Una ganadera farmacéutica

Por sus resultados productivos, Ana Julia Álvarez Rey es considerada como una de las expertas del país  en la crianza de ganado fino. Lleva en el rostro la blancura de los virtuosos. En ella se vislumbra ese carácter desenvuelto en el que en ocasiones parece una mujer muy seria, mas,

Por sus resultados productivos, Ana Julia Álvarez Rey es considerada como una de las expertas del país  en la crianza de ganado fino.

Lleva en el rostro la blancura de los virtuosos. En ella se vislumbra ese carácter desenvuelto en el que en ocasiones parece una mujer muy seria, mas, es solo la impresión, basta intercambiar unos minutos para darnos cuenta de que estamos ante una persona toda jarana y dispuesta a dar siempre lo mejor de sí a quienes la rodean.

A primera vista luce elegante, segura. Mientras la plática avanza se descubre inteligente, sensible y emprendedora. Ana Julia Álvarez Rey es de esas mujeres que no desligan una sola palabra de su trabajo y se siente cada día más realizada al enfrentar la crianza de ganado fino, una de las pocas féminas que se dedican a ese oficio en el país.

“A mí siempre me ha gustado el trabajo del campo y aunque me fui a estudiar como hace todo el mundo, regresé a mis raíces porque nací y me crié aquí y soy guajira de pura cepa, eso si que no me lo quita nadie”.

Graduada de Licenciatura en Farmacia en la provincia de Cienfuegos, comienza a laborar en Cárceles y Prisiones de Santa Clara y posteriormente en el hospital militar de esa propia ciudad, pero por problemas familiares tiene que regresar y asumir a tiempo completo las tierras de la familia.

“La muerte, primero de mi hermano y después de mi padre fueron dos sucesos muy difíciles para todos y sin pensarlo mucho dejé a un lado la farmacia que tanto quiero para regresar porque la tradición no se podía perder”.

Desde hace 14 años confirma que los oficios no distinguen faldas ni pantalones y a sus 47 abriles se mantiene como productora de la Cooperativa de Créditos y Servicios Mártires de Taguasco, enclavada en la comunidad de Jíquima de Peláez en el municipio de Cabaiguán, donde se encuentra inmersa de lleno en la finca Arroyo Hondo en la crianza de sus animales, unos 196, con razas tan diversas como el ganado racial cebú, el bermejo y el ovino peligüey.

En sus 4,75 caballerías de tierra no solo se divisa el bello paisaje, sino que desde allí la producción no es segunda de nadie con la entrega diaria de unos 70 litros de leche, aun cuando su ganado no es lechero sino racial, o lo que es lo mismo, sus animales se utilizan en mayor medida para la comercialización de carne.

Pero, su experiencia ganadera la ayuda a sobrepasar cualquiera de los planes que se proponga porque la voluntad y los deseos de hacer en ella vencen cualquier obstáculo.

“Tenemos como propósito entregar al finalizar el año alrededor de 19 000 litros de leche, aunque podemos aumentar la cifra al igual que las reses que tenemos como plan 25 animales, pero estamos en condiciones de entregar 30 o 31, además poseo en estos momentos otros 17 raciales en venta”.

Presidenta de la Sociedad Cubana de Criadores de Ganado para Carne en la provincia, participante en foros nacionales e internacionales como el Congreso Mundial de Ganadería efectuado en Panamá, y en ferias del cebú cubano en Sancti Spíritus y en el resto del país, son algunas de las responsabilidades de esta mujer que pierde su bondad característica cuando tiene que ponerse fuerte con sus bestias.

Por sus resultados es acreedora de una larga lista de reconocimientos entre los que se encuentran los Premios a la excelencia productiva Orgullo de Cuba en el 2011 y el Doctor Guillermo Leiva a la excelencia como productora individual, y otros lauros referidos a la crianza de animales cebú y el de la creatividad de la mujer en el medio rural.

Mas, a Ana Julia estos premios no la vanaglorian, “solo son un incentivo para seguir trabajando y buscar cada día más eficiencia”, dice.

¿Qué debe velar un buen ganadero?

“Cuidar mucho la calidad, estar siempre arriba de los animales, priorizar su comida para que la sequía no afecte la producción, es una labor muy minuciosa, pero hay que ser paciente, tener vocación, gustarle mucho”.

¿Es usted una farmacéutica ganadera o una ganadera farmacéutica?

“No, para nada, la farmacia me gusta mucho, pero la ganadería lo llevo en la sangre; es mi vida, y si volviera a nacer volvería a hacer lo que soy ahora porque no concibo estar separada de mis animales”.

Olver Castro Álvarez

Texto de Olver Castro Álvarez

Comentario

  1. Como decimos los GUAGIROS pues yo soy PINERO SE MANDA Y SE ZUMBA ESTA GRAN Y EXCELENTE MUJER TRABAJADORA como lo es ANA JULIA para mi entender son pocas las personas de ambos sexos de hacer semejante cambio laboral que para otra persona es sacrificio pero no lo es pues esto es tremendo amor a la FAMILIA y a la TIERRA donde uno nace por lo cual somos pocos los que podemos entender este sentimiento innato que pocas personas las logran entienden .lazaro izquierdo

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