Un billete de entrada directa a unos Estados Unidos cada vez más herméticos ante la llegada de extranjeros. La Casa Blanca ya ha lanzado la página web donde realizar las solicitudes para la “tarjeta dorada de Trump”, que por el precio de un millón de dólares promete la residencia estadounidense en “tiempo récord”. “Un camino directo a la ciudadanía para todas las personas calificadas y verificadas”, escribía el presidente Donald Trump en Truth Social al anunciar el miércoles este pasaporte que solo se podrán permitir los más ricos.
Para solicitar la “tarjeta dorada” será necesario pagar una tarifa de 15.000 dólares, y una vez se haya realizado la verificación de antecedentes para comprobar que “el individuo beneficiará sustancialmente al país”, se podrá abonar el millón de dólares para obtener los papeles. También existe una versión corporativa para esta visa que permitiría a las compañías patrocinar a sus empleados pagando la misma tarifa inicial, pero en este caso el precio sería de dos millones de dólares por trabajador.
La pasarela de acceso rápido que promete este visado dorado subraya aún más el reverso de la política migratoria de la nueva administración, con la aceleración de las deportaciones de personas sin papeles. Una campaña que ya ha levantado ampollas entre agricultores y propietarios de restaurantes, que han denunciado la falta de trabajadores en el sector debido a las redadas de inmigración. El programa también coincide con la promesa del presidente de suspender la entrada de migrantes de países del “Tercer Mundo” y dar prioridad a los blancos sudafricanos dentro del programa de refugiados que va a recortar a un máximo de 7.500 personas.
Pero el Ejecutivo estadounidense no solo aplica mano dura a la inmigración que considera ilegal: la tarjeta dorada de Trump también contrasta con las nuevas trabas para la inmigración legal. En los últimos meses, el Gobierno Trump ha impuesto una tarifa de 100.000 dólares para los visados de los trabajadores cualificados ( H-1B) -uno de los modelos más usados en el sector tecnológico para reclutar talento alrededor del mundo-, así como ha anunciado que piensa recortar la duración de los visados de estudiantes y periodistas extranjeros.
En el caso de la prensa se quiere reducir la duración del visado a ocho meses, lo que da la oportunidad a la administración de revisar con mayor frecuencia el trabajo de los periodistas. La medida ha comportado críticas de uno de los mayores sindicatos de periodistas de EEUU, NewsGuild-CWA, que teme que pueda usarse como un mecanismo para coartar y tomar represalias contra voces que informen de manera crítica.
La última de las medidas enfocadas a estrechar la llegada de personas al país ha sido el anuncio de que la propuesta de que los turistas deberán compartir su actividad en redes sociales con el gobierno al tramitar su visado -conocido como ESTA-. En una propuesta publicada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU, el órgano plantea que los viajeros que accedan al país para una estancia máxima de 90 días puedan verse obligados a revelar su actividad en redes de los últimos cinco años, e incluso proveer datos biométricos como ADN o escaneo del iris cuando sea posible.
La revisión del contenido digital coincide con la posición que el Gobierno ha tomado durante los últimos meses, que ha establecido las publicaciones “antisemitas” como un criterio válido para denegar y retirar visados y permisos de todo tipo. Este 2025, la administración Trump ha revocado un total de 85.000 visas a ciudadanos extranjeros, entre ellas las de 8.000 estudiantes internacionales. Muchos de los visados retirados a estudiantes extranjeros fueron por participar en las protestas contra la guerra de Gaza.
Mientras aumenta la vigilancia sobre las opiniones en redes, y, por ende, sobre el posicionamiento político de los no ciudadanos, también han escalado los registros de teléfonos en los puntos fronterizos. En el último año, el personal de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) registró más móviles y dispositivos electrónicos en la frontera que nunca antes, según nuevas estadísticas publicadas por la agencia gubernamental. Las revisiones de teléfonos aumentaron alrededor de un 17 % durante los últimos 12 meses, con un pico notable en los últimos seis meses.
Las cifras, muestran que durante el año fiscal de 2025 -de octubre de 2024 a septiembre de este año- los agentes fronterizos realizaron aproximadamente 55.424 registros de dispositivos electrónicos. En el año fiscal de 2024 se llevaron a cabo aproximadamente 47.000 registros. Aunque el número de intervenciones sigue siendo pequeño, el aumento se produce en medio de la campaña de mayor vigilancia sobre los posicionamientos políticos de los extranjeros que entran en el país. A principios de año ya se reportó el caso de un investigador francés a quien le registraron el móvil y no dejaron entrar en Estados Unidos por tener mensajes críticos con Trump.
El clima que se está generando, sumada a las largas detenciones, provoca que muchas personas estén repensando la idea de viajar a Estados Unidos. Un estudio publicado en mayo por el World Travel & Tourism Council (WTTC) apuntaba que Estados Unidos está en vías de perder 12.500 millones de dólares en conceptos de viajes internacionales, lo que supondría que estos cayeran a 169.000 millones de dólares frente a los 181.000 millones de 2024. La proyección del descenso de visitas supone una caída del 22,5% respecto al máximo de gasto que hizo el turismo internacional en EEUU en 2019.
Escambray Periódico de Sancti Spíritus











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