Aprovechar al máximo las potencialidades del bejuco leñatero, la campañilla y las excelentes floraciones en las zonas montañosas, se vuelve la brújula que seguirán a partir de ahora los apicultores espirituanos, que tienen delante la llamada zafra de la miel y el empeño de acopiar en el cuatrimestre final 464 toneladas, producción que representa más del 60 por ciento de las 700 toneladas inscritas en la partida económica del presente año.
Mas que el cuatrimestre final, el período octubre-diciembre se vuelve el botín de la miel en Sancti Spíritus, históricamente la etapa más favorable para la producción por la mejor manifestación de las floraciones y el potencial melífero de la época.
Al decir de Amaury Santander Hernández, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Apícola Sancti Spíritus, el presente año ha sido desafiante para el sector, no solo por el impacto que deja en el ecosistema el atípico régimen lluvioso; sino también porque se han tenido que desplegar diversas alternativas de trabajo para encarar la falta de electricidad que frena la elaboración de la madera para fabricar los elementos de la colmena, proceso concentrado en una carpintería con el correspondiente equipamiento.
Destacó que no basta con llegar a la mejor etapa de la miel si no se dispone de componentes esenciales, de ahí la actual distribución de las láminas de cera necesarias para reemplazar en las colmenas.
“Ante la falta del fluido eléctrico hemos apelado a la cooperación con los productores para no detener la fabricación de los cuadros de la colmena, también actuamos en el aseguramiento del combustible de la cosecha a través del esquema de divisas aprobado y buscar otros recursos como los bidones donde se acopia la miel”, detalló Santander Hernández.
La llegada del mejor momento productivo para la Apicultura en el territorio —añadió— incluye trabajar en las castras de limpieza en los emplazamientos de los apiarios y se complementa con la preparación de los productores a través del intercambio, una capacitación enfocada hacia un objetivo: lograr los mayores indicadores de rendimiento de miel por colmena, el mejor medidor de la cosecha.
En los últimos tiempos, el mejor resultado de la Apicultura espirituana se localiza en el sector campesino que normalmente tiene los apiarios en sus entornos y con alternativas de movilidad propia logra realizar a tiempo las labores de castra y posterior traslado del producto.
En cambio, las Unidades Básicas de Producción Cooperativa reflejan un desempeño menos favorable, como quiera que explotan casi la mitad del parque de colmenas de la provincia con una tecnología de trabajo concebida en lugares alejados y de difícil acceso, un esquema que las hace más dependientes de los recursos y el transporte automotor.
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