Bloqueo directo al corazón

Varios pacientes espirituanos han sufrido este año la carencia de marcapasos, debido a las restricciones impuestas por la política de hostigamiento económico, comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba

El implante del marcapasos busca regular la estimulación cardíaca y mantener la frecuencia adecuada. (Fotos: Arelys García/Escambray)

El reloj de la vida puso en aviso al corazón de la octogenaria Francisca Cabrera Surí; pero ahí está ella sin rendirse, pese a que la espera por un marcapasos ha sido agónica. Después de 38 días de ingreso en la Sala de Cardiología del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, la noticia de que ya este miércoles tiene previsto el implante casi la hace saltar de la cama.

“Vine aquí a una consulta, y cuando me hicieron el eco me encontraron un problema de bloqueo y derrame. Estuve grave en Terapia Intensiva y rebasé; de allí me trajeron para ponerme un marcapasos. Ya de eso hace más de un mes y ha sido desesperante esa incertidumbre de si hay o no hay, si entra o no entra”.

Ningún testimonio es más elocuente de lo dramático e inhumano que puede resultar el bloqueo económico, financiero y comercial de los Estados Unidos contra Cuba. En los últimos meses, 13 pacientes espirituanos han vivido en este compás de espera, en lo fundamental, por la carencia de marcapasos.

No se trata de un juego de palabras; es un dispositivo que establece líneas entre la vida y la muerte, pues es colocado para regular la estimulación cardíaca y mantener la frecuencia adecuada a las necesidades de cada momento.

La estadía de los pacientes se ha prolongado por la inexistencia de marcapasos.

POR LAS ATERIAS DEL BLOQUEO

Escrito en blanco y negro en el informe sobre los efectos de esa política en la familia cubana entre marzo de 2024 y febrero de 2025, presentado ante la Asamblea General de Naciones Unidas por el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, los marcapasos figuran entre las necesidades más urgentes del sistema de Salud y se ve limitada su adquisición debido a que esta política de cerco económico contra la isla obstruye la compra de los dispositivos a proveedores internacionales, en un mercado dominado por la industria estadounidense.

Una ecocardiografía a la situación actual de los marcapasos generada por esta política genocida en los enfermos espirituanos revela el doctor Wilfredo Chaviano de la Paz, especialista de primer grado en Cardiología y jefe de este servicio en la mayor institución hospitalaria de la provincia.

“Los pacientes con bloqueo auriculoventricular o con una enfermedad del sistema de conducción llevan el implante de marcapasos; equipos que hoy no nos entran, y cuando nos entran, no cubren las demandas. Eso conduce a que el enfermo se ingrese y se le indique únicamente estimulación eléctrica.

“En la sala llegamos a tener 13 pacientes esperando marcapasos; 13 pacientes que con el encamamiento han enfrentado el riesgo de otras complicaciones, dígase tromboembolismos, pérdida de masa muscular, infección intracardíaca, porque, en estado grave, les tenemos que poner un marcapasos transitorio, que lleva un cable transitorio. Ese dispositivo tiene riesgo de infecciones, riesgo de perforación cardíaca, porque es un proceder invasivo.

“Están los pacientes que ya tienen un generador puesto y llevan años haciendo una vida normal; pero llega el momento en que esa batería se agota y esa persona tiene que venir e ingresar hasta que aparezca un marcapasos. Si dispusiéramos del equipo, inmediatamente o en solo horas lo colocaríamos. Por el Ministerio de Salud Pública, nos entran marcapasos, pero son insuficientes para cubrir la demanda existente hoy”, enfatiza el doctor Wilfredo Chaviano.

Cuando en abril de 2019 Escambray indagaba sobre el tema, el panorama era menos estresante, señal del endurecimiento de las restricciones impuestas al sector de la Salud cubano, que no puede acceder con normalidad a la compra de tecnologías y medicamentos avanzados de fabricación estadounidense.

Para entonces, alrededor de medio millar de pacientes habían sido beneficiados con marcapasos en los últimos cuatro años y el salón quirúrgico aledaño a la Terapia Intensiva coronaria dentro del propio servicio funcionaba. Hoy, se torna impostergable su reapertura.

En Sancti Spíritus, las enfermedades del corazón ocupan la primera causa de muerte; de ahí la importancia que reviste la accesibilidad a insumos, medicamentos y tecnologías que no están disponibles o son insuficientes, indicó el doctor Chaviano de la Paz.

“Se carece de medicamentos de primera línea para el tratamiento del síndrome coronario agudo, en el paciente con infarto agudo u otras afecciones que también necesitan de una intervención urgente. Existe inestabilidad con los antiagregantes plaquetarios, con la Estreptoquinasa recombinante… Escasean otros recursos para hacer accesos venosos centrales; dígase catéteres e introductores de otra índole. Realmente es muy complicado”, advierte el jefe del Servicio de Cardiología en el Camilo Cienfuegos.

Los pacientes con bloqueo auriculoventricular llevan una atención especializada.

VERDADES QUE DUELEN

Dicho de manera tácita, existe el declarado propósito del gobierno de Estados Unidos de provocar sufrimiento en la familia cubana. ¿Qué otra lectura puede hacerse del informe que Cuba presenta ante la Asamblea General de las Naciones Unidas este 29 de octubre?

Entre marzo de 2024 y febrero de 2025, por ejemplo, a 375 pacientes no fue posible colocarles marcapasos permanentes. A Cuba le fue prohibida la compra de aparatos de este tipo, así como equipos de extracción de cables de marcapasos producidos por la compañía Medtronic. Ante esta restricción, se ha debido recurrir a cirugías cardiovasculares convencionales con las complicaciones derivadas de estas.

Según dicho informe, varios pacientes cubanos que padecen de miocardiopatía hipertrófica, están en espera desde hace meses por un implante de desfibrilador automático, que no se han podido obtener como consecuencias del bloqueo. Las firmas que comercializaban con Cuba estos dispositivos han elevado el porcentaje de partes de fabricación estadounidense.

Que esta política de hostilidad resulta cruel es una verdad de Perogrullo. Bien lo sabe Francisca Cabrera Surí, quien, luego de 38 días de espera por un marcapasos, tiene delante al equipo médico (gladiadores de estos tiempos) para anunciarle, que, al fin, su corazón andará mejor después de este miércoles.

Arelys García

Texto de Arelys García
Máster en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus. Especializada en temas sociales.

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *