La versión 64 de la Serie Nacional de Béisbol entra en fase de definiciones. Solo dos subseries oficiales le restan al calendario cuando concluyan las que se juegan en estos momentos, aunque se sabe que habrá que celebrar varios juegos pendientes para decidir los ocho clasificados a la postemporada.
Alienta saber que, a estas alturas del campeonato, los Gallos se mantienen en la pelea por incluirse en ese selecto grupo en el que han estado casi siempre en las últimas campañas.
Justo ese es el primer mérito de la escuadra, que ha mantenido un paso estable durante toda la temporada al punto que nunca han cruzado la raya fuera de los ocho primeros. Los yayaberos han ganado ocho subseries y solo han perdido cuatro, lo que les garantiza un balance positivo entre victorias y derrotas, aunque ahora están en la cuerda floja.
Pero veamos opciones y realidades. Al comenzar los partidos de fin de semana, la tropa de Luisvany Meneses se encuentra justamente en el límite de los optantes al ocupar el octavo puesto, o lo que es lo mismo, el que concede el último pasaje.
Lo que pasa es que varios de los aspirantes que los persiguen en la tabla tienen partidos pendientes y eso creará una especie de suspenso en los finales, cuando entran a jugar “otros demonios”, sobre todo si los enfrentamientos se desarrollan ante equipos ya eliminados.
Claro que aquí no se cuenta la deuda colectiva de todos los equipos, cuando la Serie Nacional paralizó su calendario por el paso del huracán Melissa por el territorio nacional, principalmente en la zona oriental.
Por lo que dice la tabla, eliminados como tal solo hay tres elencos: Isla de la Juventud, Camagüey y Guantánamo, aunque hay otros que casi lo están, como Villa Clara, Ciego de Ávila y Santiago de Cuba; pero, ojo, todos tienen deudas de encuentros, mucho más los naranjas.
Entre los que acechan a los Gallos y se acercan al menos a ese octavo boleto figuran Pinar del Río y Granma, ocupantes de los puestos noveno y décimo. ¿Qué preocupa? Que, en caso de empate, estos dos elencos son de los cuatro que les ganaron la subserie a los Gallos: los pativerdes 4-1 y los alazanes 3-2 —los otros dos fueron Artemisa (4-1) y Cienfuegos (3-2)—.
Mas, antes de llegar a ese rompecabezas probable, existe una realidad. De los aspirantes, los nuestros llevan ventaja porque hoy están en zona clasificatoria y dependen, en buena medida, de lo que puedan hacer ellos mismos, aunque después les restaría esperar por el desenlace de los encuentros pendientes.
¿Qué les queda para completar el calendario? Cuando terminen este fin de semana el cotejo ante Las Tunas, líder de la tabla, viajarán a tierras del sotanero Guantánamo, una subserie que pudieran aprovechar a su favor.
Luego habría que ver cuándo se desarrolla el cotejo particular pendiente ante Mayabeque, uno de los aspirantes y en zona de clasificación, por lo que ello agrega tensión a los enfrentamientos entre ambos, que, por cierto, se desarrollarán en el estadio Nelson Fernández.
Para ese entonces debe estar un poco más claro el camino. Con varios elencos prácticamente ubicados en la postemporada, como Las Tunas, Matanzas, Industriales y Holguín, la lógica parece decir que para acceder a esa fase los espirituanos deben superar las 40 victorias, una cifra que, desde fuera, se ve como alcanzable.
Mientras llegue ese rompecabezas, repasemos lo hecho hasta aquí por los ahijados de Meneses. Aparte de los primeros traspiés de esta semana ante los actuales campeones nacionales, hay que decir que los Gallos supieron reponerse del único mal momento que han atravesado en la campaña cuando perdieron cinco juegos seguidos y la subserie ante Artemisa.
Ganarle 4-1 al entonces puntero Holguín en el Huelga la pasada semana fue una inyección de oxígeno, no solo porque los reacomodó en la zona de clasificación, sino por la manera en que definieron los partidos, dos de ellos en los finales, con el protagonismo de Frederich Cepeda Jr.
Para muchos incidió el hecho de las ausencias en las filas holguineras por enfermedad, pero lo cierto es que en esta serie la inmensa mayoría de los equipos se ha visto afectada en algún momento por esa causa.
El propio Sancti Spíritus se ha resentido desde el inicio por esa razón y también por las lesiones, sobre todo de sus lanzadores. Se sabe que tanto Eriel Sánchez como Luisvany han apelado a las figuras jóvenes para suplir ausencias notables en el box.
De lo contrario, no podría explicarse que un elenco, que no ha podido contar con uno de sus principales brazos, el zurdo Ariel Zerquera, por lesión, ni con otro de sus abridores Carlos Michel Benavides, y al que tampoco le han rendido como se esperaba Alex Guerra y José Eduardo Santos y que tuvo que prescindir la mayor parte de la campaña de su principal apagafuegos Yanielquis Duardo, se haya mantenido todo el tiempo en la lucha por la clasificación.
Por suerte, otros han suplido con creces, como José Isaías Grandales —otra vez en una gran campaña—, Fernando Betanzos, José Luis Braña y Yankiel Mauris, esencialmente.
Guiado por el influjo de su emblemático capitán Frederich Cepeda, lo ha hecho también por el protagonismo de los jóvenes en la ofensiva, algunos de los cuales tienen aun edad juvenil.
Un área que sí ha dado dolores de cabeza es la receptoría, que se ha resentido, y mucho, por la ausencia de Yaidel Guerra Cabello, tanto, que es a la que más le roban en toda la campaña.
Pero en estos compases finales todo juega. Llegado a este punto, aunque muchos le reconocen el desempeño a los Gallos, con el boleto casi en mano, esperan que pueda concretarse la clasificación para coronar una buena campaña. Lo mejor, entonces, está por venir. Guarde energías y nervios.
Escambray Periódico de Sancti Spíritus











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