«Debo empezar por decir que la dirección de la Revolución jamás rehuirá el diálogo con el pueblo, porque nuestra razón de ser es justamente servir al pueblo». «Es en cumplimiento de ese deber, que venimos a insistir en las recientes medidas de Etecsa. Por respeto al pueblo, es preciso reconocer en qué se ha fallado al comunicarlas o al diseñarlas», señaló el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz–Canel Bermúdez, en la presentación del nuevo episodio de su podcast Desde la Presidencia.
El Jefe de Estado abordó lo que definió como «un tema de alta sensibilidad en un momento especialmente complejo para el país», para lo que estuvo acompañado por Ernesto Rodríguez, viceministro primero de Comunicaciones, y por la presidenta de Etecsa, Tania Velázquez.
Como planteó el Presidente, el programa informó con absoluta transparencia las decisiones tomadas y los ajustes posibles a unas medidas» que, definió, «estamos obligados a tomar si queremos, y es lo que queremos, salvar, en primera instancia, un servicio básico para la población e indispensable para avanzar en la transformación digital del país, que hace tiempo definimos ya como uno de los pilares en la gestión de gobierno».
El episodio No. 32 de Desde la Presidencia, se desarrolló con cuatro objetivos principales: en primer lugar, «esclarecer, una vez más, el porqué de las medidas y de la urgencia en aplicarlas».
En segundo lugar, expresó Díaz–Canel, «evaluar el impacto de estas medidas, negativo sin duda, porque pone límites y frena, en primerísimo lugar, a una política fundamental del Estado cubano, que es el proceso de transformación digital.
«En tercer lugar, explicar, en síntesis, bajo qué criterios se escogió el diseño finalmente implementado para enfrentar el problema. ¿Por qué ese diseño y no otro? ¿Había otras alternativas? ¿Se tuvieron en cuenta los sectores?
«Y en cuarto lugar, explicar las opciones sectoriales y proyecciones del sector a partir de los nuevos ingresos que se obtendrán con las medidas, para minimizar los impactos en la población dentro del margen de posibilidades que nos permiten las actuales condiciones que provoca el deterioro tecnológico».
SOBRE EL PORQUÉ Y SOBRE URGENCIAS

Para esclarecer el porqué de las medidas y la urgencia en aplicarlas, la presidenta de Etecsa, Tania Velázquez, argumentó sobre las circunstancias en que se encuentra el sistema de telecomunicaciones, que es lo que ha llevado a adoptar estas decisiones, especialmente el estado de la infraestructura tecnológica.
Es una infraestructura –advirtió– que ha crecido de forma significativa y que requiere mantenimientos, reparaciones, renovaciones constantes e inversiones, porque –dijo– es una industria que crece y cambia muy aceleradamente, y que, además, tiene una dependencia de tecnologías que deben ser importadas. Sin embargo, debido a las limitaciones con el financiamiento, esto no ha sido posible en los últimos años, lo que ha derivado en determinados fallos «que van abocando a un camino en el cual hemos avisorado que puede existir en algún momento un fallo generalizado; es decir, que pudiéramos enfrentar afectaciones parciales muy graves, incluso generales, que nos impidan sostener y, sobre todo, garantizar, el sistema de telecomunicaciones en nuestro país».
Llevados a la realidad, estos fallos significan –razonó– que no podamos hacer llamadas telefónicas, que no podamos enviar mensajería, que no podamos llegar a través de ellas a nuestros centros de estudios, a nuestros centros de trabajo, a los lugares en los que realizamos trámites; es decir, a los lugares en los cuales realizamos nuestra vida, y que hoy funcionan a través de los sistemas de telecomunicaciones.
Para ilustrar cuánto ha ido creciendo en la vida cotidiana el uso de las nuevas tecnologías, la Presidenta de Etecsa puso por ejemplo la telefonía móvil, uno de los servicios –dijo– que ha crecido con mayor rapidez en los últimos años, por la voluntad que se ha tenido de llevar ese acceso a más cubanas y cubanos. Recordó que hoy la penetración en nuestro país de la telefonía móvil es de más de ocho millones de líneas; siete millones de ellas habilitadas para acceder a internet.
Pero, acotó, ¿cómo se sostiene esa telefonía móvil? Se hace –señaló– con equipamiento, con infraestructura, empezando por los celulares, y luego con un amplio sistema que incluye, en primera instancia, las radiobases, que dan cobertura móvil 2g, 3g, 4g. Más del 80 % de las comunidades de nuestro país hoy cuentan con cobertura celular, recordó Velázquez.
