educación General en Sancti Spíritus y a sus familiares, cada cual aportando desde el lugar que le corresponde, pero todos con el mismo objetivo: que la vuelta a clases, en medio de la muy compleja situación en Cuba, sea una jornada alegre.

Ese ha de ser el principal objetivo, que las escuelas continúen como el pilar fundamental de nuestra sociedad, un lugar de refugio y protección para quienes lo necesitan, segundo hogar de muchos, donde no solo se aprende, sino que se educa y se forma a quienes en un futuro no muy lejano tomarán las riendas de la sociedad cubana.

Gabriela Estrella Cañizares

Texto de Gabriela Estrella Cañizares

Comentario

  1. Delia Rosa Proenza Barzaga

    Me parece un muy buen comentario, como hace tiempo no veía sobre el sector educacional, que siempre demanda materiales de este corte. Toca todos los puntos y reflexiona, cuestiona, sugiere, sobre todo acerca del principal: la cobertura docente.
    Felicidades a Gabriela por este material. Gracias!

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