Gallos caen en juego sensacional (+fotos)

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Cuando Yosvani Peñalver sacó su guante felino e hizo la atrapada de la noche, terminó con el sueño espirituano y preservó para su equipo azul la victoria de 5-4 que les dio el último boleto a semifinales de la Serie Nacional de Béisbol, en un dramático choque jugado en un “José Antonio Huelga” desbordado.

Fue un fildeo espectacular sobre una línea soberbia bateada por uno de los mejores jugadores de los yayaberos: Lázaro Fernández, quien se quedó sin aliento, como todos sus compañeros y sus parciales, justo cuando los locales amenazaban con dejar al campo a los giradillos con el empate en tercera y la ventaja en primera.

Fue un cierre sensacional, digno de la rivalidad de este play off entre Gallos y Leones, enrolados en el pareo más reñido de cuartos de final y único que llegó al séptimo encuentro.

Desde los inicios, el drama y el suspenso se instalaron en el “Huelga”, que a las seis de la tarde solo tenía libre los espacios de sol en su ala derecha.

En el box, dos niños: Uno de veinte años por los espirituanos, otro de 19 por los capitalinos, ambos con actuaciones memorables en esta postemporada.

Tanto Alex Guerra por los Gallos como Rafael Orlando Perdomo por los Leones, retiraron sin problemas el primer inning. Pero el zurdo cabaiguanense no tuvo esta vez la misma efectividad de su salida en el “Latino” y cuando se le llenaron las bases, Lázaro Martínez lo extrajo y trajo de reemplazo a Fernando Betanzos, quien logró que solo entrara una anotación.

En el tercero los visitantes volvieron a anotar a cuenta de Betanzos y a la salida de ese acto, los Gallos empataron por hit de Frederich Cepeda con las bases llenas.

En el quinto Industriales rompió el abrazo cuando le marcó la tercera carrera a Betanzos, mas la reacción no se hizo esperar y los locales empataron en el quinto por fly de sacrificio de Mendoza y se fueron arriba en el sexto cuando se combinaron sencillos de Yadiel Guerra y Yunier Mendoza y dos errores de la defensa azul.

La tensión podía olerse en el “Huelga”. Con Yanielkis Duardo en la lomita, traído por necesidad antes de tiempo desde la quinta entrada, las esperanzas se apoderaban de la afición local, mientras Juan Javier Peñalver se apareció con lances de 90 millas y más, para complicarle la noche a los bateadores.

Mas en el octavo, un costosísimo error del tercera base Ronaldo Pérez permitió que Juan Carlos Torriente llegara a primera y luego avanzó a segunda por sacrificio de Alberto Calderón. Walter Orlando Abreu trajo, con hit, la del empate.

En el noveno, los giradillos fabricaron otra por doblete de Jorge Alomá, quien llega a tercera tras boleto intencional a Peñalver y doble play de Yasmani Tomás y entró con la carrera que a la postre fue del gane por un wild pitch del propio Duardo.

Con la ventaja del home club, los Gallos cedieron el primer out por intermedio de Rodolexis Moreno, pero Yunier Mendoza reavivó esperanzas con un hit al derecho. En busca de un hombre más rápido Lázaro Martínez envió a Ivan Ortíz a correr, quien llegó a segunda por un lance escapado. Frederich Cepeda llegó a primera base por boleto, y Alberto Rodríguez, falló en batazo de rolling con el que llegó a tercera Ortiz.

Con los nervios a flor de estadio, Lázaro Fernández se dispuso a redondear lo que para él ha sido un gran play off. Su línea llevaba malas intenciones, pero encontró, como ya describimos, el guante de Peñalver.   

Es verdad que se perdieron varias opciones de empujar como en el segundo con las bases llenas sin outs, y no se pudo anotar, lo mismo que en el quinto, aunque con dos outs.

Mas en un juego de esta importancia suele suceder, como los cuatro errores de los ganadores y los dos de los perdedores. Y, de hecho, los ganadores dejaron más hombres en base: doce, que los perdedores: diez y ambos batearon la misma cantidad de hit.  

Para Peñalver fue el triunfo y para Duardo, la derrota.

Debieron pasar varios minutos para que jugadores y colectivo asimilaran lo que acababa de suceder sobre sus trajes sudados. Las lágrimas corrieron sin consuelo y no hubo palabra capaz de estremecerlos, ni sacarlos de su espasmo.

Mas como un espectáculo digno de un final de igual dimensión, el público se quedó en su graderío y les espero a que salieran a la grama del “Huelga” para aplaudir a sus Gallos en larga y merecida ovación. Y créanme, yo que he visto derrotas de todos los colores en ese mismo escenario, play off tras play off, no recuerdo, nada similar: un estadio repleto en pie para reconocer entre vítores al equipo perdedor.

Tampoco se pudo esta vez y para luego quedarán los análisis. Mas me quedo con esta última imagen, con la garra y la combatividad de estos Gallos, que llegaron más allá de lo que muchos pensaron. También con su dolor y su vergüenza después de creerse que podían y en realidad, estuvieron a la distancia de un fildeo, de lograrlo.

Del rival ganador, recibieron los Gallos también, un reconocimiento, en palabras de Guillermo Carmona, manager de Industriales. “Fue un juego muy lindo, muy emocionante este final, los dos equipos dieron una gran lucha por llevarse la clasificación, muchas felicidades para Sancti Spíritus que fue un digno rival, ambos dimos una gran batalla, parecía una final y en ese sentido le dimos un gran regalo a la afición.”

Y antes de caer de bruces en medio del terreno, Lázaro Martínez, rodeado de un equipo enternecido en llantos y las autoridades políticas, gubernamentales y deportivas de la provincia, agradeció a los muchachos “por la entrega, por la unidad y la capacidad de soñar y al pueblo por llenar ese estadio como nunca.”

Como saldo final, Sancti Spíritus quedó en el sexto puesto, e Industriales completa los pareos de semifinales al enfrentar a Santiago de Cuba, mientras Las Tunas y Matanzas jugarán lo que parece ser una final adelantada.