Hoy hay en el archipiélago más de 5 600 radiobases instaladas. Pero ¿en qué situación se encuentran? Para empezar, según explicó la directiva, el 50 % de estas no cuentan hoy con respaldo energético, por lo que son muy golpeadas por la situación electroenergética. Hay, además, más de cien radiobases apagadas completamente, por roturas.
«¿Cuándo hablamos de que estas 5 600 radiobases tienen esta dificultad para alimentarse energéticamente, de que estamos hablando? Bueno, de que hoy en una radiobase se conectan, según su diseño, entre 900 y 3 000 personas. Entonces, cuando se apaga, estamos hablando de que unos 3 000 usuarios pierden inmediatamente la conexión, pierden la comunicación.
Velázquez mencionó que es este uno de los elementos que hoy golpea con mayor frecuencia a nuestra población, que cuando se le apaga la radiobase no solo se queda sin conexión, sino que se queda sin comunicación, porque cuando se le apaga la radiobase no solo pierde la internet, sino también el servicio de voz, de sms, no puede acceder a Transfermóvil, en el que hoy hacen operaciones más de cinco millones de personas, y que es algo que les facilita la vida.
Sin embargo, hoy poner una radiobase –informó– está en el orden de los cien mil dólares; y son dineros de los que no se dispone, ni para reponer ni para ampliar la cobertura, por ejemplo, en 4g, que solo abarca al 50 % de la geografía nacional y al 50 % de la población. Por lo tanto, analizó la ejecutiva, «ni la calidad del servicio es la mejor, ni, por supuesto, se puede acceder a facilidades de ancho de banda y de otras cuestiones que sabemos que hoy son una gran necesidad».
Adquirir una nueva radiobase para ir dando estas coberturas –reiteró– tiene un costo importante. También está –sumó– la adquisión de bancos de baterías; hoy estamos necesitando unos 2 800 de ellos para cubrir los que están deteriorados, pero cada uno cuesta 1 500 dólares. Son estos, resumió, elementos que son costos reales y demandas reales que tiene esta infraestructura.
Sobre la telefonía fija, el servicio más extendido en los hogares, y que también enfrenta problemáticas que no son menores, comentó que en el país tenemos muchos adultos mayores que hoy dependen de un servicio estable en las casas, tanto para que ellos se comuniquen como para que la familia se comunique con ellos; sin embargo, actualmente más de 25 000 de esos servicios están interrumpidos, los que no han podido ser reparados por carencias materiales de la empresa.
De esos 25 000 servicios –continúo explicando la directiva–, un 24 % tiene más de seis meses interrumpidos. «Por conceptos regulatarios, Etecsa está obligada a reparar el servicio en 72 horas, pero hoy tenemos una situación muy compleja para poder enfrentar estos indicadores en todo el país».
Volviendo a la telefonía celular, Velázquez también informó sobre la imposibilidad de la empresa de vender nuevas líneas telefónicas, debido a la carencia de tarjetas sim. Las personas cubanas mayores de 18 años pueden tener hasta tres líneas a su nombre, pero en este momento no podemos satisfacer la demanda de quienes quieren una segunda y una tercera línea.
Solo disponemos de una pequeña reserva de tarjetas sim para atender las personas que no tienen ninguna, y a veces ni podemos restituírsela a quienes han perdido el teléfono o se les ha deteriorado, por la carencia que tenemos de este importante recurso.
Retomando los dispositivos celulares en sí, Velázquez recordó que, en años anteriores, se pudieron vender, por el flujo financiero que tenía Etecsa, entre 300 000 o 400 000 celulares. Fueron los años en que empezó a crecer exponencialmente el servicio; sin embargo, hoy cuando la empresa tiene una base de ocho millones de usuarios, no tiene capacidad financiera para dar una respuesta cuando el equipo se rompe o deteriora.
Otro elemento de la infraestructura de las telecomunicaciones, los grupos electrógenos, enfrenta situación similar. Etecsa pudiera tener mucha más vitalidad en el servicio, pero de los grupos electrógenos que tiene instalado –informó la directiva en el podcast del Presidente de la República–, el 20 % no está funcionando debido a roturas.
Están, además, las demandas de sistemas de climas tecnológicos. Recordó a propósito que muchas de estas instalaciones de las telecomunicaciones tienen que estar climatizadas, y si no lo están, sencillamente se apagan, pero hoy –informó– tenemos en riesgo un volumen importante de estas.
A todo este panorama, la ejecutiva de Etecsa agregó las nuevas necesidades que se van generando, porque –argumentó– no solamente es sostener lo que tenemos hoy. Nuestro país–afirmó– está apostando por la transformación digital, apuesta al desarrollo.

Fue este un criterio que complementó el Presidente cubano, quien recordó que, dentro del proceso de transformación digital, Cuba tiene que ir a las tecnologías de Inteligencia Artificial para perfeccionar procesos.
