El Programa para la Transición Ecológica hacia Municipios Sostenibles entra en la fase de implementación de proyectos territoriales, todos orientados a un modelo de desarrollo local descentralizado, con énfasis en la autosuficiencia energética.
A partir de este momento, la iniciativa —que abarca ocho localidades cubanas: Guanabacoa, Martí, Remedios, Manicaragua, Isla de la Juventud, Cabaiguán, Yaguajay y Trinidad— avanzará simultáneamente en la formación de capacidades y en la adquisición de tecnologías. Estas acciones permitirán impulsar la producción de cadenas de valor en los escenarios previamente identificados, sobre la base de un estudio de los principales requerimientos nutricionales de sus habitantes.
En todo el proceso ha resultado crucial el acompañamiento de los organismos financiadores y coordinadores: la Unión Europea (UE), la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), además de las contrapartes nacionales: el Ministerio de Economía y Planificación y el de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, a través de su Centro de Desarrollo Local y Comunitario.
Como oportunidad a favor de una gestión de gobierno más efectiva desde la articulación entre actores económicos, la sociedad civil y la población —principal beneficiaria de los alcances del programa— calificó Reinaldo Cuba Medina, director nacional de la iniciativa.

El funcionario aseguró que no faltará el respaldo desde todas las instancias, pero subrayó que el éxito dependerá de la capacidad de cada territorio para aprovechar sus recursos locales en la implementación de modelos de economía circular y el uso de fuentes renovables de energía.
Cada proyecto municipal, presentado y aprobado por el equipo de la Coordinación Nacional, constituye una radiografía de las potencialidades locales. Sobre esa base se diseñaron las acciones futuras, con un enfoque de sostenibilidad que abarca todo el proceso productivo: desde la siembra, pasando por el procesamiento, hasta la comercialización.
Joao Anselmo, miembro del equipo de cooperación de la Unión Europea en Cuba, coincidió en que está por comenzar la etapa más operativa y dinámica del programa. “Nuestras expectativas se centran en apoyar esta fase de implementación para extender un modelo de desarrollo territorial que ya existe y que las propias autoridades locales intentan promover”, afirmó.

El proyecto ha contribuido significativamente al fortalecimiento de las estrategias de desarrollo municipal, la creación de alianzas entre actores locales, la formación de capacidades, y aportar herramientas para una gobernanza más efectiva y empoderar los escenarios comunitarios.
En este contexto, el liderazgo de la coordinación municipal destaca como uno de los principales aportes del Proyecto Municipios Sostenibles, como trascendió durante la presentación de la propuesta formulada por Trinidad a ejecutarse en dos escenarios fundamentales: los consejos populares de Caracusey y Manaca Iznaga y que potenciará la producción de frijol y la carne ovino-caprina, así como la creación de un laboratorio de innovación en la comunidad El Vallecito.
Dalgis Dueñas Boggiano, coordinadora municipal, reconoció el esfuerzo colectivo del equipo y la oportunidad de contribuir, desde lo local, al futuro de Cuba.
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