Venezuela denunció ante siete organismos internacionales vinculados a la pesca la grave violación de los derechos al ejercicio de la actividad pesquera, cometida por Estados Unidos en aguas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), se informó hoy.
La misiva enviada el pasado 15 de septiembre por la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez, incluyó a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y narró los hechos ocurridos el 12 del propio mes contra un barco pesquero de bandera venezolana.
Rodríguez publicó este miércoles en Telegram la carta en la cual reseñó que la embarcación Carmen Rosa fue interceptada “de manera ilegal y hostil” por un destructor de la Armada estadounidense, identificado como USS Jasan Dunham (DDG-109).
Indicó que el buque navegaba a 48 millas náuticas al noreste de la isla La Blanquilla, en la ZEE venezolana.
La también ministra de Hidrocarburos precisó que el destructor estadounidense estaba equipado con armamento de guerra, “incluidos potentes misiles de crucero, y estaba tripulado por efectivos militares altamente entrenados.
El pesquero” no transportaba armas de ninguna naturaleza y era tripulado por nueve humildes pescadores atuneros”, comunicó.
Precisó que, tras la ilegal intercepción, el navío de guerra estadounidense desplegó 18 efectivos militares con armas largas que “abordaron y ocuparon la pequeña e inofensiva embarcación durante ocho horas.
Los pescadores venezolanos fueron privados de libertad, impedidos de comunicarse y del normal desenvolvimiento de la faena autorizada de pesca de atún, así como en “ningún momento se notificó esta operación a Venezuela”, como país de bandera de la embarcación, detalló.
La vicegobernante manifestó que esta operación de un buque de guerra con personal militar de comando contra una embarcación pesquera civil, “resulta en un acto claramente desproporcionado, que vulnera las reglas y principios que rigen las operaciones de control de la navegación marítima”.
Además de atentar contra el libre ejercicio de la actividad pesquera y los derechos humanos de los nueve trabajadores pesqueros involucrados, incluidos sus derechos a la libertad e integridad personal.
Rodríguez destacó la larga trayectoria y experiencia de pesca de su país en aguas del Caribe y consideró “inaceptable que pretenda obstaculizarse su actividad productiva y desarrollo económico mediante operaciones injustificadas y claramente contrarias a derecho”.
Finalmente, remarcó en la “grave violación” cometida por autoridades de Estados Unidos y demandó “un firme pronunciamiento de condena” contra este acto de hostilidad y agresión contra pescadores venezolanos que impacta negativamente en el ejercicio de la actividad económica de la pesca y el resguardo de los derechos.
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