Protagonista de una carrera brillantísima durante más de tres décadas, Frederich Cepeda Cruz simboliza la manera en que el deporte se yergue como uno de los derechos conquistados por su país.
“Desde muy pequeño comencé a practicar el deporte y los estudios en el área donde me inicié, luego transité por toda la pirámide: 10, 12, 14, 15, 16, juvenil, menores de 23, hasta que logré el sueño anhelado por todo atleta, que es representar a mi país en el equipo Cuba; durante todo este largo tiempo he podido jugar al béisbol dentro y fuera de mi nación”.
En el deporte este hombre ha encontrado la manera de concretar sus aspiraciones: “Cuando comienza uno tiene un sueño de llegar, ser como esos grandes peloteros de la época de cuando era niño, como Luis Giraldo Casanova, Antonio Pacheco, Orestes Kindelán, Omar Linares; a algunos los vi jugar, y luego tuve la oportunidad de compartir con muchos de ellos. En un momento determinado fueron mis entrenadores y hoy somos muy buenos amigos. Creo que los sueños se me cumplieron y pude lograr los objetivos que quería”.
Por su constancia, disciplina y consagración la impronta de Frederich Cepeda traspasa los confines de un estadio para convertirse en un ícono y referente social.
“El deporte en la vida social me lo ha proporcionado todo, porque uno comienza ya a darse a conocer en su municipio, después en la provincia y luego a representar el país. El nuestro es el deporte nacional y es muy querido en Cuba y realmente ya te vuelve, como se dice, una personalidad; en todos lados te conocen y tienes la facilidad de conocer personas de todo tipo. El pueblo en general, las personas, donde quiera que vas eres reconocido y te propicia muchas cosas positivas. Eres ejemplo para niños, jóvenes, para diferentes generaciones y todo lo logras con lo que alcanzas en el deporte, con tu actitud y con lo que representas para un pueblo entero”.
Los más lo adoran como el ídolo y la leyenda viviente que es. Grandes y chicos lo veneran y le rinden reverencia. Su nombre suele ser el de un país.
“Es un gran privilegio. Uno no se da cuenta en lo que se va convirtiendo y realmente cuando tú sales de la frontera de nuestro país, es un orgullo representar a Cuba en el deporte, como lo hacen otras personas en diferentes ámbitos culturales, la medicina o lo que sea. Nosotros hemos tenido la oportunidad en ese momento que estamos compitiendo de representar al país entero, no solamente en la parte deportiva, sino también en lo que es el sentir del pueblo en ese momento en el lugar que estamos, es como si representáramos al cubano, literalmente”.
Dueño de varios de los principales títulos universales: campeón olímpico, varias veces mundial, panamericano, centroamericano, subcampeón del Clásico Mundial y cuatro veces participante de ese evento; dueño de varios reconocimientos individuales en esos certámenes, Frederich Cepeda Cruz recibió ofertas para jugar en las Grandes Ligas. Mas, toda su carrera y su historia la escribió en el país que le concedió el derecho de practicar la elección de sus sueños.
“Mira, ese tema de las Grandes Ligas es una opción que tiene cada cual. Realmente, sí me hubiese gustado, como lo he dicho en varias ocasiones, me hubiese encantado, pero hay una simple razón: yo nunca quise dejar ni mi país ni a mi familia. Me siento bien en mi seno familiar, con las personas que me quieren, que me aman y realmente me ha dado resultado lo que tengo. Me han ido bien las cosas y he querido estar cerca siempre”.
Acapara para sí varios récords absolutos en Series Nacionales de Béisbol, entre los más recientes los de hits e impulsadas, que lo llevaron a protagonizar, con 45 años ya, el acontecimiento deportivo del año en Sancti Spíritus este 2025.
“Esos récords son metas a las que uno va llegando con el paso del tiempo; por supuesto, mucho tiempo jugando, pero con unos resultados que han llevado a todos estos récords y diferentes marcas que he logrado. Y eso dice que el trabajo que he hecho durante todos estos años no ha sido en vano, deportiva y socialmente hablando. Creo que es el premio al sacrificio de tantos años que he pasado tratando de esforzarme e intentando llegar a la perfección de este deporte en el lugar que me he desarrollado, que es acá en mi país”.
Por sus aficiones pudo ser músico y hasta periodista o embajador, pero el cubano Frederich Cepeda Cruz eligió al deporte y este le compensó con creces la elección, el sueño, el derecho…
“No creo que tenga dotes musicales, pero me encanta la música y me gusta aprender de todo, converso mucho con las personas que he conocido en diferentes esferas de la vida, me gusta leer alguna información, escuchar entrevistas a personalidades que han tenido carreras exitosas en diferentes ámbitos, pero realmente siempre he amado lo que hago que es el deporte, el béisbol y, si volviera a nacer, de seguro sería beisbolista nuevamente.
“Esa es la carrera que he hecho toda la vida y amo más todos los días. Me siento agradecido con Dios y con la vida por haberme permitido jugar tantos años, independientemente de que sea aquí o allá, en el lugar que sea, me siento feliz con lo que hago y con eso creo que basta. Un ser humano cuando trabaja o hace lo que le gusta lo disfruta más y en ese caso estoy yo”.
Escambray Periódico de Sancti Spíritus











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