Trinidad: Rostros del 26 (+fotos)

Antes de conocerse los resultados de la emulación por la efeméride del Moncada en Sancti Spíritus, el reparto Félix Salabarría ya vivía su 26. En este barrio perteneciente al Consejo Popular la Purísima, en Trinidad, se ha trabajado con la manga al codo para materializar varias acciones que contribuyen al embellecimiento del entorno y a la rehabilitación de servicios básicos.

Pero ahora la convocatoria adquiere mayor realce y suma a los trinitarios a un programa de trabajo en aras de impulsar tareas en el orden económico, productivo y social, cuyo éxito dependerá, en gran medida, de las iniciativas del pueblo trabajador y su capacidad para sobreponerse a las limitaciones y carencias que coartan aspiraciones más sustantivas.

Después de 13 años, regresa a Trinidad la sede del acto provincial por el 26 de Julio y constituye, en opinión de William Rodríguez Turiño, primer secretario del Comité Municipal del Partido, un reconocimiento al esfuerzo colectivo y a los resultados de sectores como la Salud Pública y la Educación, con indicadores positivos durante la etapa que comprende esta emulación.

Las deficiencias e insatisfacciones tampoco se desconocen. “Tenemos que cerrar filas contra las indisciplinas, los precios excesivos y otras problemáticas que atentan contra el bienestar de la población. Son prioridades del trabajo político para esta etapa en la que hemos previsto desarrollar alrededor de 70 acciones con la participación de todas las entidades y organismos del territorio”, asegura.

UN BARRIO NUEVO EN SALUDO AL 26 DE JULIO

Bárbara Martínez Sánchez ha visto crecer el barrio que estrenó cuando se entregaron las primeras viviendas. “Era una niña, pero recuerdo la alegría de mis padres cuando abrieron la puerta y encontraron una casa amueblada con todo”.

Desde entonces reside en este reparto construido en los primeros años de la Revolución para aliviar las condiciones de precariedad en que vivían los lugareños. “Se inauguró el 14 de febrero de 1964, un día muy especial”, recalca Bárbara.   

Félix Salabarría fue creciendo y le nacieron varias instituciones sociales como la bodega, una escuela primaria y el consultorio médico de la familia. Mas, con el paso de los años se dañó la infraestructura de estos inmuebles, perdió todos sus encantos el parque de la comunidad y algunas problemáticas sociales fueron diagnosticadas en el vecindario. Sin ser una fórmula mágica, parte de la solución a estos malestares ha sido posible gracias al programa de reanimación de comunidades y barrios en situación de vulnerabilidad, con cuantías este año por encima de los 17 millones de pesos, monto aprobado por la Asamblea Municipal del Poder Popular. 

Por ello la delegada de la circunscripción, Osnedy Valmaseda Medina, habla con regocijo de cuánto se ha logrado en este barrio en transformación, incluso en un contexto nacional y municipal tan difícil. 

“Se comenzó por lo más complejo, una fosa que vertía en el parque. En los trabajos intervinieron Recursos Hidráulicos y la mipyme Sueños Construidos, a la que le debemos este lugar tan acogedor”, dice mientras señala el espacio público donde se recuperaron las áreas verdes, se instalaron cuatro farolas grandes y siete más pequeñas en las entradas y se colocaron 12 bancos fundidos en aluminio.

Con los propios vecinos, Escambray contrasta este criterio y hasta lo suscribe mientras percibe un sentimiento de gratitud colectiva. “Vivo frente al parquecito que ahora es el orgullo de todos aquí, se siente una impresión diferente cuando uno entra al barrio”, refiere Nancy Fundora Liriano.

La joven es también una de las maestras de la escuela primaria Félix Salabarría, beneficiada por este programa, y donde se ejecutaron varias acciones constructivas, como la reparación de los baños, la construcción de un local para la dirección, de una acera de acceso a las aulas traseras y de la cerca perimetral, además de la pintura de todo el plantel.

La imagen que muestra hoy es el resultado del trabajo y el aporte colectivo. Lo afirma Eloida Carballo Sandoval, directora de la Periferia Uno, que incluye tres centros educacionales, Félix Salabarria, como la escuela madre, Mario Muñoz, en la comunidad Santiago Escobar, y Julio Pino, en el poblado de playa La Boca.

“Ha quedado muy bella; los niños están muy felices y los padres también. Este curso tenemos alumnos de primer a cuarto grados, pero el próximo queremos retomar el prescolar. Hemos recuperado maestros jubilados muy buenos y eso favorece el proceso docente educativo”.

Muy próximo a la escuela se ubica el consultorio del médico de la familia. La doctora Bárbara Reguera Puerta agradece las labores ejecutadas, entre las que sobresalen la instalación del tanque de agua, la remodelación de la meseta en el área de consulta y la construcción de una cerca que deslumbra por sus tonos de azul intenso.

Según explica esta profesional de la medicina, en la población que reside en el reparto Félix Salabarría predominan los adultos mayores, por lo que las acciones de salud están encaminadas a trabajar sobre los factores de riesgo asociados a las enfermedades crónicas no transmisibles. “Otra prioridad es el Programa de Atención Materno Infantil, con el seguimiento a los 14 niños menores de un año y las 10 embarazadas”, acota.

PARTICIPACION POPULAR EN EL CENTRO DE LA TRANSFORMACION

La esencia de este programa apunta a que la población sea protagonista de la transformación, una premisa que ha estado presente en el renacer de esta barriada trinitaria.

“La gente coopera, todo el mundo ha puesto su granito de arena”, expone Bárbara con la autoridad que le dan los años vividos. “Félix Salabarría tuvo el privilegio de recibir al Presidente del país, yo estuve al lado de él, fue un momento inolvidable para mí”.

Como ella, otros vecinos evocan la visita del Primer Secretario del Comité Central del Partido, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el pasado 19 de febrero. “Todo el pueblo estaba aquí”, recuerda Gonzalo Ruiz del Sol, administrador de la bodega La Arboleda, también favorecida por la reanimación.

El aporte de todos se constata y agradece; desde el vecino que ayudó a cargar materiales, hasta el de los trabajadores de las entidades estatales y de los nuevos actores económicos para construir entre todos entornos comunitarios más agradables; el reconocimiento para las mipymes El Niñi, Construcciones Liz y Sueños Construidos, y también para Rosa Ortiz, una de las vecinas siempre dispuesta a compartir el buchito de café o la merienda.

La delegada de la circunscripción y, a su vez, presidenta del Consejo Popular, no quiere dejar de mencionar la participación del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social en la atención a familias en situación de vulnerabilidad. “Hemos identificado 24 personas con disímiles problemáticas; se les ha dado atención, así como a las ocho madres con tres o más hijos. La comisión de prevención trabaja sistemáticamente”.

En la agenda de trabajo quedaron planteamientos pendientes, algunos con solución a corto plazo, como la terminación de un área deportiva; mientras otros dependerán de recursos con los que hoy no se cuenta: la mejora del vial de acceso al barrio y la asignación de nuevas capacidades telefónicas, pues la cobertura es mínima.

Sin embargo, Osnedy asegura sentirse satisfecha por el renacer del reparto Félix Salabarría, donde también reside. Ella no duda en describir a su gente. “Son personas laboriosas, alegres, abiertas al diálogo. No podemos cansarnos de explicar el esfuerzo realizado en beneficio del pueblo; ahora nos toca cuidar lo que se ha hecho”.