No estoy del bando de los sorprendidos. Tampoco en el de los decepcionados, ni en el de los conformes. Creo estar en el de los realistas. Porque esas tendencias parecen marcar la afición espirituana tras el fin de los Gallos en la actual Serie Nacional de Béisbol.
Comienzo por lo relevante. Al margen del sabor que dejara el cotejo vs. Matanzas, merece el reconocimiento de todos los bandos la medalla de bronce, ya que resume la actuación no de una postemporada, sino de una serie, privilegio que es quimera para otros 13 conjuntos en una campaña que los nuestros lideraron contra pronósticos, por aquello de las ausencias de un año a otro, gracias al empuje de veteranos, medio tiempos y jóvenes.
Llegar al podio implicó imponerse a un Pinar del Río que les exigió superar maleficios de antaño para remontar un play off 2-3 en dos partidos dramáticos y llegar a semifinales en un suceso festejado con delirio por la afición. Al contrario de quienes la consideraron una celebración adelantada, estimo que fue justa y lógica, ya que nació de la espontaneidad de la gente que quiso desbordar el parque Serafín Sánchez con el fin de premiar lo que tiene ya de por sí un gran peso: estar entre los cuatro grandes, mucho más para una afición huérfana de motivos por años y años.
A la larga, fue la verdadera celebración popular, después de desvanecerse un recibimiento anunciado el pasado miércoles en el parque Serafín Sánchez, a todas luces sin todos los cabos de organización atados, pues el equipo debió marcharse cuando solo unos pocos quedaron a la espera, aunque luego las máximas autoridades de la provincia reconocieron al elenco.
Pasados los homenajes, queda la polémica, que no suele apagarse tan pronto. En ella, arden los más disímiles criterios, incluidos los míos, que ahora expongo. En estas propias páginas, adelanté que veía a los Gallos con opciones de clasificar, pero no de ganar un título, porque entendía que les faltaba madurez, no justamente por los jóvenes en nómina.
Porque lo que queda, para la historia quiero decir, es que otra vez, aunque se trate de “otro equipo”, como ha insistido su mánager Eriel Sánchez, el saldo exhibe “tomas similares” de películas ya rodadas en la última década —cumplida este 2022—, desde que el llamado síndrome de Holguín se apoderó de Sancti Spíritus como maleficio sempiterno.
Tras la espectacular victoria contra los Vegueros, los Gallos crearon una expectativa y luego se quedaron por debajo de ella al no poder sostener la capacidad competitiva que necesitan los play off, que obviamente no se juegan igual que la campaña regular, como ellos mismos lo enfocan, y cayeron barridos, arrasados en toda la línea por un Matanzas con muchas más ausencias que ellos, pero que superaron ese trauma cuando fueron capaces de llenar los huecos y no solo clasificar, sino hacerlo de primeros.
¿Que los cuatro juegos fueron cerrados, definidos por una y dos carreras? Es verdad. ¿Que los muchachos batallaron? También lo es. Pero en cualquier liga del mundo una derrota 4-0 en un play off es aplastante para el ganador, que esta vez lo logró mucho más fácil que en las tres ocasiones anteriores.
De nuevo los Gallos fueron incapaces de superar la presión del juego a juego, cuando suele aparecer ese rival interno del que tanto habla Eriel y que se transmite de generación en generación como una maldición genética y que tiene muchas traducciones, aunque muchos culpen a Frederich Cepeda o a Yunier Mendoza de no dar el batazo en el momento clave. El béisbol es un deporte colectivo y cada integrante tiene un peso, aunque lógicamente unos más que otros. Lo cierto es que faltó oportunidad en el bateo, un mal de la serie completa, cuando hombres en posición anotadora se quedaron en las bases, en el inicio, el medio o el final del partido, mucho más en este último caso, cuando la tensión impera sobre los bates.
