Remeros pescan en la Bahía de Asunción primera medalla de Cuba

La hazaña acompañó el desempeño del equipo cubano de ocho con timonel que inscribió a la isla en el medallero de los II Juegos Panamericanos Junior

En los pechos del equipo ahora reluce la medalla de bronce como premio a un desgaste colectivo.

Horas antes de que Cuba consiguiera su primera medalla en los II Juegos Panamericanos Junior en Asunción, Paraguay, con el bronce del ocho con timonel, uno de los integrantes del bote, estaba aún en suelo cubano.

Ronny Álvarez emprendía la travesía aérea junto a parte de la prensa que da cobertura a los Juegos. Desde que partió del aeropuerto “José Martí cerca de las 12:30 de la tarde del 9 de agosto hasta que el avión de Copa Airline aterrizó en el aeropuerto internacional de Asunción “Silvio Pettirossi paraguayo, mediaron 17 horas, siete de ellas de tránsito en el “Tocumen”, de Panamá.

Y aunque el cansancio rondaba a la mayoría, Ronny se mantenía altivo. Con sus ojos avivados y el candor de su mocedad, miraba el tiempo que no quería correr con un solo objetivo en su mente: llegar y competir.

¿Cómo harás para llegar de madrugada y competir sin descansar? Le preguntamos, pero el chico solo respondió con una sonrisa y un levantón de cejas. Durmió poco en el avión, quizás por la tensión de la competencia.

A las cinco y minutos de la mañana, Ronny y nosotros fuimos recibidos por un frío de cinco grados. Seguimos para el hotel. Él fue del avión casi para la Bahía de Asunción…menos de cuatro horas después conseguía junto a otros siete gladiadores cubanos, una medalla épica y gloriosa.

Tamaña hazaña la resumió desde la modestia, este pequeño héroe, que tuvo la alta responsabilidad de ser el timonel, una función que además no acostumbra a asumir: “Para mí ha sido una experiencia inolvidable ya que ha sido un gran esfuerzo, de mis compañeros y también mío para lograr esta medalla”.

Pero como él mismo dijo, el esfuerzo fue colectivo, también el temple de todos los que salieron al agua a remar para ganar, tal como confesó Leduar Suarez, “La llegada aquí fue muy trágica porque al principio no encontrábamos bote para competir, hoy fue que pudimos a probar el bote y otras cosas, pero nos repusimos a todo eso y logramos la medalla de bronce …todo fue salir a ganar”.

Y aunque quería más: “se siente orgulloso de representar a mi país y darle una medalla a mi patria”.

Es el sentimiento que comparte también Roberto Carlos Paz: “Para mí es un orgullo haberle dado la primera medalla a Cuba y me siento muy contento con el equipo y el colectivo de trabajadores”.

En los pechos de Henry Heredia, Keyler Ávila, Adel Gutiérrez, Robert Fernández, Felix Puentes y Pedro González reluce la medalla de bronce como premio a un desgaste colectivo.

Por lo que dicen los tiempos, esta presea pudo ser incluso de plata pues tras el primer lugar de Chile (5.42.26), la diferencia con el segundo lugar Brasil, fue mínima: 5.45.75 los cariocas por 5.45.96 los cubanos.

Fueron paletadas del corazón. La Bahía de Asunción bañó de bronce a Cuba. Supo de paso de que están hechos los atletas que han venido aquí a desafiar limitaciones, obstáculos y salen con la estirpe de los campeones.

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

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