Coincidiendo con el mandatario, Velázquez agregó que esto, a su vez, requiere una respuesta tecnológica muy fuerte, muy alta, incluyendo la ampliación de nuestros centros de datos, que alojan las principales infraestructuras tecnológicas de la información de nuestro país.
«Sencillamente –comentó–, el servicio de telecomunicaciones nos acompaña en nuestra vida diaria. No tenerlo sería, en un momento determinado, enfrentar una crisis muy seria, porque evidentemente estos temas transitan no solamente por la habilitación de servicios, sino también por cuestiones de seguridad.
Al resumir esta parte del podcast Desde la Presidencia, en la que se abordó el porqué de las actuales medidas de Etecsa y de su urgencia, Díaz–Canel subrayó que hoy estamos en una situación compleja desde el punto de vista tecnológico que es posible evitar, aplicando las medidas que nos estamos planteando.
«Si no las aplicamos –alertó–, estaríamos muy cercanos al colapso tecnológico.
«Lo otro es que hay escasa disponibilidad de divisas, lo que compromete la calidad del servicio». Esto es algo que se ha convertido en una frase común como la que nos dicen las personas: «está imposible la conexión», cuando cualquiera de nosotros ve que la red funciona lenta, que no asume lo que le estamos pidiendo.
Sobre otro asunto del debate actual, el que versa sobre si este era el momento adecuado para tomar estas medidas, el Presidente señaló, enfáticamente: «realmente no hay mejor momento nunca para medidas que quitan o limitan beneficios sociales que se han alcanzado, que es este el caso».
Por estas razones –explicó el mandatario– «tenemos que poner límite, en primer lugar, para que siga funcionando el sistema, pero en segundo lugar para poder avanzar en el desarrollo del sistema. O sea, lo veo como un repliegue táctico.
«Íbamos avanzando, ahora tenemos que detenernos, que retroceder un poco, para acumular lo que nos hace falta, para entonces no negar el desarrollo que necesitamos en el presente inmediato y en el futuro.
«En otras palabras –añadió–, hay una confluencia de una serie de factores internos, pero sobre todo externos, inducidos, que ha terminado haciendo técnicamente insostenible el propósito de avanzar a los ritmos que queríamos.
Pero –acotó–, «aquí estamos hablando de ritmos, no es que vamos a detener el avance, sino que no vamos a poder avanzar en un tiempo determinado a los ritmos que queremos (…) en esa estrategia de transformación digital de la sociedad cubana, en la aplicación de la Inteligencia Artificial en los procesos de producción y servicios, y también en diferentes ámbitos de la vida.
«En la medida en que estas decisiones vayan funcionando, que vayamos perfeccionando también el contenido de estas medidas, avanzaremos y estaremos recuperando los ritmos, y estaremos superando incluso los ritmos que teníamos y que tenemos previstos».
LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL Y LAS MEDIDAS DE ETECSA
El impacto de las recientes medidas adoptadas por Etecsa sobre «el proceso de transformación digital y, en definitiva, para el pueblo cubano», fue otro de los asuntos traídos por el Presidente.
El viceministro de Comunicaciones, Ernesto Rodríguez, reconoció que estas medidas tienen un impacto en toda la implementación de la política de transformación digital. Un impacto, enfatizó, que no es despreciable.
Tras aportar nuevos elementos sobre la situación actual de la infraestructura de Etecsa, el crecimiento de la demanda y los impactos que tendrán las decisiones adoptadas sobre la población, el especialista explicó que «la sostenibilidad de la infraestructura de telecomunicaciones, del operador, es la columna vertebral de la implementación de la política de transformación digital, porque no hay otra infraestructura que llegue a tantos cubanos.
«Hoy la penetración de la telefonía móvil, que es donde está el mayor impacto, rebasa los ocho millones de línea. O sea, es prácticamente más del 80 %, y sobre ese servicio, precisamente, es donde mayor impacto tuvo la medida, porque está limitando, de alguna forma, el consumo de contenidos sobre la telefonía móvil, cuando hay más de siete millones de líneas que está aprovisionadas.
«La telefonía móvil, además, no es solo el servicio de telecomunicaciones de mayor penetración, si no es, también, el más apreciado por nuestro pueblo, y eso es legítimo, porque ya uno, como ciudadano, como cliente, no se conforma con estar conectado a la red, quiere también estar conectado a la red con movilidad, y esa facilidad la ofrece precisamente el servicio de datos móviles».
Sobre esto –reseñó–, «hay un dato interesante, el consumo promedio de un cubano por datos móviles alcanzó los diez gigabyte mensuales, por lo que estamos entre los países que más consumen en la región».
