Cuando a Natalia le dijeron que el fin de semana iría al hotel Escambray, rápidamente pensó en la piscina que cada verano visita junto a su familia. Aunque tiene solo nueve años, ella no olvida los placeres del buen chapuzón. “Vengo todos los años junto a mi mamá y mi papá, pero ahora veo la piscina más azul que nunca y, lo mejor, hay pizzas”.
Como Natalia, son cientos los coterráneos y visitantes de otros territorios que acuden a este sitio en el municipio espirituano de Fomento para disfrutar un día en familia o con amigos.
Se trata de una instalación que exhibe una favorable imagen y se propone lograr un servicio gastronómico que satisfaga las demandas de los clientes.
“Durante este verano brindamos la oferta de piscina desde las 9:00 a.m. hasta las 6:00 p.m. a un precio de 100 pesos en moneda nacional por cliente. También tenemos abiertos el Snack Bar con bebidas y algunas ofertas de confituras, y el Rancho Arriba con saladitos, croquetas, chicharrones y empellas. En el restaurante mantenemos la oferta de almuerzos y cenas, siempre por reservación, con completas de comida que incluyen pollo y cerdo como principales platos”, afirma Félix Riverón, director de la Unidad Empresarial de Base Hotel Escambray, perteneciente a la Empresa de Comercio y Gastronomía de Fomento.
Después de haber sido sometida a un mantenimiento que la dejó como nueva, la piscina sigue siendo el principal atractivo de la instalación. Con capacidad máxima para 120 personas, ahora quienes eligen este sitio para un día de relajación cuentan con un nuevo servicio gastronómico: la parrillada criolla.
“Aquí ofertamos pizzas a 150 pesos, pollo frito, pollo asado, bistec de cerdo a la parrilla y lomo ahumado”, asegura el directivo.

Con 22 habitaciones disponibles, el hotel Escambray no está en condiciones de ofrecer alojamiento, debido a la situación electroenergética que vive el país.
“Tenemos todas las habitaciones listas, pero nos fue imposible ofertar hospedaje, sobre todo por causa del agua. Al no tener fluido eléctrico varias horas al día, se afecta el bombeo y esto atenta contra la higiene en las habitaciones”, explica Riverón.
Al indagar sobre si existe alguna proyección empresarial para revertir esta situación, que afecta también los ingresos, Yoan Yanes, administrador del hotel, informa que existe un proyecto de la Empresa de Acueducto para bombear agua a partir de la energía que proporcionan los paneles solares.
“Ya se encuentran montados hace unos meses, pero estamos en espera de la turbina y otros aditamentos que son necesarios para el abastecimiento de agua a todo el centro”, aseveró.
Mientras, los 62 trabajadores del hotel Escambray sortean no pocos obstáculos para mantener los servicios gastronómicos y de pasadía en la piscina, a la que suelen llamar con orgullo “la más azul y refrescante en el centro de Cuba”.
Aunque aún les queda mucho por superar, se empeñan para que los clientes tengan una estancia agradable, que les permita disfrutar este caluroso verano 2025.
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