Manaca Iznaga en el epicentro de un proyecto de cooperación internacional (+fotos)

La iniciativa prevé la rehabilitación de un edificio de alto valor patrimonial en el Valle de los Ingenios, que renacerá como un espacio para la gestión sociocultural en esta comunidad

La Oficina del Conservador de Trinidad y la ONG Arquitectura sin Fronteras han trabajado en varios proyectos de cooperación internacional. (Fotos: Luis Miguel Quevedo)

Espacios Manaca se concibe como un centro de gestión sociocultural con beneficios para toda la comunidad. En lo que fue la enfermería de esclavos de uno de los ingenios más famosos del Valle de los Ingenios, renace un edificio de gran valor histórico y patrimonial.

Como resultado de la colaboración entre la Organización No Gubernamental (ONG) Arquitectura sin Fronteras, de la demarcación de Andalucía, España, y la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios cobró vida este proyecto, que contribuirá a la educación, la sensibilización y la formación de capacidades de los habitantes del asentamiento rural.

Con tales argumentos, la iniciativa fue presentada a las agencias financiadoras internacionales y hoy cuenta con 725 640 euros para su ejecución, provenientes de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que posibilitarán la rehabilitación integral del inmueble.

La antigua enfermería de esclavos en Manaca Iznaga es un edificio de alto valor patrimonial en el Valle de los Ingenios.

Olga Dulce María Ormaechea Cazalis, arquitecta y responsable técnica para los proyectos con Cuba de esta ONG, sostuvo varios intercambios con especialistas de la Oficina trinitaria y con vecinos de la propia comunidad que será beneficiada por estas acciones.

Según Lisa Robaina Acosta, especialista de Cooperación Internacional de la institución, el edificio —con un alto valor patrimonial y parte de la ruta de las personas esclavizadas— requería una intervención capital, pero no se contaba con los fondos necesarios para acometer una intervención constructiva de tal envergadura.

“El espíritu de este proyecto no solo es recuperar el espacio, sino convertirlo en un medio para el trabajo sociocultural. Podrá comprenderse mejor el Valle desde ahí; la población interesada recibirá cursos de capacitación sobre temas afines a las actividades a las que dedican su vida; los niños tendrán espacio para consulta de libros y uso de computadoras; y se realizarán actividades culturales de todas las manifestaciones artísticas”.

Olga Dulce María Ormaechea Cazalis, arquitecta y responsable técnica para los proyectos con Cuba de la ONG Arquitectura sin Fronteras recorrió la obra.

En una primera etapa, con presupuesto de la Oficina del Conservador de Trinidad, se trabaja en la limpieza y consolidación estructural del edificio. Efrén Ortiz Amaró, jefe de obra de la mipyme Todo Madera comentó a Escambray que para estas labores se ha contratado fuerza de la propia comunidad, sobre todo jóvenes; y esperan incorporar nuevos brazos una vez que se incremente el ritmo constructivo.

Esta propuesta anda muy a tono con las nuevas exigencias ambientales y de sostenibilidad energética, pues incluye la instalación de paneles solares que podrían beneficiar incluso a los vecinos del poblado. Los vehículos asociados al proyecto serán igualmente eléctricos.

Ana Martha Panadés

Texto de Ana Martha Panadés
Reportera de Escambray. Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas sociales.

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