Siembra de frío, un reto campo adentro en Sancti Spíritus

Enmarcada entre septiembre y febrero, la principal etapa de plantación de cultivos varios planifica niveles superiores a la campaña anterior, aunque con baja protección de insumos

Apelar a los medios biológicos, se vuelve un importante paliativo para la siembra y desarrollo de los cultivos. (Foto: José Luis Camellón/Escambray)

Si un desafío encara hoy la Agricultura en Sancti Spíritus es encaminar la llamada siembra de frío justo cuando la temperatura de los precios en las tarimas está bien caliente. No se trata solo de planificar en la principal etapa de plantación de cultivos varios niveles superiores a la campaña anterior y aprovechar al máximo la humedad residual; sino que, con excepción del arroz, no se anuncia garantía de protección química para los demás renglones, de manera que ese surco les toca a los productores.

Eduardo Jiménez Calzada, jefe del departamento Agrícola en la Delegación Provincial de la Agricultura, declaró a la prensa que dada las necesidades de alimentos se persigue aumentar la plantación con respecto al año pasado y de conjunto la campaña persigue sobrepasar las 44 000 hectáreas, con la mayor incidencia en viandas como yuca y boniato, las hortalizas, el frijol y el arroz.

Aseguró que hacía años la provincia no se proponía niveles tan altos de siembra, bajo el esquema de contratar el 80 por ciento de la producción para distribuir en los múltiples encargos y destinos   —incluidas ferias—, a la vez que participan todas las formas productivas y más de 22 000 productores a escala individual.

Jiménez Calzada particularizó en el arroz, cultivo en el que el territorio programa sembrar unas 10 000 hectáreas, un empeño condicionado en buena medida a la recuperación del almacenamiento de agua en la presa Zaza. “De las 4 800 hectáreas de cultivos varios que se planifican por encima a la campaña anterior, más de 3 000 son de arroz”, subrayó.

El incremento proyectado en la plantación del cereal, con escenario principal en Sur del Jíbaro, no solo descansa en la recuperación de la Zaza. “Hay un despertar en el llamado arroz popular que involucra a todos los municipios, incluido Trinidad, que no tiene tradición en este cultivo. Estimamos sobrepasar las 1 500 hectáreas a nivel de provincia, nivel significativo si consideramos que el año pasado esta modalidad no llegó a las 300 hectáreas”, detalló.

Al decir de la propia fuente, la etapa de siembra invernal                   —enmarcada entre septiembre y febrero— concede también prioridad a las hortalizas e involucra la importante infraestructura de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar. Como novedad en esta vertiente productiva, que tiene marcada incidencia a fines de inicio de año, Jiménez Calzada identificó la disponibilidad de semillas en varios renglones, en niveles superiores a los últimos tiempos. “Tal es el caso de la lechuga”, acotó.

Trascendió que, entre los granos, el frijol ocupa la mayor proyección de siembra, con más de 4 000 hectáreas. “Para este cultivo —dijo— el año pasado se entregó un nivel pequeño de insumos, en esta campaña todavía no se han podido asignar productos, esa protección la están asumiendo los campesinos comprando los recursos en las formas no estatales de gestión; eso encarece el grano, pero no hay seguridad de que podamos dar insumos, si llegaran, se podría entregar frijol para distribuir por la vía estatal”.

José Luis Camellón

Texto de José Luis Camellón
Reportero de Escambray por más de 15 años. Especializado en temas económicos.

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