Con un pie en el Heberprot-P

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Cada 30 segundos se amputa un pie en el mundo por causa de la diabetes, para sumar casi 2 900 personas al día que quedan separadas para siempre de una de sus extremidades. Hoy, la ciencia cubana ha logrado disminuir en nuestro país a un 5 por ciento los casos que por este padecimiento llegaban hasta ese fatal desenlace.

Mientras, en Sancti Spíritus se dan pasos seguros en el tratamiento al pie diabético, una experiencia de referencia en Cuba, a la que Escambray digital les propone acercarse.

 

Gladys Álvarez Pimentel, una octogenaria espirituana, diabética desde hace cuatro décadas y residente en el Reparto Toyo, de la ciudad cabecera, hacía más de dos años que presentaba una úlcera en el dedo gordo del pie derecho. “Yo sufrí mucho. Eran curas, curas, y nada. Hasta que me ingresaron en el hospital. Ya estaba muy avanzado cuando vine, así que me cortaron el dedo y comenzaron a aplicar el Heberprot-P”.

El factor de crecimiento epidérmico humano recombinante, como también se le conoce, evitó que el mal fuera mayor; sin embargo, su aplicación desde las etapas iniciales de la úlcera hubiese cambiado aún más la historia de Gladys.

CON LOS PIES EN LA TIERRA

Evitar la llegada a las instituciones hospitalarias de pacientes con úlceras del pie diabético en una fase avanzada constituye la principal causa para que grupos médicos espirituanos desarrollen pesquisas, en cualquiera de los ocho municipios de la provincia. Emilio Carpio Muñoz, promotor del uso del Heberprot-P del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología en Sancti Spíritus, expone: “Este operativo lleva a la atención primaria de salud la detección del pie diabético. Generalmente los pacientes que tienen una úlcera llegan hasta nuestros sistemas de salud un poco tarde e ingresan a una sala de Angiología”.

En la pesquisa se descartan personas que no presentan úlceras, pero, aun así, se les explican los cuidados a tener para que estas no aparezcan. La doctora Yaniset Díaz Hernández, especialista en Angiología y Cirugía vascular, detalla: “La estrategia es muy oportuna, pues nos ha permitido evaluar pacientes con lesiones que no habían acudido a una consulta. Incluirlos en esta alternativa terapéutica nos ha posibilitado disminuir el índice de amputaciones, con la cicatrización de lesiones a tiempo”.

El doctor Rafael Ibargollín Ulloa, especialista en Genética y Biotecnología, reseña uno de los mayores logros: “La sala de Angiología hoy está a un 23 por ciento, cuando antes siempre estaba llena. Por supuesto, van a quedar pacientes que lleguen en estado grave, por eso hoy consideramos un fracaso de la atención primaria de salud cada caso que llegue así”.

PARA COGER EL PASO

La estrategia espirituana revirtió la situación a tal punto que hoy se detectan el 70 por ciento de los casos en la consulta primaria de salud y en momentos iniciales, y solo un 30 por ciento llega a un nivel de complicación. El resultado ubicó a la provincia en la vanguardia e hizo que se acercaran hasta la villa del Espíritu Santo, especialistas foráneos para captar la experiencia.

El doctor habanero Ralfh Arias de la Fuente, quien actualmente cursa la especialidad de Angiología y participa en una de las pesquisas, opina: “Los pacientes salen con respuestas a sus problemas de salud. Muchas personas que piensan que no son diabéticos terminan clasificadas y puede hacerse un trabajo preventivo. En La Habana, que tiene una población envejecida, pensamos aplicar el plan en todas las áreas de salud”.

Dayamí Santos Dopico, al frente de la promoción del Heberprot-P en Matanzas, puntualiza: “Los espirituanos tienen un equipo de trabajo entusiasta, dedicado y con gran poder de convocatoria”.

A propósito de una paciente que alegó haberse ido a bailar, a pesar de la úlcera, luego de haberle sido aplicado el Heberprot-P, la especialista matancera puntualiza a Escambray: “En Sancti Spíritus hemos aprendido también que, independientemente de que el producto sea eficaz y el sistema de salud lo haga disponible, cada persona es responsable por su calidad de vida y su salud”.

El propio doctor Ibargollín lo resume: “El Heberprot-P te ayuda, pero el paciente tiene que ayudarlo también con el cumplimiento al pie de la letra de las indicaciones que le hacemos”.

Hoy se detectan las úlceras más temprano, con lo que el tratamiento puede hacerse de manera ambulatoria y se disminuyen, además de las molestias a los pacientes, los gastos hospitalarios.

Gladys recuerda lo que le ocurrió un tiempo atrás y asiste nuevamente a la consulta. Hace cuestión de cinco semanas le salió una lesión en la pierna izquierda, producto de un golpe. No va a esperar a que se le complique. Viene a que la valoren los especialistas y si resulta necesario le inoculen el milagro, como ella misma le dice, a este medicamento cubano que le ha devuelto la tranquilidad.