Juez espirituano impartió justicia en Asunción

Yurislando Romero Hernandez tuvo el privilegio de intervenir como árbitro en la competencia de taekwondo de los II Juegos Panamericanos Junior

Hay muchos árbitros de alto rango y es bueno compartir con ellos esta experiencia., comentó Yurislando. (Foto: Elsa Ramos/ Escambray)

El espirituano Yurislando Romero Hernández tuvo el privilegio de impartir justicia en las competencias de taekwondo de los II Juegos Panamericanos Junior de Asunción, Paraguay, para vivir su primera experiencia en juegos múltiples.

“Para mí ha sido un gran orgullo, es una satisfacción en mi carrera deportiva como árbitro que haya sido seleccionado para este evento y poder presenciar en vivo el escenario. Es muy grande esa emoción de ver a tantos atletas que luchan por alcanzar su gran sueño, que es ser campeón panamericano en esa categoría.

“Hay muchos árbitros de alto rango y es bueno compartir con ellos esta experiencia. De aquí uno se lleva todos esos pequeños detalles, errores que ves que cometes y ellos te aclaran, te corrigen, te enseñan, ante todo te educan, como debe ser”.

En Asunción, Yurislando consiguió adquirir “mucho conocimiento en el tema del arbitraje, un aprendizaje muy bueno y estoy muy agradecido de que me hayan escogido los miembros de la Unión Panamericana de Taekwondo”.

Manifiesta que el nivel técnico fue muy bueno en parte de los atletas. «Solamente hay que decir que en cada división habían clasificado los ocho primeros por el ranking, quiere decir que el nivel aún estaba alto para este certamen, donde también muchos se estaban jugando su clasificación al próximo evento que les corresponde en esa categoría”.

Las reclamaciones estuvieron a la mano en los combates: ”Cada entrenador tiene derecho a hacer las suyas, principalmente están en los puntos técnicos cuando hay pateo de giro, que sólo el sistema registra dos y el entrenador tiene el derecho de que se le adicionen los dos puntos, sea al peto o la cabeza. Y lo otro es que a veces los atletas patean a la cabeza y el casco tiene un sensor y a veces dan en una parte donde no está el sensor y no saben los puntos. Las reclamaciones no son muchas, son precisas y exigentes porque ellos saben que si hacen una que no esté de acuerdo con lo que están reclamando pueden perder la tarjeta y eso llega a costar hasta una pelea”.

En Asunción los atletas cubanos protagonizaron una faena muy eficiente al llevarse un título y un bronce con solo tres atletas. Desde la silla cercana, Yurislando tuvo que vivir las emociones sin despojarse de su papel imparcial.

“Me preparo siempre cuando me toca hacer de árbitro en la jornada. Yo me olvido de que soy entrenador, uno siempre siente ese orgullo de ver al atleta de su país que salga bien, ganando, pero hay que mantener la calma y estar tranquilo. Uno por dentro siempre está con ese entusiasmo de que el atleta gane por el país, ya que lo vino a representar, pero hay que estar calmado porque vine de árbitro, no de entrenador, ni de público, ni nada”.

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

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