Pero también falló ese lanzador capaz de preservar una ventaja por mínima que fuera y para mayores referencias remítase al play off Granma-Industriales. Huelga decir, a propósito de ausencias, que los actuales campeones superaron las suyas: Lázaro Blanco, caballo de batalla de los play off, los primos Santos y Guillermo García, que es como decir la mitad de un conjunto… y ahí están por su cuarta corona en igual cantidad de finales.
Advertí que con un solo lanzador se puede ganar una subserie como lo hizo Yuen Socarrás; pero lo cierto es que el primer lugar de pitcheo de toda la serie se transformó, tanto frente a Pinar del Río como ante Matanzas, en un box inestable, inefectivo y poco confiable, con apariciones decorosas de José Luis Braña y solo una de Yankiel Mauris.
Lo de la presión se advirtió en la mecánica defensiva, imprecisiones en los jardines y alrededor del siol, toques fallidos, mal corrido de bases… Pudo olerse en decisiones cuestionables, como lanzarle a Erisbel Arruebarruena, que nos ganó el play off, o insistir como emergente con Yunieski Barroso, si no está en su mejor momento u optar por un lanzador juvenil en medio de un juego clave.
Insisto. Nada demerita el bronce; ni la entrega y combatividad de los muchachos; ni desempeños como los de Yunior Ibarra, líder en impulsadas con 12, Daviel Gómez, desbordado en la ofensiva y espectacular a la defensa o Dismany Ortiz, que les bateó a derechos y zurdos; ni los destellos circunstanciales de otros.
Volvamos a los bandos. Nada justifica en la afición actitudes reprobables como ofensas a sus propios jugadores tras las derrotas. No es, por suerte, generalizado. Luego del triunfo ante Pinar, el Huelga se abarrotó; aunque, después del descalabro inicial ante Matanzas, las esperanzas comenzaron a ceder y las gradas a vaciarse como presagio de esa crónica de muerte anunciada que resurge los fantasmas hacia un equipo que otra vez llegó, pero no se pasó y cuyo nivel mantiene un techo: en 61 años no ha podido conquistar más que un oro, una plata y cuatro bronces.
No es esta la gran actuación con que algunos sobredimensionan el papel de los Gallos. Hay que ver el real color de la medalla, que no es como el bronce de los niños en el Panamericano Sub-15. La pasión y el conformismo no deben colmar el realismo para poder encarar las carencias que nos separan de ese sueño colectivo que sigue teniendo al título de 1979 como un referente inalcanzable.
Excelente artículo. Gracias Elsa. Disfrutemos el tercer lugar alcanzado. Coincido también con el comentario del colega José. R ellos son sus propios rivales. Hasta que no tengan su propia mentalidad ganadora y se crean ellos mismos que si pueden no llegaremos nuevamente a una final. Solo agrego una cosa. La generación de Yunior, Daviel, Moreno, Ortíz, Maury, Santos, Guerra, Zerquera, Fernández, César, Rey Richards y otros jóvenes más serán campeones!! Arriba mis Gallos!!!!
100 por ciento Elsa
Comentario muy completo. Me gustó
Algo que no se puede quedar en el tintero es la decisión de Eriel Sanchez de mantenerse con el equipo de los gallos y no asceder a ser el mentor del equipo Cuba sub 23. Es algo que mas alla de cualquier resultado, señores mis respetos y agradecimiento. No seamos conformistas, pero mucho menos injustos. Eso sí, quedó demostrado una vez más que somos nuestros mas potentes rivales. Hasta que no nos ganemos a nosotros mismos no habrá nada.
Coincido con el análisis de Elsa. Hay que ser realista. En el playoff frente a Matanzas falló el picheo, bateo oportuno y decisiones cuestionables. Como dice Anglada faltó actitud, entrega y caracter por parte del equipo . No obstante los felicito por la medalla de bronce, merecida por su desempeño en toda la campaña.
