La base del movimiento MAGA de Donald Trump se resiente o, al menos, así parece, en medio de polémicas entre facciones rivales del presidente de Estados Unidos.
Tan solo en el último mes las fallas salieron a la luz con los enfrentamientos entre miembros de la coalición por el bombardeo que ordenó Trump a las instalaciones nucleares de Irán, por la promulgada «gran y hermosa» ley de impuestos y gastos, y la agresiva agenda antiinmigrante del mandatario.
Pero ningún otro tema ha expuesto las posibles fracturas subyacentes en MAGA (Hacer que Estados Unidos Vuelva a ser Grande) como los llamados archivos Epstein, que han puesto a prueba la lealtad al gobernante y el movimiento que creó.
El furor se ha centrado en una nueva revisión gubernamental de las pruebas que rodean al financiero caído en desgracia y delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein, quien murió en una prisión federal en 2019 tras ser arrestado por cargos de tráfico sexual infantil, dijo el diario Politico.
El informe sin firma, publicado conjuntamente por el FBI y el Departamento de Justicia el lunes pasado, no encontró evidencia de una «lista de clientes» incriminatoria ni de una red de chantaje más amplia en torno a Epstein, y concluyó que el financiero se suicidó en su celda, añadió el material.
Sin embargo, los hallazgos contradicen las numerosas teorías —muchas de ellas respaldadas en su momento por miembros de la propia administración Trump— que afirmaban que Epstein mantenía una lista de las numerosas personas poderosas presuntamente involucradas en el delito y que fue asesinado como parte de una conspiración gubernamental.
El reporte provocó una furiosa reacción de varios sectores de la coalición MAGA, en gran parte dirigida a la fiscal general Pam Bondi, quien había prometido un informe exhaustivo del caso Epstein, y al director del FBI, Kash Patel, que promovió diversas teorías conspirativas al respecto antes de unirse a la administración Trump.
El sábado, Trump —quien ha sido mencionado durante mucho tiempo en documentos publicados en casos judiciales relacionados con Epstein, pero no está acusado de irregularidades— intentó sofocar la revuelta interna de MAGA.
Lo hizo con una publicación en Truth Social en la que reiteraba su apoyo a Bondi y sugería que los archivos de Epstein fueron un invento de sus oponentes demócratas.
Sin embargo, la misiva digital de Trump parece haber hecho poco para calmar la furia del movimiento MAGA por la controversia, que sigue dominando el debate en los círculos conservadores de Washington.
Varios miembros de la administración Trump, incluyendo a Bondi y Patel, asumieron sus nuevos cargos alimentando las sospechas sobre un encubrimiento gubernamental de los archivos de Epstein y prometiendo usar su nuevo poder para llegar al fondo del caso, pero ahora que están en el gobierno, afirman haber llegado al fondo, y no hay mucho más que ver.
“Las teorías de la conspiración simplemente no son ciertas, nunca lo han sido”, escribió Patel —quien promovió teorías sobre el “libro negro” de Epstein en 2023— en una publicación en X durante el fin de semana, mientras Bondi se retractó de comentarios anteriores que sugerían que la lista de clientes de Epstein estaba “sobre su escritorio”.
En fin, tras años de grandes promesas a la base del presidente, el memorando no logró demostrar nada, socavando las palabras de Trump y su equipo.
Así que el mundo MAGA no está contento, enfrentando a los aliados más cercanos del presidente, comentó la CNN.
“Estamos en un solo Equipo, MAGA, y no me gusta lo que está pasando. Tenemos una Administración PERFECTA, DE LA QUE HABLA TODO EL MUNDO, y ‘gente egoísta’ está tratando de perjudicarla, todo por un tipo que nunca acaba de morir, Jeffrey Epstein”, apuntó Trump en su plataforma tratando de apaciguar el fuego.
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