La profecía de Fidel

Hace 25 años, el 28 de junio del 2000, regresó a Cuba el niño Elián González Brotons— acompañado de su padre Juan Miguel— quien había sido secuestrado por la mafia cubanoamericana de Miami, Florida

Fidel lideró la batalla a favor de la devolución de Elián a la isla caribeña. (Foto: PL)

Supimos que era cierto cuando vimos salir de la panza metálica de la pequeña aeronave a Juan Miguel González y a Elián. Habían partido desde Estados Unidos, y en un abrir y cerrar de ojos, aterrizaron en el aeropuerto internacional José Martí; aunque, en verdad, el viaje tuvo más de un sobresalto, asociado a una turbulencia.

Al parecer, la naturaleza se confabuló a favor de quienes, en Miami, Florida, secuestraron al niño por más de cuatro meses y rezaron para que el avión cayera, se desplomara antes de tocar suelo habanero. Pese a esos maleficios, a las 7 y 53 de la tarde noche del 28 de junio del 2000, las cámaras de la Televisión Cubana regalaron las imágenes a la opinión pública: Juan Miguel bajaba por la corta escalerilla con Elián contra su pecho.

En Estados Unidos, perdió la cuenta de las amenazas recibidas; entre estas la de secuestrarle, también, a su otro hijo. Explicable, por tanto, la duda del padre sobre dónde habían aterrizado. “Por eso, al llegar al aeropuerto, bajo del avión con el niño medio que tranca’o, inseguro, porque todavía no sabía dónde estaba pisando. “Podían haberme cogido y llevado para otro lado. Y veo a los alumnos, la familia, la escuela; ahí me percato que estoy en el aeropuerto José Martí, y entonces suelto al niño”, relató a este reportero.

Toda incertidumbre se disipó cuando escuchó cientos de voces en una sola voz: ¡Elián, Elián, Elián! Y la profecía de Fidel dejó de ser profecía. Hacía casi siete meses atrás, el 2 de diciembre de 1999, el propio Comandante en Jefe le aseguró que el pueblo entero se volcaría a las calles y plazas a reclamar la devolución de su hijo, encontrado desfallecido sobre una cámara de neumático en medio del océano el 25 de noviembre, frente a Fort Lauderdale.

Dos días llevaba Elián a la deriva, desde que la embarcación rústica donde viajaba ilegalmente hacia Estados Unidos, llevado por su madre Elizabeth Brotons, naufragara con la consiguiente pérdida de la casi totalidad de sus tripulantes. “Me quedé dormido; cuando volví a abrir los ojos, no vi a nadie, no vi a mi mamá”, contó años después.

Fiel a sus genes políticos, la mafia cubanoamericana hizo del rescate un show, más aún del caso, y se negó a entregar al niño, llevado a la casa de un tío abuelo en la Pequeña Habana, sumado a la conjura y a quien una jueza de Miami le concedió la custodia legal del menor.

Con la visión de estratega, Fidel declaró públicamente que, si Elián no era devuelto, Cuba desataría una épica sin precedentes. El 5 de diciembre, los asistentes a la VIII Conferencia Nacional de las Brigadas Técnicas Juveniles exigen su retorno frente a la entonces Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana. El día 10, miles de espirituanos demandaron a Washington el regreso de Elián, desde la Plaza de la Revolución Mayor General Serafín Sánchez Valdivia.

Por todo el archipiélago, se replicaron las marchas y las tribunas abiertas. El 16 de diciembre nació la Mesa Redonda Informativa, cuya primera emisión se tituló “¿En qué tiempo se puede cambiar la mente de un niño?”. Fidel escribió el artículo “¡Salvemos a Elián!”, difundido en el semanario Trabajadores el 20 de diciembre. La Batalla de Ideas tomaba cuerpo.

En enero del 2000 las abuelas del niño llegan a Miami. Ante las dilaciones judiciales, Juan Miguel arribó a Estados Unidos el 6 de abril. En la madrugada del día 22 un operativo federal rescató al pequeño de seis años. La Fiscal General Janet Reno anunció a través de la cadena CBS: “Ahora Elián está en avión en dirección a la base aérea Andrews en Washington DC, donde se reunirá con su padre”.

28 de junio: La Corte Suprema de EE.UU. denegó la solicitud de interdicto presentada por los abogados de la mafia de Miami, que impedía el regreso del niño a la isla. Exactamente, a las 7 y 53 de aquella tarde noche, Juan Miguel descendió del avión con el niño asido contra su pecho. Al tanto de todo ello permanecía Fidel, quien comandó y ganó aquella batalla sin disparar un solo tiro.

Enrique Ojito

Texto de Enrique Ojito
Premio Nacional de Periodismo José Martí, por la obra de la vida (2020). Máster en Ciencias de la Comunicación. Ganador de los más importantes concursos periodísticos del país.

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