Proyecto del Código de las Familias: La vejez en el altar

La norma legal, hoy sujeta al escrutinio popular, protege a los adultos mayores desde su articulado y en diálogo con la Constitución de la República

En el proyecto del Código de las Familias se respalda a los adultos mayores.

Dos realidades pugnan hoy en el seno de las familias cubanas: en muchos hogares los adultos mayores se han convertido, gracias a sus manos asidas aún al timón de la casa, en enciclopedias de saberes y vivencias; en otros, estorban hasta en las esquinas de esas cuatro paredes y malviven arrinconadas en sillones quebrados de tanto ir y venir en el tiempo.

De este fenómeno multicausal no se desentiende el proyecto del Código de las Familias y lo enfrenta, como norma jurídica, desde la articulación de una serie de preceptos enfocados a la protección de las personas de la llamada tercera edad a partir, incluso, de documentos rectores promulgados por organismos internacionales, a raíz de las tendencias mundiales de indicadores como el envejecimiento poblacional.

Es dable referir, por ejemplo, que Cuba suscribió la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que declaró, en diciembre del 2020, el período 2021-2030 como el Decenio del envejecimiento saludable; designación que defiende, a todo trance, la Organización Mundial de la Salud, que no mira el toro desde la barrera y que sostiene que las acciones emprendidas persiguen transformar el modo en que pensamos, sentimos y actuamos en relación con la edad y el envejecimiento; facilitar la capacidad de las personas mayores para participar y contribuir a sus comunidades y la sociedad, así como prestar atención integral y servicios de salud primaria que respondan a las necesidades del individuo.

En reciente Mesa Redonda, expertos desmontaron con lentes de aumento el concepto de envejecimiento saludable, el cual se sustenta en desarrollar y mantener la capacidad funcional en los adultos mayores, que permite el bienestar, vital para que la persona haga lo que desee y pueda desde el punto de vista fisiológico; pero, también, a partir de lo que el medio le demande, añadía en el programa televisivo el doctor Jesús Menéndez Jiménez, integrante de la Sociedad Cubana de Geriatría y Gerontología.

Vaticinios demográficos apuntan hacia que nuestro país, hoy con alrededor de 2 400 000 personas con 60 años y más, notificará el mayor índice de envejecimiento de la población para el 2030 en el área latinoamericana y caribeña; y en la concreción del pronóstico, Sancti Spíritus podría engordar las estadísticas al estar considerada en la actualidad entre las provincias con mayor deterioro de este indicador, agravado por una baja tasa de natalidad.

Arrojan luz sobre el asunto datos brindados por la Dirección Provincial de Salud, que suma 82 290 espirituanos con 60 años y más, así como 18 722 con 80 años y más, equivalentes al 22 por ciento del universo total, localizados, en lo esencial, en tres municipios: Sancti Spíritus, Cabaiguán y Yaguajay, en ese orden.

A ese rostro ajado de las familias cubanas se arrima el proyecto normativo, en consulta popular; pero más que ello, el propuesta legal explora, escudriña la nación de mañana, la nación posible; y entabla diálogo fluido con la Constitución de República,  cuyo artículo 88 acentúa: “El Estado, la sociedad y las familias, en lo que a cada uno corresponde, tienen la obligación de proteger, asistir y facilitar las condiciones para satisfacer las necesidades y elevar la calidad de vida de las personas adultas mayores. De igual forma, respetar su autodeterminación, garantizar el ejercicio pleno de sus derechos y promover su integración y participación social”.

Bajo ese paraguas constitucional nacieron el proyecto del Código de las Familias y el respaldo que este le concede a los adultos mayores, enaltecidos en los entornos familiares en dos líneas claves, en opinión de los especialistas: como seres humanos y desde sus roles de abuelos.

La prueba la encontramos en el artículo 4 del citado proyecto, el cual explicita, entre otras cuestiones, el derecho de los adultos mayores a la autodeterminación, preferencias, independencia y la igualdad de oportunidades en la vida familiar.

Por si no resultara suficiente, el número 8 expone que el Estado reconoce la importancia de las abuelas y abuelos en la transmisión intergeneracional de tradiciones, cultura, educación, valores, afectos y en las labores de cuidado.

Desde luego, no son estos los únicos enunciados del proyecto del código que protegen a la ancianidad dentro de la dinámica hogareña y a nivel más social. A la vista de todo ello, la futura ley justiprecia a quienes sortearon imponderables y convirtieron sus hogares en sólidas catedrales, donde los años ni la vejez estorban.

Enrique Ojito

Texto de Enrique Ojito
Premio Nacional de Periodismo José Martí, por la obra de la vida (2020). Máster en Ciencias de la Comunicación. Ganador de los más importantes concursos periodísticos del país.

6 comentarios

  1. Nuestras leyes cada vez más se ajustan a nuestras realidades. Este es el caso ahora de la vejez. Pero la lucha mayor debe ser ahora y como en otras situaciones en el combate porque en la realidad se cumpla lo legislado. Se dice que tenemos casi 2 millones 400 mil personas con 60 años y más y dentro de pocos años serán más. Cuantos de ellos aún estarán laborando?, porque la jubilación es a los 65 años para hombres y 60 para mujeres. Debe ser una buena cifra, con fuerte incidencia aún en toda la vida del país y con toda la influencia cultural y politico- ideológica de este segmento de población, sin dudas muy comprometido con la revolución. Sabe lo que está pasando hoy en los centros de trabajo? Bueno pues cuando ya estás por encima de 45 años ya no tienes derechos a ser Cuadro y es muy probable que tampoco se piense en nada de direccion. Política de hace un tiempo para acá en el MINTUR. Los que hoy están en los cargos con varios años ya se les tocó campana como se dice. Sabe cuánto se pierde en conocimientos, experiencias, capacidad, necesarias para la dirección a esa edad por la decisión tomada? Muchas administraciones más jóvenes en vez de aprovechar esas capacidades y trabajar en lo que se llama transmisión de experiencias se atrincheran y construyen una división imaginaria basada en la famosa sombra de Antolín «El Pichón». Esa es una discriminación innecesaria para alguien que ya va hacia atrás. La necesidad de poner jóvenes en cargos como parte de la continuidad, no tiene porqué apresurar a los jóvenes ni atropellar a los viejos. Cada error quema vidas y cuesta millones. Es como si estuviéramos desmontando algo. Recuerdo que en mi formación nunca hubo apuros. Insisto en esto porque considero es determinante hoy para poder avanzar, aprovechar mejor los recursos y materias primas, no chocar de nuevo con la misma piedra, y tantas otras cosas que necesita la economía del país para su restablecimiento. La nación es como una gran empresa donde son necesarios la tecnología, la organización laboral, las materias primas pero más que todo la calidad de la preparación de la fuerza laboral que es igual a gente preparada, con experiencias y habilidades. Siempre hemos dicho por lo anterior, que lo mejor que tenemos es nuestra gente, esa que hoy está en sus 2/3 partes de la vida laboral. Utilicemosla al máximo en lo que queda y hagamos realidad lo que para ellos la ley ha preparado.

  2. Caramba Evelio qué bien habla usted ,no me extrañaría que lo de Evelio sea un seudónimo y usted sea el propio periodista del comentario ,para de esta forma poder decir lo que de verdad necesita decir.

  3. El comentario de Evelio muy claro. Lo que respiramos entre los que amamos la Revolución y sus bellos ideales es desesperanza en todas direcciones. La prensa estuvo jugando un gran papel en años recientes. Hoy lo que se ve es un espíritu de justificación a lo mal hecho. Un ejemplo es el Código que se viene idealizado en todos sus aspectos a través de una campaña donde prevalece la propaganda subliminal, lo que demuestra a su vez un ejercicio de democracia inducida a la política oficial. O es que el pueblo somos los equivocados?

  4. Lo primero que deberían tener los ancianos es un jubilacion digna monetariamente hablando y de eso no veo nada en el susodicho código….

  5. Lo que a mi me preocupa es cómo hacer cumplir lo que establece la Constitución de República, artículo 88 que acentúa: “El Estado, la sociedad y las familias, en lo que a cada uno corresponde, tienen la obligación de proteger, asistir y facilitar las condiciones para satisfacer las necesidades y elevar la calidad de vida de las personas adultas mayores. De igual forma, respetar su autodeterminación, garantizar el ejercicio pleno de sus derechos y promover su integración y participación social”. En una sociedad donde las diferencias socioeconómicas de las personas se profundizan cada vez más y el Estado y las instituciones no pueden tampoco garantizar dichas condiciones, por factores objetivos, pero, en grandísima medida por factores subjetivos cómo lograr lo establecido en la Constitucion y el Código? Como letra bien, el problema es su cumplimiento en la práctica de la vida real. Así sucede con todo lo demás del proyecto, xq el AMOR a los abuelos y la familia en general no se puede desarrollar simplemente con leyes, sino como un principio de la práctica cotidiana de la familia en su BUEN VIVIR, del Estado y las instituciones.

  6. Sólo espero que llegue pronto mi hora,
    Los medicamentos más indispensables desaparecidos, el estado no puede controlar el alza de los precios, la canásta básica de 1528.00 se ha depreciado más de 500%, las empresas tratando de salvarse elevando precios, medidas y reuniones no resuelven nada y la juventud y nuestros hijos huyendo de Cuba.
    Estamos peor que en el período especial y como ven, la prensa solo sirve para elogiar, entonces sr periodista ¿cree ud que los ancianos estamos bien y protegidos?
    ¡MIENTEN!
    «NO MENTIR JAMAS NI VIOLAR PRINCIPIOS ÉTICOS»
    Claro, elogiando todo y escondiendo lo mal hecho podrá ud y sus compañeros de trabajo seguir recibiendo palmaditas en los hombros.
    SALGAN PARA LAS CALLES, BUSQUEN LA VERDAD, No para tumbar el comunismo, si no para perfeccionarlo, recuerden: uds son el 4to poder, no para elsalzar al cuadro, si no para defender al pueblo.
    Yo, por lo menos, yo, ya no creo en el desempeño de la prensa escrita, radial y televisiva.

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *