Los Sánchez Valdivia según Thelvia Marín

En exclusiva a Escambray, la multifacética artista revela uno de sus anhelos por cumplir: regalar un monumento a la familia Sánchez Valdivia A los 92 años de edad, Thelvia Marín Mederos no solo se siente más viva que nunca; acaricia también el orgullo de haber moldeado con sus manos buena

En exclusiva a Escambray, la multifacética artista revela uno de sus anhelos por cumplir: regalar un monumento a la familia Sánchez Valdivia

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A los 92 años de edad, Thelvia Marín Mederos no solo se siente más viva que nunca; acaricia también el orgullo de haber moldeado con sus manos buena parte de la historia patria. La imagen del Camilo Cienfuegos de Yaguajay, el Serafín Sánchez de la plaza que lleva su nombre en Sancti Spíritus y la Colina Lenin en La Habana figuran entre sus esculturas declaradas Monumentos Nacionales.

Hoy, no obstante, la también poeta y periodista siente que su tarea está incompleta: “Desde hace más de un año informé de mi interés por regalar un monumento a la familia Sánchez Valdivia, pero el tiempo pasa y el proyecto sigue esperando en mi mesa de trabajo”.

Marín Mederos dijo a Escambray que se encuentra dispuesta a viajar hasta la localidad jatiboniquense de Arroyo Blanco para, junto a un equipo de jóvenes artistas del territorio, esculpir en bronce los rostros de Serafín, Tello y Raimundo Sánchez, tres de los más importantes generales de las guerras independentistas, que merecen quedar inmortalizados en su tierra.

“Se trata se un conjunto a modo de espiral que costaría miles de dólares; sin embargo, lo único que yo pido es el apoyo logístico y los materiales para fundir la base”, declaró Thelvia.

Tal vez la deuda de quien ostenta la condición de Hija Ilustre de Sancti Spíritus se deba a aquellas íntimas conversaciones que sostenía con el escribano de José Martí a través de la verja de su casona en la calle Llano: “Cuando era niña, tuve el honor de conocer a Raimundo Sánchez Valdivia; recuerdo que me contaba muchas anécdotas del Apóstol y de Serafín, fue algo que me hizo sentir como si los hubiera conocido personalmente, una ilusión que no olvidaré jamás”, explicó.

La autora de la esfinge al trabajo, el desarme y la paz, enclavada en Costa Rica a petición de la Unesco, expuso las causas que pudieran estar frenado hoy la ejecución de la obra: “Es una cuestión de nomenclatura; si no puede ser un monumento, yo propongo un obelisco, para que no exista entonces tanta burocracia y grandes demoras, se está aplazando un gesto muy sencillo y amoroso”.

El asunto es conocido por las autoridades competentes encargadas del patrimonio en Jatibonico, pues, de acuerdo con la reconocida escultora, en más de una ocasión se ha comunicado con el director del museo en ese territorio.

“Ni siquiera busco que sea una obra con la firma de Thelvia Marín, me interesa relacionarme con jóvenes talentos, que cada uno ponga sus manos en los rostros de los próceres, que aprendan el significado que ellos tuvieron para Cuba; mi disposición de trabajar en mi tierra natal se mantiene. Continuaré siendo espirituana hasta la muerte”, concluyó.

(El autor de este trabajo es estudiante de periodismo en la Universidad Central de Las Villas)

Oscar Salabarría Martínez

Texto de Oscar Salabarría Martínez

Comentario

  1. josé joaquín

    Si el Gobierno no apoya esta idea pudiera hacerse una campaña de apoyo con la población para donar lo que ella necesite.

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