Cuando el rocío dormía aún sobre las pencas de las palmas reales, escoltas fieles de la mayor de nuestras plazas, el pueblo espirituano llenó de rojos, azules y blancos la mañana de este Primero de Mayo, y ese río, también de voces, avanzó y desfiló ante el mayor de nuestros generales, Serafín Sánchez Valdivia; el hombro donde Martí no dudó en poner su mano a descansar, cuando el Maestro alistaba su obra más notable: la Guerra Necesaria.
Porque desde lo profundo del siglo XIX, Martí y Serafín nos enseñaron que la unidad siempre será portentoso escudo de gladiador romano, frente a cualquier amenaza —venga de donde venga—, unos 90 000 espirituanos y espirituanas apresuramos la taza de café mañanero y nos reencontramos en las calles, a pesar del incesante ulular —casi imploratorio— de los odiadores en las redes sociales de que no sacáramos un pie de la casa para desfilar el Día Internacional de los Trabajadores.
Porque “Revolución es sentido del momento histórico”, como lo advirtió Fidel 25 años atrás en la celebración habanera de otro Primero de Mayo, el pueblo colocó a un lado las estrecheces económicas —que no son pocas— y desbordó las plazas.
Codo a codo, ahí vimos al liniero de la Empresa Eléctrica; al mismo que, acostumbrado a las urgencias ciclónicas, preparó rapidísimo la mochila y partió hacia La Habana, junto con otros colegas, para devolver la luz que se llevó el huracán Rafael a su paso por el occidente cubano en noviembre último; es el mismo liniero que acaba de comprar la lata de carbón a 500 pesos para guarecer los estómagos de la familia de la lluvia de apagones.

Codo a codo, ahí vimos a la doctora del consultorio, quien suele echar en la jaba, antes de salir de casa, los uniformes de escuela de sus dos hijos —la menor cursa el sexto grado y el mayor el octavo— para plancharlos en la propia consulta —ubicada en un circuito eléctrico protegido—; por supuesto, si no hay pacientes por atender. Es el día a día que vivimos hoy y que no nos arrebata la vocación de servir.
Porque Revolución también “es desinterés, altruismo, solidaridad”, esa doctora del consultorio y otros doctores y otros enfermeros y enfermeras, asistentes al desfile proletario por la Plaza de la Revolución Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, denunciaron la actual campaña de Washington, pensada milimétricamente contra la colaboración médica de la isla caribeña para cercenar de cuajo los ingresos financieros por la exportación de los servicios sanitarios. Así de malsanos son los objetivos de la nueva cruzada de la administración de Donald Trump.
Porque Revolución “es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional”, el pueblo llenó de rojos, azules y blancos este Primero de Mayo; cuando Sancti Spíritus pareció ondear como una inmensa bandera en el centro de Cuba.
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