Caso Alan Gross está en manos de Obama

Este martes ocho de abril circuló en Washington un comunicado de prensa donde se afirma que el agente Alan Gross, detenido en La Habana, inició una huelga de hambre días atrás. Veinticuatro horas después, lo respondió la directora del área Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina

Judy Gross, la esposa de Alan Gross le pide a Obama que ayude a poner en libertad a su esposo.Este martes ocho de abril circuló en Washington un comunicado de prensa donde se afirma que el agente Alan Gross, detenido en La Habana, inició una huelga de hambre días atrás.

Veinticuatro horas después, lo respondió la directora del área Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal Ferreiro.

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“Hemos conocido con preocupación”, empezó diciendo la funcionaria , lo dicho en el sentido de que el subcontratista de la USAID, Alan Gross, inició una huelga de hambre la semana pasada.

Recordó que este último, detenido desde hace cuatro años y cuatro meses, fue situado en un hospital, no porque su situación de salud lo hubiese requerido,  sino para garantizarle cuidados especiales.

Al mismo tiempo, Vidal reiteró la disposición de su gobierno a buscar en conjunto con Washington una solución al caso del señor Gross, aceptable para ambas partes.

Tal compromiso debe incluir, subrayó, las preocupaciones humanitarias de la isla sobre el caso de tres cubanos del grupo de los Cinco que de manera injusta llevan 15 años encarcelados.

La funcionaria añadió que Gross ha sido visitado por su esposa y su abogado, con quienes además sostiene comunicaciones  telefónicas y electrónicas, al igual que con otros familiares y amistades.

Asimismo se encuentra con él personal consular norteamericano y otros diplomáticos de su representación en La Habana, a la vez que recibe visitas de personalidades políticas y religiosas.

Gross, como se le probó exhaustivamente cuando lo procesaron  judicialmente, violó leyes cubanas y montó un programa subversivo que financió Washington bajo el pretexto de facilitar conexiones informativas a la comunidad judía.

Un periodista de el Nuevo Herald, Juan O. Tamayo, escribió este miércoles que Gross comenzó su huelga de hambre “tras enterarse de que la USAID podría haber empeorado su situación en Cuba”.

¿Por qué? Debido a lo revelado ahora en el sentido de que esta lanzó el recién descubierto sistema semiclandestino, tipo Twitter, “pocos meses después de su arresto en La Habana” como admite su abogado defensor, Scott Gilbert.

Casi al mismo tiempo, la revista Newsweek informó que un ex funcionario del Senado, Fulton Armstrong, le confió que, en 2010, él y su homólogo en la Cámara Baja, persuadieron a la USAID para que suavizara los programas “más agresivos” hacia Cuba para facilitar la liberación de Gross.

Añadió que cuando notificaron a funcionarios cubanos lo sucedido, estos opinaron que aceleraría las gestiones por la libertad de Gross”.

Pero miembros intransigentes de la USAID, aseguró Armstrong a Newsweek, “sabotearon el acuerdo”, y aquellas discusiones para conseguir su regreso a Estados Unidos se terminaron.

Finalizaba el año pasado cuando la revista Foreign Affairs citó una versión bastante parecida a esos argumentos de Armstrong sobre los esfuerzos para liberar a Gross.

A mediados de diciembre de 2013, Judy Gross, en diálogo con reporteros, estimó que ambas partes deben sentarse a negociar la libertad de Alan.

Después añadió: “altos funcionarios cubanos me dijeron personalmente que estarían dispuestos a negociar” sin condiciones previas, “pero nuestro gobierno no ha respondido”.

Judy cerró así su diálogo con los reporteros:  “… y por eso pienso que es tiempo de que el presidente Obama se involucre personalmente”.

Dicho lo mismo con palabras diferentes, que el caso de su esposo está en manos del jefe de la Casa Blanca.

Cubasí

Texto de Cubasí

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