Sabía que su hermano levantó la casa de madera y tejas de fibrocemento —casi prendida con alfileres— en un farallón, al borde de un arroyo, allá por Romana 7, entre Palma Soriano y Contramaestre, Santiago de Cuba. Desde Sancti Spíritus, la hermana periodista se deshizo en consejos, en alertas tempranas, como diría un experto en Defensa Civil: asegura el techo con sacos de arena; ahora que tienen corriente, vean el Noticiero… Ella sentía, por la voz, que el hermano estaba “medio quitá’o de bulla” ante el inminente arribo del ciclón por un punto al sur de Oriente.
Por mucho que uno tire la memoria hacia atrás, hasta hoy ningún huracán de gran intensidad puso a los cubanos y cubanas tan sobre aviso, como acaba de ocurrir con este fenómeno hidrometeorológico, bautizado con el nombre de Melissa, una de las ninfas que salvó a Zeus de su padre Cronos, según la mitología griega.
Mas, esta versión moderna y real de Melissa no tuvo nada de bienhechora, como la del mito griego. Y así lo intuyeron los especialistas del Instituto de Meteorología, quienes desde el 20 de octubre no le quitaron ni pie ni pisada a la zona de bajas presiones formada en el seno de una onda tropical al sur de Haití, en el mar Caribe centro-oriental. Y como lo auguraron, este sistema devino al día siguiente la decimotercera tormenta tropical de la actual etapa ciclónica.
De ahí en adelante, Melissa se pavoneó como le vino en gana al sur de Haití y Jamaica. Poco a poco alimentó su furia en las calientes aguas del Caribe central, y en la tarde del sábado la inocente Melissa hacía titular, al convertirse en el quinto huracán de la temporada.
En consecuencia, el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil decretó la fase de Alerta para las provincias orientales, que permanecían en la Informativa desde el viernes 24 de octubre. Tres días después, dicho órgano declaró la Alarma para esos propios territorios. Melissa alcanzaba la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson. Y en cada fase, la misma premisa: debe parecer poco todo cuanto se haga para salvar las vidas humanas.
Hasta carretones, tirados por caballos, sirvieron de transporte para llevar a personas a sitios más seguros; escenas que cebaron a algunas tiñosas en las redes sociales, como si lo más significativo no fuera la salvación humana.
Con cierto retraso —alrededor de las tres de la mañana de este miércoles—, el ojo de Melissa tocó tierra, con categoría 3, en la mayor isla caribeña por la playa El Francés, municipio de Guamá, Santiago de Cuba. Desde mucho antes, este organismo ciclónico impuso su ley en Oriente. Sus rachas de viento, tan filosas como la más cortante navaja, talaron árboles, postes eléctricos, los techos de cuanta casa se le atravesó en el camino.
—Oye, esta ventolera está guapa, guapa, le comentó el hermano, al filo de las dos y treinta de la madrugada, a la periodista espirituana.
Y las lluvias sacaron de sus mansos cauces a ríos y arroyos, que se volvieron no tan mansos, y se llevaron todo cuanto encontraron a su paso, como los afilados vientos; así ocurrió en comunidad de Santo Domingo, antesala del pico Turquino, en la Sierra Maestra. “Las aguas bajan arrollando todo”, describieron en redes sociales.
También en la madrugada, la Televisión Cubana transmitió la historia de 17 pobladores de El Cobre, aislados por la crecida del río de la localidad. “Los rescatistas llegaron rápido al pueblo; nos han llamado, pero no han podido cruzar, porque el camino está obstruido y no entraría un vehículo”, le confesó el doctor Lionnis Franco al colega Dayron Chang.
El final de lo acontecido con los residentes en este poblado santiaguero está por conocerse; así como de otras historias de solidaridad, dejadas a su paso por el huracán Melissa, que abandonó la isla en la mañana de este miércoles por Banes, Holguín. Y mientras se adentraba en las aguas del Atlántico, el alma le vino al cuerpo de la periodista espirituana, quien no pegó un ojo durante toda la madrugada; menos todavía al saber que el centro de Melissa atravesó Contramaestre.
—¡Mi hermana, estamos vivos!
Escambray Periódico de Sancti Spíritus











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