El odio y el cinismo de la Casa Blanca contra Cuba y los cubanos

Rendir por desesperación, hambre y necesidades a un pueblo es la mejor opción política que puede ocurrírsele al gobierno estadounidense

cuba, bloqueo de eeuu a cuba, donald trump
Una calle en La Habana. (Foto: AP)
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Una calle en La Habana. (Foto: AP)

Las nuevas medidas contra Cuba y los cubanos anunciadas el pasado viernes por el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos Steven Mnuchin son muestra del odio visceral de los gobiernos de esa nación contra la nuestra y del enorme cinismo que impera en la política imperial.

Si a alguien le quedaba dudas del carácter genocida, hipócrita y agresivo del bloqueo, las recientes decisiones de la administración Trump le han mostrado fehacientemente la esencia malloriana(*) de tal política. Rendir por desesperación, hambre y necesidades a un pueblo es la mejor opción política que puede ocurrírsele al gobierno estadounidense.

Les ofusca la capacidad de resistencia de una nación pequeña ante el asedio y la agresión permanente, el enorme sentimiento de solidaridad que practica, la decisión de no dejarse avasallar ni ceder soberanía e independencia.

No satisfechos con atacar el principal sector de la economía cubana, el turismo, prohibiendo los viajes de cruceros y las visitas bajo la licencia Pueblo a Pueblo (bajo la cual viajaban a nuestro país la mayor parte de los estadounidenses que podían hacerlo), de perseguir con saña a las navieras que intenten transportar petróleo y derivados hacia Cuba y sancionar a la empresa cubana importadora de combustible CubaMetales; ahora limitan las remesas familiares y atenazan aun más el flujo de divisas desde y hacia Cuba.

Se trata, a decir del Secretario del Tesoro, de «aislar financieramente al régimen cubano». Para el señor Munchin «Por medio de estas enmiendas regulatorias, el Tesoro está negando el acceso a Cuba de divisas convertibles, y estamos frenando el mal comportamiento del gobierno cubano, mientras continuamos apoyando al pueblo de Cuba que tanto sufre».

Una pieza antológica de cinismo. ¿Qué tanto apoya al pueblo cubano quien le aprieta la soga al cuello?

Ya lo había anunciado desde abril un funcionario de Trump a The Examiner, al revelar que la administración planeaba “estrangular financieramente al régimen cubano”. El senador Marco Rubio, madre putativa de este arreciamiento de la política de agresión, añadió entonces que las sanciones recién activadas en virtud del Título III de la Ley Helms-Burton acosarán las inversiones turísticas y afectarán “el alma” financiera de Cuba. “Esto y las remesas –dijo– es cómo ellos generan todas sus divisas”

Fundamentan desvergonzadamente sus sanciones en la ayuda solidaria que Cuba brinda a Venezuela. Rabiosos porque no han podido con la Revolución Bolivariana intentan culpar a Cuba de sus fracasos en la tierra de Bolívar y Chávez.

Apuestan en su estrategia a dividir a los cubanos, a enfrentarnos, a reblandecernos, a sepultar nuestros sueños y esperanzas. Pero esa historia la hemos vivido de sobra y hemos sabido salir victoriosos de los más difíciles desafíos, con muchas menos condiciones que ahora. No hay tiempo para lamentos. Es momento de inteligencia, de buscar alternativas y soluciones a los múltiples problemas que el bloqueo nos plantea, de estrechar la unidad que nos fortalece, de pensar como país. A más odio y amenazas del imperio, más ejercicio fecundo de creación y de resistencia de nuestro heroico pueblo.

* En referencia a Lester D. Mallory, diplomático estadounidense, Subsecretario Asistente para América Latina que escribió en abril de 1960 un memorando de estrategia para Cuba, titulado “La decadencia y caída de Castro”. Mallory argumentó que las presiones económicas eran necesarias porque “no había oposición política efectiva” al gobierno de Castro, que entonces tenía 16 meses. La clave era infligir dolor al pueblo cubano. Mallory escribió que Estados Unidos necesitaba “debilitar la vida económica de Cuba […] para disminuir los salarios nominales y reales, provocar el hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

Randy Alonso Falcón

Texto de Randy Alonso Falcón

3 comentarios

  1. Randy, Y cuando Trump se vaya también será malo el que llegue?? También odiará a los cubanos??

  2. Ing. Arley Crespo Izquierdo

    Hay muchas cosas que cambiar en Cuba que nos afectan tanto o más que el bloqueo. Por solo poner 1 ejemplo. Las regulaciones aduaneras, nadie, absolutamente nadie del pueblo está a favor de dichas regulaciones y ahí están vigentes. Las tiendas en divisas están prácticamente vacías y la ropa y los zapatos que venden no son del gusto de los cubanos. Que dejen a los cubanos traer lo que deseen execto drogas y armas y veremos si mejoramos o no. Ese es el peor bloqueo que tenemos, y Trump al igual que los pocos dirigentes que tenemos a favor de tantas restricciones saben eso. No sigamos culpando a Trump de todo lo malo, los cubanos de a pie tenemos más restricciones internas que externas. Eso es lamentable, pero es real y debemos eliminarlas para poder culpar a Trump y a su bloqueo.

  3. Hombre…en la era de internet…decir que Trump odia a los cubanos….pufffff eso no cuela…Trump odia (y tampoco lo creo) al GOBIERNO CUBANO, NO AL PUEBLO DE CUBA. Gobierno y pueblo SON DOS COSAS DISTINTAS…Aquí pueden publicar lo que quieran, pero en cada declaración de Trump al respecto, muestra su simpatía por el pueblo de Cuba…otra cosa es por nuestro Gobierno..no mezclen peras con manzanas…que no somos idiotas…

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