Golpeado por elecciones provinciales muy desfavorables y el Congreso de Argentina, el ejecutivo de Javier Milei está hoy bajo una crisis política y económica ante una sociedad que lo presiona y se ve incapacitado para afrontarla.
Ante varios golpes en la Cámara de Diputados y el Senado los últimos días, un mercado financiero que ha dejado de confiar en sus medidas, una industria en baja que reclama, un complicado escándalo por corrupción institucional y una calle que bulle cada más, el gobierno del mandatario libertario muestra señales de debilidad, coinciden analistas.
“La crisis política estaba ahí, a la vuelta de la esquina, alertada incluso desde adentro de la Casa Rosada.
Se aceleró, claro, después de la derrota electoral por goleada el 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires”, escribió Ariel Basille para Ámbito Financiero.
De 10 comicios provinciales, la tropa libertaria perdió ocho, la de Provincia de Buenos Aires, la más desastrosa.
En el plano económico y financiero las medidas que viene adoptando su ministro de Economía, Luis Caputo, en especial para evitar la devaluación de un peso cuya tasa de cambio ya supera la banda que se fijó como línea roja y se cambia hoy a mil 515 por uno, chocan directamente contra la industria, las empresas de cualquier tamaño en una economía que emite señales recesivas.
Y sin saber qué más hacer, luego de subir desproporcionalmente las tasas de interés Caputo comenzó a vender los dólares que le prestó el Fondo Monetario Internacional que los argentinos pudientes compran ahora antes que se desate una nueva «corrida», y, claro, esos dólares los sacan del país en una continua derrama de fuga de capitales, nada para la inversión productiva.
En ese contexto, se desploma el valor de los activos argentinos, no llegan las inversiones extranjeras directas, que están por debajo de los niveles de 2023, y mucho menos de lo captado en 2019 en año prepandémico.
Una información este viernes da cuenta de una sensible baja en la ocupación en los comercios del llamado microcentro de la Ciudad de Buenos Aires, que se siente en toda la capital, el descenso del poder adquisitivo de argentinos los aleja de tiendas y encuentros en cafés y bares, mientras el turismo extranjero toca bajas no registradas en los últimos 25 años.
Y ante esta situación Milei convocó a una mesa ampliada el jueves en la Quinta de Olivos con candidatos de la coalición La Libertad Avanza/PRO, ministros y “trolls” de las redes sociales. Y para sorpresa y asombro hoy de muchos trascendió que señaló a una modelo y vedette Virginia Gallardo como consejera económica.
En el ámbito político, ya el Congreso dejó de apoyarlo, y más de dos tercios votan contra sus vetos y decretos, en tanto los gobernadores que una vez cerraron filas para blindar el gobierno libertario, edulcorados con un relato de promesas, se ubican hoy en la acera del frente luego que los traicionó.
Los privó de fondos para obras y programas bajo el relato del «déficit fiscal cero», y les retuvo las asignaciones automáticas de los Aportes del Tesoro Nacional, que ahora el Congreso se los restituyó al derogar el veto de Milei a la ley que se los asignaba.
Los congresistas también anularon en los últimos días los vetos que impuso a las legislaciones que conceden fondos para la salud pediátrica, el funcionamiento de las universidades públicas y la emergencia en discapacidad, y avanzaron en el anteproyecto de reforma que limita los poderes presidenciales para implantar decretos.
Una gigantesca movilización el pasado miércoles por todo el país contra los vetos presidenciales fue muestra que ya la sociedad no soporta más las políticas de ajuste indiscriminado y lo quieren fuera, y frente a esto Milei y sus asesores recurren a las mentiras, pero se las desenmascaran rápidamente.
Los venideros comicios legislativos nacionales el 26 de octubre será otra dura prueba para el mileismo que ya incluso está siendo flagelado hasta por los medios que una vez lo sustentaron y contribuyeron a llevarlo a la Casa Rosada. La campaña electoral recién comienza.
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