El Yaguajay que proyectó Camilo

El Comandante Camilo Cienfuegos se apegó tanto al territorio del Frente Norte de Las Villas que después del triunfo repitió sus visitas y hasta encaminó los primeros pasos de un proyecto para la rehabilitación y desarrollo económico, social y turístico de la zona

La escuela que Camilo prometió a Meneses en plena guerra fue inaugurada por Fidel en 1971.
La escuela que Camilo prometió a Meneses en plena guerra fue inaugurada por Fidel en 1971.
La escuela que Camilo prometió a Meneses en plena guerra fue inaugurada por Fidel en 1971.

Bastaban la epopeya de cada combate, el trazo de estratega militar, las lecciones de Jefe Guerrillero y hasta el cariño que daba para que el Comandante Camilo Cienfuegos inscribiera su huella en el territorio que a partir de octubre de 1958 tomó por nombre Frente Norte de Las Villas. Bastaba aquella batalla final para que Yaguajay quedara impregnado de sus esencias.

Aún con su alta ocupación después del triunfo de la Revolución como Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde (JEMER), en 1959 regresó a la zona una y otra vez; le habían alcanzado los tres meses finales de 1958 para calcar en su mente aquella geografía, sobre todo el atraso, la pobreza, las carencias de servicios básicos, la escasa infraestructura vial y económica del lugar. Camilo no se olvidó de Yaguajay, ni de todo el Frente Norte de Las Villas, y encaminó los primeros pasos de un proyecto para la rehabilitación y desarrollo económico, social y turístico de la zona.

ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN

A través de Gerónimo Besánguiz Legarreta, director del Complejo Histórico Comandante Camilo Cienfuegos, en Yaguajay, Escambray accedió a este pasaje poco conocido, pero revelador de la proyección del Jefe Guerrillero más allá de su faceta militar.

Relata el también historiador que revisando los archivos aparece un documento que avala “la idea que tuvo Camilo con la zona, lo que se conoció entonces como Proyecto Turístico, pero era algo más abarcador, y la intención era un estudio para conocer en detalles los lugares, que permitiera después hacer una industrialización, acometer mejoras sociales, sobre todo para los campesinos, esa fue la parte inicial del proyecto”, detalló.

En marzo de 1959 —precisa Besánguiz Legarreta—, Camilo envía a Yaguajay una comisión con tal fin, a la que se une el Comandante Félix Torres, entonces jefe del Escuadrón 37, y se desplaza a diversos lugares en virtud de indagar sobre la situación particular y las posibilidades de desarrollo que existieran.

La evidencia del trabajo desplegado por la Comisión está plasmada en el citado documento que se titula Informe al Comandante Camilo Cienfuegos sobre los trabajos de investigación en la zona norte de Las Villas, donde trasciende el alcance que dibujaba el proyecto, y en su primer párrafo acotaba:

Por encargo de este JEMER, para realizar los estudios necesarios a fin de llevar a vías de hecho la más completa rehabilitación, reconstrucción y ayuda a la zona norte de Las Villas limitada (…), presentamos el resultado de los primeros trabajos de investigación realizados sobre parte del terreno.*

Camilo siempre mantuvo cordial relación con los pobladores.
Camilo siempre mantuvo cordial relación con los pobladores.

El informe, cuya copia del original reza en el Complejo Histórico, es explícito a la hora de caracterizar los lugares y proyecciones principales que se proponía Camilo; allí se describe el Problema Agrario en Aridanes y la pertinencia de sembrar antes de comenzar el período lluvioso porque eran suelos bajos; se habla de construir una terminal pesquera en la playa Carbó y también explotar el área con fines turísticos; se dan detalles del coto minero de Bellamota, a la vez que sugiere estudiar las características del mineral de tipo asfáltico para su posible industrialización y uso.

Como fiel retrato de la realidad, el informe a Camilo acotaba también la necesidad de las mejoras de la Educación y la Atención Médica. “Pudimos constatar el extraordinario abandono que padece la escuela pública por los distintos poblados y zonas rurales (…), casi todas las escuelas necesitan de reparaciones, tales como: la construcción de servicios sanitarios, mejoras en techos y paredes, dotarlas de material escolar (…), podemos instaurar de inmediato dos sesiones para niños y sesión de alfabetización nocturna para adultos(…), esto contribuirá a disminuir el analfabetismo y el desempleo profesoral. Algo similar ocurre con la atención médica… Dada la urgencia que demandan estos servicios entendemos que deben prestárseles una pronta atención.

ESTABA EN ESO CUANDO DESAPARECE

Camilo conocía la situación deplorable de la zona e indudablemente comenzó a gestar la transformación, acotó Gerónimo Besánguiz. “Por eso el proyecto incluía cosas muy específicas, como eliminar los pisos de tierra en la zona rural, llevar la atención médica a todos los lugares, hacer obras de beneficio social como acueductos, alcantarillado, reparación de calles y carreteras; esas obras se veían también como una forma de combatir el desempleo”, subrayó.

Todo indica —añadió el historiador— que a una de las cosas que más interés le puso Camilo fue a que Yaguajay explotara el mar, por eso se propuso hacer una cooperativa pesquera, por lo que representaba en términos de alimentación, de industrializar el pescado y sirviera como fuente de empleo.

“Cuando viene a Yaguajay el 15 de julio de 1959 para salir con la caballería que iba para el acto del 26 de Julio en La Habana, le habló al pueblo y dijo: ‘Ya tengo los 75 000 pesos para la cooperativa pesquera’; él entendía que era algo útil para la zona”.

En el proyecto —agregó Gerónimo Besánguiz— se daba mucho valor también a la infraestructura de comunicación terrestre, porque era fundamental para muchas de las otras obras y servicios; también se plasmaron ideas de desarrollar el turismo y hasta explotar los cayos cercanos a Yaguajay, expresó.

“Hay otras obras que de alguna manera forman parte también de sus proyecciones, como la escuela de Meneses —la había prometido durante la guerra—; la cooperativa de Juan Francisco, también en esa comunidad él mismo buscó el lugar para que se construyera una piscina; quedó pendiente al igual que la carretera desde allí hasta Yaguajay, un trazado directo de solo 8 kilómetros”.

El valor del Informe que la Comisión le hace a Camilo —incluía un mapa detallado de la zona— es que allí estaban los asuntos principales que no podían quedar fuera de aquella proyección, porque definía con precisión con qué no contaba Yaguajay; para entonces se comenzaba a trabajar en planos, proyectos de viales y otros pasos a escala de oficina, dijo Besánguiz.

“Esas son las ideas que incluiría el llamado Proyecto Turístico; no está precisado si el nombre se lo puso Camilo o la Comisión de la Sección de Ingeniería del Estado Mayor del Ejército Rebelde que vino a las investigaciones, pero creo que ese sea el inicio del proyecto que pensó Camilo para Yaguajay; he investigado mucho sobre eso, pero parece que no hubo tiempo para conformarlo y darle un perfil técnico; estaba en esto cuando desapareció”.

EMPATÍA CON YAGUAJAY

En los 301 días que vivió en la Revolución, Camilo tuvo una relación social pública con Yaguajay, vino muchas en ese año 1959, relató el historiador. “Eran visitas espontáneas, se aparecía en Narcisa, en Jarahueca, en Jobo Rosado, en el propio Yaguajay; le gustaba sentarse en el guardafango del yip, compraba en una tienda unos mazos de tabaco, caramelos, paraba en cualquier lugar, se los daba a la gente, a los muchachos, y eso sin dudas propició una relación grande entre los pobladores y él”.

Quizá fueron esos lazos de apego al territorio que lo acogió cálidamente tras llegar con la invasión, que al paso de los meses fraguaron en una empatía mutua, los que allanaron el camino para que Camilo dibujara otro horizonte a la zona; anhelo que su desaparición física frenó de alguna manera, pero al paso de los años la propia Revolución se encargó de materializar muchas de sus sueños para Yaguajay y los demás asentamientos.

“Las ideas que tenía Camilo para desarrollar el territorio —enfatizó Gerónimo Besánguiz— coincidían con los mismos propósitos de la Revolución; tal vez por la propia empatía con la zona el desplegó aquella iniciativa y muchos de los intereses de su proyecto hoy son conquistas sociales o están de alguna manera plasmados; aunque quedaron por hacer cosas puntuales, como la cooperativa pesquera, una asignatura pendiente desde que surgió el pueblo; a lo mejor ahora con la autonomía municipal puede materializarse algún día y Yaguajay cumpliría también con ese sueño de Camilo”.

*Los textos en cursiva son copia del citado Informe y se respetó la ortografía original.

José Luis Camellón

Texto de José Luis Camellón
Reportero de Escambray por más de 15 años. Especializado en temas económicos.

3 comentarios

  1. que deprimente resulta leer todo esto y ver que al día de hoy, si Camilo apareciera y viene a Yaguajay se vuelve a desaparecer…. este pueblo lo han hundido, ha perdido todo, desde la historia, tradiciones, desarrollo industrial y social… en fin cada día esta peor, ahora ni fuente de empleo hay. Qué diferente hubiese sido si se mantuviera al menos parte de la industrialización con la que contaba, que en su momento fue uno de los municipios más industrializados del país… Hoy si le preguntas a un yaguajayense que cree de Yaguajay será todo negativo….

  2. Exactamente es una desgracia pertenecer a una provincia que siempre te Mira de reojos.

  3. Yaguajay….3 centrales azucareros, 1 planta de torula, 1 fábrica de refrescos actualmente nada, los más viejos dicen que Yagusjay estaba mejor en 1958 que ahora y yo que soy más joven digo que en 1988 estaba muchísimo mejor que shora. La mayor desgracia, de tantas es pertenecer a sancti spiritus

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