Con la luz de la esperanza (+fotos)

Desde el amanecer y sin horarios, los eléctricos espirituanos integrados en el contingente Serafín Sánchez Valdivia desandan montes y caminos para iluminar el Oriente cubano

Eléctricos espirituanos laboran en la recuperación de las líneas de distribución en el municipio de Guamá. (Fotos: Empresa Eléctrica Sancti Spíritus/Facebook)

Justo antes de asomar el sol, los días comienzan de la misma forma; después de casi una semana, ya más seguros, se han ido adaptando a las asperezas de cada jornada y a tropezar con los destrozos que dejó Melissa en Santiago de Cuba.

Guamá, el municipio por donde entró el monstruo con nombre de mujer con vientos de categoría tres, los esperó con cables y postes caídos y redes dañadas. Todos supieron entonces que habría que halar duro y parejo para, primero, sortear la barrera de los árboles caídos que bloquearon las vías, mientras otros trabajaban en la poda y limpieza porque ellos mismos tienen que desbrozar para llegar a las líneas.

Hasta hoy todo ha sido difícil, cuenta Roberto Hernández Rojas, director de la Empresa Eléctrica de Sancti Spíritus vía telefónica y con voz apenas audible por la lejanía y aun así logra narrar las experiencias de los primeros días, lo impresionante que fue, sobre todo para los más jóvenes el cuarto día de trabajo. Lo único que tenían enfrente era una presa y había que atravesarla.

LA ODISEA DE TRABAJAR EN EL AGUA

Ninguno se amilanó y con el agua a la cintura tuvieron que andar a través del embalse, caminaron donde sus camiones no podían, trasladaron sus implementos y, al tiempo que ponían y normalizaban líneas, hacían trabajos de poda y subían líneas arboladas y las llevaban hasta las crucetas en la línea 5335 del municipio Guamá en Santiago de Cuba. Luego airearon sus prendas y siguieron la marcha;

 continúan su labor en la línea de 33 kV en Guamá, amarran el conductor a los aisladores, lo que permitirá energizar, una vez creadas las condiciones, la línea eléctrica. Lo que ayer era una presa crecida hoy es fango, y allí están, desafiando las alturas con la satisfacción de cumplir con su deber.

 “Fue impresionante —asegura Roberto— porque después de entrar no salías, de modo que había que cargar con todo”.

Nadie piensa en el descanso porque trabajo le sobra a la fuerza espirituana que ha asumido labores como cambio de postes dañados en la línea que alimenta el municipio, uno de los más afectados en el territorio, contribución que ha sido vital para asegurar el bombeo de agua de la central termoeléctrica Renté.

LAS RUTINAS DE CADA JORNADA

Así es el día a día. Con los primeros rayos del sol, el contingente de eléctricos espirituanos realiza el mitin de seguridad, y enfatiza en el cumplimiento de las medidas de seguridad para partir a cumplir con el deber, discuten los trabajos a realizar en el día, además de abordar diferentes actividades a realizar en el marco del mes de la seguridad.

Cada uno sabe a dónde va y así en una jornada más la brigada de Yoanny Marín perteneciente a la OBE Sancti Spíritus en conjunto con los operadores de equipos tecnológico Pedro César Silva y Jorge Valdivia realizan poda de árboles, reparación de líneas de distribución y dan tensión en el municipio de Guamá.

Otro amanecer y después del encuentro matinal hay tiempo para felicitar a Eduardo Montes de Oca, el mecánico de transporte que mantiene en marcha la maquinaria y a Alexander Garrote, el liniero especializado que con su liderazgo impulsa la seguridad y la eficiencia en la misión.

Detrás de cada liniero, aun sin el riesgo de treparse en las alturas, hay otros que forman parte de los más de 70 hombres que entregan su altruismo a los santiagueros, como lo es el equipo de retaguardia que con voluntad, inteligencia y creatividad, garantiza la movilidad, la confiabilidad del transporte y que los equipos sigan dando batalla para cumplir la misión con dignidad.

En Santiago de Cuba la recuperación no será tan rápida como todos anhelan y los eléctricos espirituanos saben que serán varias las semanas separados de sus familias, porque los daños son muchos, algunos recursos faltan y también inclemencias del tiempo retrasan las labores.

Pero ya, poco a poco, llega la luz; varios circuitos están preparados y esperando la conexión de Renté.  Paso a paso, algunas redes vuelven a su lugar, aparecen postes nuevos; los pueblos, aunque heridos, recobran vida y la humedad dejada por los días de lluvia se siente más lejana.

Otra vez amanece y los mismos hombres que hace más de una semana partieron desde la tierra del Yayabo hacia el Oriente cubano, salen otra vez, como hacedores de luz, por montes y caminos, dispuestos a llenar de esperanza el alma de los santiagueros.

Carmen Rodríguez

Texto de Carmen Rodríguez
Reportera de Escambray por más de 30 años. Especializada en temas económicos.

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