Ema, prácticamente desde que abrió los ojos, demostró que necesitaba cantar o bailar para completar sus días. Disfraces, y juegos a ser artista no se le escapaban. Primero, entre sus familiares y amiguitos; luego, en el círculo infantil y, más tarde, en la escuela. Hasta que un día conoció de la posibilidad de descubrir la música más allá de las canciones tarareadas y aceptó el reto. Hizo las pruebas de aptitud de la Ernesto Lecuona y en este septiembre es una de las integrantes de su más joven matrícula, específicamente, en clarinete.
Cursa el quinto grado y tal vez no imagina el arduo camino que tiene por delante para dominar el instrumento. Mientras espera cumplir con el cronograma de familiarización para quienes se estrenan en la Enseñanza Artística, espera con ansias abrazarlo.
Esta pequeña de pelo largo y ojos con ganas de conquistar el mundo es uno de los más de 160 educandos que se forman en la única institución educativa existente en Sancti Spíritus de la Enseñanza Artística; centro con raíces en esta tierra desde hace 57 años y que en cada etapa lectiva asume grandes retos para parecerse a su contexto.

“Este no es excepción —insistió Félix Ramón Delgado Barrizonte, al frente de la Enseñanza Artística en la provincia—. Exige nuevas formas de pensar y afrontar los procesos docente-educativo y artístico de nuestros estudiantes y profesores. La nueva dinámica que impera en la sociedad cubana nos hace tener a todo el claustro de las especialidades también en el ejercicio del arte. Por lo tanto, implica que se esfuercen mucho más; aunque resulta una fortaleza porque acerca mucho más a nuestro estudiantado al mundo de la creación”.
Precisamente, la Escuela de Arte Ernesto Lecuona es la que más aporta a esa enseñanza en el territorio. En sus locales se forman en nivel elemental tanto en Música como en Danza, así como la carrera profesor instructor de arte. Sin embargo, cerca de un centenar de espirituanos lo hacen en instituciones educativas ubicadas en Villa Clara, Camagüey, Matanzas y La Habana.
“En el caso del nivel medio tenemos muchachos en Música, Teatro, Danza, Artes Visuales, Circo y, en el caso del Instituto Superior de Arte, en Actuación, Arte de la Conservación, Música y Danza. Gozamos de variedad en la formación de las especialidades en el sistema de la Enseñanza Artística con respecto a otros cursos. Ellos son la cantera potencial para cuando egresen mantener el proceso en nuestra escuela”.
ENTRE LOCALES Y PASILLOS
Una de las novedades del curso escolar de la Ernesto Lecuona y que se recibe con mucha satisfacción es que regresa, en un primer año, la enseñanza del violín, carrera considerada larga. Durante mucho tiempo, fue algo casi quimérico y exigió de la búsqueda de alternativas entre la institución y las familias para que quienes estaban en formación no la abandonaran.
“La apertura en la línea de cuerdas frotadas de esa especialidad ha sido uno de nuestros grandes anhelos. Gracias al egreso de una espirituana es que lo podemos materializar. Asumirá los tres educandos que se inician en tercer grado, nuestros más pequeños alumnos y a los continuantes. Resulta una gran aspiración de todo el claustro que finalicen su paso por nuestro centro con un exitoso pase de nivel”.
El tema cobertura docente también genera dolores de cabeza en la Enseñanza Artística. La inestabilidad del claustro más joven se debe a la búsqueda, sobre todo, de hallar un contexto más idóneo para crecer como artistas y con pagos mejor remunerados.
“Sobre todo ocurre en la especialidad de música, pero hemos buscado alternativas por la vía de contratos a profesionales de otras provincias y, a partir del asesoramiento metodológico del Centro regional de Villa Clara. En el caso de danza, sí contamos con todos los docentes y así mismo sucede en la carrera profesor e instructor de arte”.
Este septiembre, el plantel abrió sus puertas con la base material de estudio garantizada. En el caso de Música, se encuentran los instrumentos que, si bien no son nuevos se mantienen, gracias a plantel y familias en buen estado. Y quienes prefieren danzar tienen el vestuario necesario.

DANZA, LA CENICIENTA DE LAS ARTES ESPIRITUANAS
Que la cabecera provincial no cuente con una agrupación danzaria profesional preocupa y ocupa. Afortunadamente, este curso volvió abrir la especialidad en el territorio. Sofía, niña con una constitución física envidiable, es una de las 10 de nuevo ingreso. Su grupo se suma al de segunda formación, a pesar de que cuentan con un tabloncillo sin las medidas requeridas.
“Solucionar ese tema han trascendido las ganas y voluntad del Sectorial de Cultura y Arte, porque hablamos de una cifra monetaria significativa y materiales que no están en el territorio.
“Sucede similar con la necesidad de ampliarnos, pues ya hoy no es solo la Escuela de Música, sino que hay otras formaciones. Se han valorado varias opciones de locales, pero todos con necesidades constructivas y muy alejadas del centro de la ciudad. Ya tuvimos esa experiencia y no fue totalmente feliz. Entonces, es mejor continuar aquí un poco apretados, buscar alternativas, acudir a las sedes de las agrupaciones de teatro para las clases de danza. Y seguir pensando y apostando porque aparezca el mejor espacio. Favorablemente, el Consejo provincial de las Artes visuales, la Asociación Hermanos Saíz (AHS), el Sistema de Casas de Cultura y el Consejo de las Artes Escénicas han abierto sus espacios a nuestros estudiantes para que reciban parte de la docencia en otros locales”.
DE LA LECUONA PARA LA FORMACIÓN
De las otras buenas noticias que llegaron con septiembre a la Enseñanza Artística se distingue que abrió la carrera de profesor instructor de arte en sus cuatro especialidades; inyección necesaria en un gremio deprimido.
“La cifra de educandos no es la idónea, pues solo contamos con más de 20 en el curso inicial. El pasado año no abrimos, lo que hace que tengamos alrededor de 60 alumnos. Pero no renunciamos a la formación y siempre se reajustará la cantidad a ingresar, según las necesidades de cada localidad”.
Precisamente, en este curso lectivo con olor a cascarón se vivirá una experiencia que marcará la historia del plantel: la primera graduación de esa carrera.
“Este período exigirá de mucho pensamiento, trabajo colectivo no solo del claustro sino con el Centro provincial de Casas de Cultura, que es el que le abrirá las puertas a quienes egresen. Hay muchas expectativas. Irán hacia esas instituciones pasado el mes de octubre lo que exigirá de muchos esfuerzos. El tipo de examen para cerrar los estudios es diferente a lo que se conocía en las formaciones anteriores. Por tanto, desde ya organizamos nuestro proceso para que sea novedoso, experimental y, por supuesto, exitoso porque hablamos del presente y futuro de jóvenes de 18 años que no contarán con todas las herramientas pedagógicas vitales en el primer momento de su trabajo. De ahí la importancia de que se formen desde la integralidad”, concluyó Delgado Barrizonte.
Sin dudas, con este septiembre la Lecuona tiene muchos retos. Cada uno le permitirá ganar el espacio adquirido en su comunidad. Muchas de las propuestas culturales de Sancti Spíritus han sido testigo de la música y la danza de sus estudiantes; una historia que les deben a maestros y estudiantes, quienes se han robado las ovaciones de la sociedad por moldear, entre todos, el arte espirituano.
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