Acotó que también en esos países hay otras infraestructuras con un mayor nivel de penetración, por ejemplo, la internet en el hogar, que en el caso nuestro no rebasa el 7 % de penetración, lo que obliga a que muchas cuestiones que uno como usuario consumiera desde el hogar, lo está haciendo sobre la infraestructura de la red móvil, lo cual la recarga no solo en número, sino también en demanda.
«O sea –añadió el especialista–, hoy hay actividades que nosotros desarrollamos sobre la red móvil, que en condiciones normales y con una mayor penetración del servicio en el hogar, lo hiciéramos en otra red», con lo que también coincidió el Presidente, quien apostilló que, «para tener más servicio en el hogar, necesitamos también hacer inversiones, y eso pasa por la disponibilidad de divisa».
«Exactamente, y es paradójico –señaló Rodríguez–. O sea, una cosa conduce a la otra. Para poder desarrollar la penetración de servicios de internet en el hogar, y no solo desarrollarla, sino hacerla sobre mejores infraestructuras que ofrezcan un servicio de mayor calidad, mayor ancho de banda, necesitamos dinero, porque, además, nosotros no renunciamos, y la política de transformación digital lo plantea, a la posibilidad de poder llegar con fibra óptica a los hogares, con fibra óptica a los edificios multifamiliares, con irradiar señales desde diferentes tecnologías».
Retomando el impacto de las medidas de Etecsa sobre la población, el viceministro reconoció que estas sí tienen una afectación, que la afectación es generalizada, aunque –acotó– esa afectación no tiene la misma expresión en todos los sectores.
«Hay quienes están más afectados y hay quienes están menos afectados», señaló. No obstante, explicó, «el paquete de 6 gb, que se ofrece ahora a un costo de 60 pesos por gb, cubre más del 50 % de la población».
Intercediendo también en esta parte del diálogo, el Presidente recordó que antes, por 5 gb, había que pagar 500 pesos; o sea, estaba a cien pesos el gb, y que ahora el plan básico de 6 gb iguala a todos, aunque no cumple las expectativas de quienes más consumen por sus necesidades, por su demanda, por las funciones que realizan, por los ámbitos en que se mueve; pero se está garantizando un paquete mínimo, elemental, al alcance de todos.

Pero en el mundo, señaló Díaz–Canel, «las cifras de la oit (Organización Internacional de Telecomunicaciones), dan que hay 2 500 millones de personas que no tienen acceso a internet, y no es el caso de Cuba. Tenemos un acceso limitado en estas condiciones, tenemos aspiraciones de superarlo, pero en el mundo hay 2 500 millones de personas que no tienen ningún acceso a internet y a telefonía móvil».
Ernesto Rodríguez dijo que el nivel de penetración de internet en Cuba está por encima de la media internacional. «Pasamos de un nivel muy bajo, a estar por encima de la media internacional», enfatizó.
«Y lo que ha permitido ubicarnos en esa posición es precisamente el servicio de internet por el móvil. Nosotros tenemos un comportamiento que no es diferente al del resto de los países del mundo: la penetración mayor es en la telefonía móvil (…), y eso es legítimo y es obvio».
Retomando la necesidad de las actuales medidas de Etecsa, ante el deterioro de su infraestructura y la notable reducción de sus ingresos, y los efectos negativos que esto ha tenido sobre los consumidores, especialmente los sectores priorizados, como el de la educación, Rodríguez explicó que de 2020 a 2024 se decreció en cinco veces en la posibilidad de conectar nuevos centros educacionales, de la salud, de la cultura; además, se decreció ocho veces en las posibilidades de incrementar los anchos de banda de los centros que están conectados.
«O sea, ya habíamos empezado a decrecer en los ritmos que veníamos aplicando la transformación digital», acotó Díaz–Canel. «Este era –apuntó Ernesto Rodríguez– un riesgo que habíamos identificado desde el propio planteamiento de la política de transformación digital: el no contar con todos los recursos financieros que hicieran sostenible la implementación creciente, uniforme, estable, de la política… ¡Y sostenible! No podemos perder el concepto de la sostenibilidad, la sostenibilidad es vital, porque es lo que da garantía de continuidad y de desarrollo.
Buen programa, claro y valiente, una realidad inobjetable aunque nos duela
En todos estos años ,adónde fue a parar los millones de ETECSA en materia de recargas internacionales, por qué se construyen hoteles deshabilitados en lugar de modernizar las termoeléctricas y ,ahora , la tecnología de las comunicaciones. Ellos mismos han dicho que el dinero era desviado para otras cosas,por supuesto que para todo menos para ETECSA,ahora por qué tenemos que pagar nosotros por la ineficiencia de ellos?