Yo no soy parcial de SS, por lo que puedo realizar una valoracion objetiva y desapacionada. Tratare de lograrlo. Antes de empezar la contienda, valorando la salida de dos buenos lanzadores como damichel y alvarez, asi como los sub 23 que abandonaron, vaticine que SS entraba en el grupo de holguin, ciego, camaguey, vc, e isla que debian discutir el 8 vo, pues los demas repartidos estaban entre los equipos fuertes ( insisto en fuerte y no grande) granma, matanzas, las tunas y los industriales, dos puestos reservados a equipos muy peloteros que en 20 o 30 años de convincentes demostraciones se les llama grandes, SC Y PR, un puesto al emergente y combativo mayabeque, que desde el año pasado aseguro esta clasificatoria. Bueno pues SS me destrozo el pronostico y no solo clasifico, fue el mejor de 16 equipos participantes en 75 juegos. Luego en el cruce con Pinar,me volvi a equivocar,los espirituanos demostraron en 7 juegos que la historia es eso y en la actualidad hay nuevos codigos. Aun se debe analizar la barrida que les dio matanza: cuanto corresponde a errores de direccion, cuanto al azar que existe en cada juego y cuanto a las brechas de un a otro año. Mi apreciacion, vs matanzas le fallo el pitcheo y algunos veteranos como mendoza y freddy estaban en turnos de demasiada responsibilidad, sin estar en su mejor momento. Y sin dejar de reconocer que matanza a cada juego le puso el extra que nadie esperaba y los tomo desprevenido. Vencer a Pinar fue la proeza del equipo, perder con matanzas en juegos reñidos no es una deshonra. Ss es una provincia pequeña, al igual que la mayoria de las actuales provincias año tras año se quedan fuera del oro. Si contamos los que no ganan hasta ahora tenemos a guantanamo, cienfuegos, la isla, camaguey, y las nuevas artemisa y mayabeque. Y que han ganado muy casualmente comparten con holguin uds. Ciego, las tunas y granma, equipos que en los ultimos años han ganado campeonatos esperaron mas de 30 -35 años para lograr un triunfo, y muchas veces con refuerzos que han jugado un papel protagonico. Que conste, no quiero demeritar, lo que quiero es trasmitir que no ser campeon no es una mancha o verguenza. Yo valoro de muy positiva la actuacion de los gallos este año.
Me gustaria que la polemica sombre la actuacion de Los gallos siguiera . Sería interesate la opinión de técnicos y entrenadores de bateo y defensa.
Qué opinión les Merecen .¿ porque le resulta difìcil al equipo conectar con corredores en bases desarrollar tocadores de bola q sorprendan y se embasen toques que pase al pitcher. Mejorar la defensa disminuir Los errores en fin jugar más exacto.? Será posible de cara a futuras campañas.
En el área de picheo mejorar el control de Los más jóvenes y la incorporación de Nuevos tipos de lanzamiento en Los más expertos.
Para ganar a matanzas se necesitará un pitcher experto en lanzar el 8vo ining. Que piensan Los estrategas del equipo de Los gallos
Esperaba este comentario, cómo siempre certero y justo, de acuerdo 100 por ciento y si creo que ganarle a Pinar creo espectativas en el pueblo lo que no justifica ofensas a nuestros atletas. Cierto también que hubo mala organización en ese recibimiento. Pero bueno nada Felicidades a los gallos como buena apasionada espero un día ese triunfo.
POR SUPUESTO ESTUPENDO COMENTARIO, ES EL RETRATO DEL EQUIPO POR AÑOS, HECHO POR LA MEJOR PERIODISTA DEPORTIVA DE CUBA.
Creo que son 3 bronces con Lourdes, 1 con José Raúl y 1 con Eriel.
Como siempre EXCELENTE COMENTARIO. Objetivo e imparcial. Lo mejor…el último párrafo que resume todo.
Me parece que con este son 5 bronces los del equipo en Series Nacionales, los estadistas por favor que indaguen en la historia beisbolera y nos actualicen.