Nacido en 1894, Sandalio Junco comenzó como miembro del sindicato cubano de panaderos. En 1920 se unió a la Federación Obrera de La Habana (FOH), un sindicato anarcosindicalista activo en las luchas laborales. A través de esta organización se llevó a cabo el Segundo Congreso Nacional de Trabajadores, donde los participantes expresaron demandas de mejoras como la igualdad de salarios para trabajos similares y una jornada laboral de ocho horas.
En 1925, Junco se dio cuenta de que la FOH era demasiado regional y estaba limitada, por eso pasó a formar parte de la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC). Con Junco como su secretario internacional, la CNOC trabajó por los intereses del proletariado cubano y a menudo se manifestó contra el gobierno de Gerardo Machado.
En ese momento, Junco también era un miembro destacado del Partido Comunista de Cuba (PCC), alineado con la Comintern. Sin embargo, fue arrestado y encarcelado ese mismo año por un complot de bomba en la misma causa que Julio Antonio Mella. En 1928, unos años más tarde, Junco huyó de Cuba a México para escapar de la represión de Machado.
Durante su tiempo en México, Junco se mantuvo cerca de Mella. Ayudó a fundar la Asociación de Nuevos Emigrados Revolucionarios Cubanos (ANERC) y trabajó con el Partido Comunista de México (PCM). Además, se convirtió en secretario del Caribe de la Confederación Latinoamericana del Trabajo y secretario provisional de la Liga Antimperialista Panamericana (AAAIL).

En 1930, Sandalio Junco fue arrestado debido a sus acciones sindicales en México. Se las arregló para organizar una defensa con la ayuda de una campaña regional, y gracias a esta ola de apoyo, el gobierno mexicano lo liberó y volvió a huir, esta vez a Europa.
En su tiempo en la URSS, Junco comenzó a desarrollar sus puntos de vista trotskistas, al cuestionar el papel y las acciones de la Comintern bajo Stalin. En particular, no estaba de acuerdo con el papel y el camino de la revolución en Cuba, pues sostenía que el país debería experimentar una revolución socialista, pero que no estaba lista para tal revolución contra Machado.
En 1932, Junco regresó a Cuba y continuó trabajando como líder sindical y como figura trotskista en la lucha contra el Partido Comunista de Cuba, alineado con la Comintern.
En 1935, Junco se unió al partido Joven Cuba, del cual fue su secretario de Trabajo. Organizado por Antonio Guiteras, Joven Cuba era un partido de izquierda con influencias entre los estudiantes y los trabajadores. En 1937 también pasó a formar parte del Partido Auténtico del ex presidente Ramón Grau San Martín, donde estableció la Comisión Obrera.
Sandalio Junco fue asesinado el 8 de mayo de 1942. Ese día se cumplía el séptimo aniversario de la muerte de Antonio Guiteras, fundador de Joven Cuba y “el más izquierdista de los miembros del gobierno de Grau San Martín”, y se organizó una reunión para conmemorarlo. Junco iba a ser el orador principal en el evento, pero más temprano un grupo de estalinistas irrumpió y le disparó, matándolo a él y a dos más, e hiriendo a otros. La muerte de Junco despertó una ola de protestas en toda Cuba, que se sumó a los disturbios ya presentes en la isla.
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