De no figurar en el primer llamado de refuerzos, el espirituano Ariel Ernesto Zerquera Felipe pasó a la lista de los peloteros más destacados en la III Liga Élite del Béisbol Cubano, como una pieza clave para que Ciego de Ávila se convirtiera en el primer clasificado a la postemporada del evento.
Su cierre no pudo ser mejor al ser seleccionado como el lanzador más destacado de la penúltima semana del torneo, en la que ganó los dos juegos que abrió, no permitió carreras limpias y ponchó a nueve con WHIP de apenas 0.88.
Así, selló un desempeño que lo catapulta como uno de los mejores lanzadores de la Liga. El trinitario es líder en juegos ganados con siete, de nueve que inició; resulta el más trabajador con 54.2 innnings; comanda junto a otros lanzadores las lechadas con una; su efectividad es la cuarta mejor de la campaña con 2.14 PCL y su WHIP es de los mejores, con 1.30; además de registrar 27 ponches propinados contra 21 boletos otorgados.
Tal desempeño asombra más cuando se sabe que Zerquera estuvo fuera del box por meses por una lesión y que sus últimas dos Series Nacionales fueron bien discretas, tras una temporada 61 que lo llevó del anonimato a la gloria al ser el lanzador zurdo del Todos Estrellas.
No puede haber, por tanto, mejores signos de recuperación. “Sufrí una lesión un poquito grave —comenta a Escambray vía WhatsApp en medio de la subserie ante Industriales en el Latinoamericano—, fue lanzando un juego contra Granma en la Serie Nacional, me salió una fisura, me inmovilizaron el brazo por casi un mes. Después tuve un periodo de recuperación bastante largo, fuerte. Recibí tratamientos con fisioterapia, rehabilitación y después fueron varios meses de fortalecimiento vital, pero gracias a Dios he tenido un buen resultado”.
Los primeros signos de esa recuperación los dio Zerquera en el Torneo Nacional de Clubes Campeones al lanzar para Trinidad casi perfecto. Y eso, al parecer, fue lo que llevó a la dirección de los Tigres a ficharlo, incluso después de estar pedidos los refuerzos.
“Cuando empecé a lanzar con Trinidad en la Serie Provincial era porque estaba completamente recuperado, me sentía bien del brazo, llevaba meses lanzando, haciendo bullpen y me salieron bien las cosas en el Torneo de Clubes Campeones”.
Pero su expresión fue de asombro cuando recibió la llamada de Dany Miranda para proponerle su incorporación a las filas de los avileños, aunque lejos estaba el mánager de imaginar que su decisión tendría tan favorable repercusión para el elenco.
“Lancé poco en la Serie Nacional y suponía que no me pedirían, creo que no estaba en los elegibles o estaba en una segunda bolsa. El contacto llegó a través del Clubes Campeones, le lancé muy bien a Florencia, el equipo de Ciego de Ávila e imagino que todo haya sido por eso, pues nunca me dijeron con exactitud por qué fue, pero lo cierto es que unos días después Dany me preguntó sobre mi disposición para jugar con Ciego y le dije que estaba al cien para apoyar al equipo en lo que hiciera falta”.
¿Cómo se reencontró con el mismo Ariel que fue noticia en la Serie 61? Él mismo responde: “Esa campaña fue muy buena, pero no pudo ser así en la 62, tuve un año malo, eso me sirvió para darme más fuerza y ánimo para seguir luchando y prepararme mejor, y lo mismo pasó en la 63”.
No hubo frustración ni decaimiento. “Solo hice lo que he hecho en los ocho años que llevo en la Serie Nacional, he tratado de sacrificarme al máximo para un día poder llegar al equipo Cuba o ser contratado que es el sueño de cada pelotero en este país”.
Recuperarse es una cosa, pero otra bien distinta es pensar que iba a protagonizar una campaña a la altura que lo ha hecho: “Ganar siete juegos y que iba a ser el líder, eso sería imposible haberlo imaginado, es que no tenía ni pensado estar en la Élite, cuando me llamaron solo sabía que haría un buen papel porque me había preparado y me sentía bien”.
No hay, considera, nada extraordinario en su preparación, ni cambios en la dinámica de entrenamiento que hace con los Gallos. “Llegué a Ciego con una rutina de entrenamiento, ya llevo ocho años de Series Nacionales y tengo la capacidad para saber cómo mi cuerpo responde a un entrenamiento y qué es lo que le hace bien. Cuando llegué el primer día lo primero que hablamos fue eso, los entrenadores han sido muy comunicativos con nosotros, siempre nos dijeron que nos mantuviéramos haciendo lo que estábamos acostumbrados a hacer. Si eso nos daba resultado y era bueno para ellos era una alegría y nunca nos cambiaron. Ya en la Élite lanzando juegos fui ganando la confianza y eso en un lanzador eso es lo principal porque a través de ella es que han venido los resultados”.
Hay, eso sí, una clave que ha sentido en la piel y en el alma. “Somos una familia, nos han acogido así desde el primer día, nos llevamos muy bien todos, incluidos los entrenadores y eso ha sido un eslabón muy importante para lograr los resultados. Además, la atención a los refuerzos en Ciego ha sido muy buena con la unión mancomunada de todos los organismos y los padrinos que nos han puesto, no he tenido ninguna queja, es algo que se debería hacer en todas las provincias, incluso en la nuestra que debía tenerlo en cuenta a la hora de participar en la Serie Nacional, se ha visto en Ciego que un equipo motivado y con buena atención es capaz de alcanzar lo que alcanzamos aquí sin ser en principio uno de los favoritos”.
No está obnubilado con su desempeño y cree que apenas ha correspondido a la alta confianza que Dany depositó en él. Tiene además una convicción personal que ha defendido en cuanto equipo ha militado: “Zerquera, en el equipo que esté, siempre en su mente va a estar ayudar al equipo en lo que haga falta, no importa si es Sancti Spíritus, Ciego u otro, siempre voy a darlo todo para obtener la victoria”.
No esconde tampoco su satisfacción y su compromiso: “Estoy viviendo el presente, un momento súper especial, trato de disfrutar al máximo esta oportunidad que me han dado y cuando llegue a Sancti Spíritus me prepararé fuerte para la Serie que viene y tratar de lograr lo que he alcanzado con Ciego”.
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