Jóvenes con aliento de campeones (+video)

José Alejandro Jiménez y Joseph Arias dialogan sobre la experiencia de haberse convertido en campeones panamericanos de la categoría Sub-15

Los jóvenes espirituanos integraron el equipo que se coronó en el Campeonato Panamericano de Béisbol Sub-15.

Cuando parecía que se esfumaba para Cuba la esperanza de clasificación tras dos derrotas iniciales, todo llegó de golpe: el título en el más reciente Campeonato Panamericano de Béisbol Sub-15 en República Dominicana y el único boleto en disputa para el Mundial de la categoría el próximo año en Italia.

Entonces los espirituanos Joseph Lenier Arias González y José Alejandro Jiménez Jiménez y todo el equipo cubano, incluida la gloria deportiva yayabera Miguel Rojas, respiraron hondo, sobre todo Joseph, de cuyo brazo se colgó el primero de los cuatro triunfos al hilo con los que la selección antillana concretara la clasificación.

La elección para abrir lo que sería ante Aruba un partido de vida o muerte la tomó entre la emoción, la sorpresa y la presión. “La rotación del pitcheo no estaba dada, solo desde Cuba se sabía quién sería el primer abridor. Por tanto, ningún lanzador sabía cuándo le tocaba. “Desde el día antes que me dijeron que iba a abrir, me preparé bien mentalmente”, comenta a Escambray en medio de las celebraciones dispensadas por Sancti Spíritus a quienes formaron parte del regreso del béisbol cubano —excluida la Copa del Caribe— a los títulos internacionales en cualquier categoría tras años de espera.

“Al perder contra Puerto Rico nos caímos un poco, pero después en la habitación empezamos a darnos ánimo unos a otros y salimos a entregarlo todo contra Aruba. Los primeros innings estuve un poco presionado, pero después me fui soltando y las cosas me salieron bien”.

Comenta que debió manejar muy bien la concentración porque “son buenos bateadores y muy rápidos, te salen mucho al robo, tienes que estar cuidándolos y pendiente a que te toquen la bola. Traté de abrir siempre por arriba de ellos y ya entonces tiraba los rompientes, la slider, el sinker y el cambio”.

Cuando la pizarra iluminó el 8-5 a favor de Cuba ante Aruba, Joseph sintió el mayor de los alivios. Su trabajo de seis entradas y dos tercios, casi el partido completo, fue el importante primer paso a lo que sobrevino después. “Me sentí un poco presionado cuando vi que al entrar mi relevo le hicieron una carrera, pero después él sacó fácil el out que le quedaba. El director y todos los profesores me felicitaron”.

Era el triunfo de los tantos entrenadores que lo llevaron hasta aquí: “Harry, Gardón, Omani, Liusvani, Rojitas, David…”.

El triunfo al cierre de la primera ronda condicionó los tres restantes ante República Dominicana, Puerto Rico y Aruba nuevamente, saldos que llevaron el sello de José Alejandro, quien acumuló 350 de promedio ofensivo como sexto bate y custodio del jardín derecho en los seis partidos disputados por su elenco.

“Hice lo mejor que pude en cada juego y, aunque no ganamos ese encuentro, recuerdo con mucha emoción el triple que conecté ante República Dominicana. En ese momento el entrenador viene y te dice: ‘¡Voy a ti que tú la vas a dar!’; uno siente que confían en ti. Respiré y cuando vi que la pelota se metió en el hueco sabía que podía volar y me mandé para tercera”.

Aunque es, esencialmente cácher, se sintió cómodo en los jardines. “Juego las dos cosas, pero mi posición natural es de receptor, que incluso me gusta más, pero en este torneo todo el tiempo estuve en los jardines, me ayudó la preparación en Pinar del Río en la que me ayudó mucho el profesor pinareño Yonel Medina”.

Tras concretarse la victoria ante Aruba por segunda vez y, de paso, el boleto, José apreció que todo cuanto habían pasado para llegar hasta ahí había sido recompensado: “Pasamos mucho trabajo durante los entrenamientos en Pinar del Río, hubo días en que nos quedamos sin almorzar, sin desayunar, la merienda a veces llegaba a la misma hora del almuerzo, los apagones que nos encendieron bastante. Creo que eso nos preparó psicológicamente. En la mente de nosotros solamente estaba a ganar. Eso siempre nos mantuvo en pie. Empezamos perdiendo dos juegos, el partido contra Aruba era decisivo, pero el profe Fabián, a quien le agradecemos bastante, nos dio una charla bastante motivacional. Rompimos el hielo y esa victoria abrió el camino para todos los demás”.

Por sus edades, los dos espirituanos, ya en filas juveniles, no asistirán al Mundial próximo, mas les reconforta saberse parte de él. “Siento un orgullo grande por haber clasificado a Cuba para ir al evento y puedo decirle a todo el mundo que el equipo va a darlo todo y vamos a ser campeones de nuevo”, considera Joseph, mientras para José Alejandro “es una lástima porque no voy a estar en el campeonato mundial, pero es una alegría también porque campeón panamericano no se es todos los días”.

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

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