La epopeya que cambió la historia (+fotos)

La victoria en Playa Girón el 19 de abril de 1961, con Fidel al frente de las tropas, se inscribe como la primera gran derrota del imperialismo yanqui en América Latina

Fidel visita una brigada de la Defensa Antiaérea durante la invasión de las tropas mercenarias dirigidas por el gobierno estadounidense a Playa Girón, el 17 de abril de 1961. (Foto: Sitio Fidel Soldado de las Ideas).

Nunca tuvo mejor claridad y lucidez el estratega nato que siempre fue el Comandante en Jefe cuando en la primera semana de abril, junto con otros oficiales del Ejército Rebelde, tras recorrer las obras en construcción en la península de Zapata, sobre el malecón de concreto que se adentra en el mar en Playa Girón, dijo sin más: “Este es un lugar ideal para el desembarco”.

Como le era habitual, ya había visto el futuro y supo que todo comenzó a gestarse desde antes del propio desembarco de más de 1000 hombres apoyados por tanques, artillería y aviación por Playa Girón y Playa Larga, donde debían establecer un gobierno títere que justificaría la intervención directa de Estados Unidos. Tras muchos meses de preparación, la invasión se inscribió en los planes agresivos que se pusieron en marcha en 1959 por orden de la Casa Blanca a la CIA para resolver “el problema cubano”.

Fidel observa desde un tanque el buque mercenario Houston en Playa Larga, el 17 de abril de 1961.

PRELUDIO Y CONTRAOFENSIVA

 La Operación Pluto tuvo su preludio cuando ocho B-26 mercenarios, con insignias cubanas, atacaron por sorpresa el 15 de abril los aeropuertos de Ciudad Libertad, en La Habana; la Base Aérea de San Antonio de los Baños, al sur de la capital; y el Aeropuerto Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, con el propósito de acabar con la limitada fuerza aérea revolucionaria.

Cuba no olvida ese preámbulo que costó vidas de gente de pueblo, de jóvenes imberbes como Eduardo García Delgado, uno de los héroes de abril reconocido por inmortalizar con su sangre el nombre de Fidel, tampoco de milicianos y gente de pueblo que se estrenaba en el ámbito militar con el propósito de defender su suelo y respondió sin titubeos al llamado de la dirección de la Revolución para demostrar al mundo que la pequeña isla que acababa de derrotar a una férrea tiranía estaba dispuesta a venderse cara.

Así lo hizo saber el Fidel cuando el 16 de abril, durante el entierro de las víctimas de los bombardeos, declaró el carácter socialista de la Revolución y se dispuso a luchar al frente de su pueblo con la consigna de Patria o Muerte, con lo cual comenzó a fraguarse la victoria en las arenas de Playa Girón y Playa Larga.

A partir de ahí se trazó todo el plan táctico y el líder de la Revolución dio las primeras instrucciones. En solo 24 horas, el 17 de abril, ya todas las fuerzas revolucionarias se encontraban plenamente movilizadas para enfrentar a los mercenarios. Durante esa madrugada, el primer grupo de milicianos que encontraron los invasores en la costa no se les sumaron como les prometieron los organizadores del ataque, sino que respondieron con fuego y les provocaron las primeras bajas. Ese fue solo el comienzo y dos días después la batalla final en Playa Girón resultó dirigida personalmente en el terreno por Fidel, al frente de la columna de tanques y tropas.

El día 18 comienza la contraofensiva cubana con el empleo masivo de artillería cubana que para en seco las maltrechas tropas de la Brigada de Asalto 2506. El miércoles 19 de abril, las fuerzas invasoras tienen que retroceder durante la madrugada desde San Blas hacia Playa Girón, donde quedan prácticamente sitiadas, los que quedan rezagados pronto son cercados y se rinden en el transcurso de la mañana.

Fidel no deja de estar presente en la zona del conflicto y en las últimas acciones bélicas. Hacia el final del día unos cientos de invasores intentaron huir, algunos buscando lanchas, otros ocultándose por las zonas pantanosas, aunque la mayoría se rindió poco antes del anochecer. Algunos sobrevivientes de la fuerza invasora se mantuvieron durante algunos días vagando por la Ciénaga de Zapata, hasta ser capturados. La operación terminó con una derrota total de los miembros de la Brigada 2506.

Fidel dialoga con los milicianos e imparte las órdenes de combate en Playa Girón, el 17 de abril de 1961.

FIDEL, UN ESTRATEGA EXTRAORDINARIO

A la distancia de 60 años, Playa Girón, el acontecimiento que cambió la historia de Cuba y tuvo muchos héroes y protagonistas, permanece como un recuerdo único para muchos de aquellos jóvenes apenas preparados para la victoria sobre una fuerza invasora integrada por 1 500 hombres, equipada, entrenada y financiada por el Gobierno de Estados Unidos, pero que entre todas las cosas no contó con algo trascendental: el arrojo de los cubanos y el liderazgo de un estratega extraordinario.

Fidel movía pasiones y levantaba los ánimos, como rememorara muchas veces Dámaso Valdés, secretario general del sindicato del central Australia: “Se había producido el desembarco mercenario. Fidel llegó al escenario de la batalla. Los ánimos se enardecieron ante la presencia del líder. En Jagüey se apeó del automóvil frente a una cafetería y se tomó un café. El pueblo decía: Ahora sí se acabó esto, llegó Fidel”.

Esa afirmación la corroboró años más tarde el asesor presidencial Arthur M. Schlesinger cuando escribió lo que en la prensa del sistema no se atrevían a decir: “La realidad es que Fidel Castro resultó ser un enemigo mucho más formidable y estar al mando de un régimen mucho mejor organizado de lo que nadie había supuesto. Sus patrullas localizaron la invasión casi en el primer momento. Sus aviones reaccionaron con rapidez y vigor. Su policía eliminó cualquier posibilidad de rebelión detrás de las líneas. Sus soldados permanecieron leales y combatieron bravamente.”

Fidel junto al capitán Jose Ramón Fernández (a la izquierda en la foto) recorre Playa Girón, el 17 de abril de 1961.

Carmen Rodríguez

Texto de Carmen Rodríguez
Reportera de Escambray por más de 30 años. Especializada en temas económicos.

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *