Escambray Periódico de Sancti Spíritus
La sexuagésimacuarta edición del ejercicio marítimo UNITAS del Comando Sur de la armada estadounidense, que se desarrolla entre el 11 y el 21 de julio, con sede en Colombia, es una muestra más del injerencismo de la potencia norteña y de su política de mantener bajo control la región de América Latina y El Caribe, que considera su patio trasero.
Pero estos juegos de guerra, que pretenden presentar como algo de rutina, tienen implícito también el gran peligro que implica involucrar a varias naciones del área y algunas europeas, porque ello representa una clara estrategia de aunar fuerzas, incluso fuera de la OTAN, para dominar a la región del llamado por ellos peligro rojo, representado según los criterios geopolíticos de los gobernantes norteamericanos, por gobiernos de países que no se le pliegan, tales como Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Tiene también otra lectura tras bambalinas, la de transmitir un mensaje a los pueblos que paulatinamente han ido rechazando las políticas neoliberales y entreguistas de los partidos de derecha, al elegir en las urnas a candidatos de la llamada izquierda latinoamericana y de corte progresista, que tienen de común la estrategia política de instrumentar programas de beneficio popular.
La maniobra bélica en cuestión tiene su epicentro en las aguas frente a la costa de Cartagena, con simulacros en el terreno en las localidades de Coveñas y Barranquilla. La armada colombiana dio a conocer que en la bahía de Cartagena atracarán buques de guerra de diferentes países, con el propósito de participar en ejercicios “para incrementar el nivel de interoperatividad”. Se prevé la participación de unos 4 500 hombres y mujeres que “entrenarán en escenarios navales, aéreos, submarinos y terrestres” con miras a mejorar la capacidad de combate y fortalecer las labores “de asistencia humanitaria y respuesta a desastres”, según reseña la información de RT.
El evento, que se desarrolla anualmente desde 1959, en esta oportunidad contará con el despliegue de 23 buques de guerra, tres submarinos y 29 aeronaves de 19 países socios. “Además de marines estadounidenses, al juego de guerra concurrirán marines de Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Perú, Uruguay, Francia, Alemania, España, Corea del Sur y Reino Unido.
Entre los objetivos declarados por el contralmirante Jim Aiken, comandante del Comando Sur, resaltó que las naciones participantes en el ejercicio “dedicaron mucho tiempo, energía y esfuerzo a los meses de planificación para poner en marcha lo que calificó una de las UNITAS más complejas hasta la fecha”.
Por su parte, el teniente general David G. Bellon, comandante del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, puntualizó que los efectivos navales participantes viajarán a Colombia no solo para entrenar con fuerzas aliadas, “sino también para perfeccionar las habilidades necesarias para operar como parte de una fuerza marítima más grande”, enfilada sin duda, contra determinadas naciones consideradas opositoras. Como algo novedoso, por primera vez en esta edición de UNITAS serán integrados sistemas no tripulados.
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Escambray / ISSN 9664-1277
Llama mi atención que Costa Rica, por ejemplo, no forma parte de este ejercicio. Claro que CR se declaró constitucionalmente como país neutral. Quizás y es eso lo que deberían hacer las naciones latinoamericanas una a una, comenzando por nosotros. Incluir la neutralidad en la Constitución, reducir los gastos en defensa y en todo el aparato militar y dedicar nuestros esfuerzos a mediar en conflictos como lo hicimos con Colombia…en fin, ser coherentes…
Molestan en el area bolivariana los despliegues de buques , maniobras navales y marines norteamericanos, pero cuando llegan los buques de la Rusia imperial de Putin, estos que vociferan su antipatía hacia EE>UU, miran hacia otro lado o se hacen los suecos. Esto se llama HIPOCRECIA POLÍTICA.
SEAN COHERENTES PARA QUE SEAN RESPETADOS.