Ajo con dientes de oro

El ajo no llena platos, tampoco necesita abogado; pero nadie discute que resulta insustituible si de dar sabor a la comida se trata. La zafra del ajo Su empleo no lo inventó la generación de turno, viene de épocas pasadas y sobran evidencias sobre sus propiedades y beneficios para reclamar

venta de ajos Sancti SpiritusEl ajo no llena platos, tampoco necesita abogado; pero nadie discute que resulta insustituible si de dar sabor a la comida se trata.

La zafra del ajo

Su empleo no lo inventó la generación de turno, viene de épocas pasadas y sobran evidencias sobre sus propiedades y beneficios para reclamar su presencia y, en términos financieros, su abaratamiento.

¿Acaso el ajo que se produce hoy en Sancti Spíritus tiene oro en sus dientes? ¿A qué obedece que un territorio con renombre en el cultivo haya caminado hacia el retroceso? ¿Por qué una cabeza que los cosecheros aseguran sale del campo a precios no mayores a los 2 pesos, el pueblo la tiene que comprar al doble y más?

En los escenarios de Banao y Cabaiguán que visitó Escambray convergen causas comunes que van desde la variabilidad climática, la falta de una estrategia que respalde al cultivo, la carencia de recursos, altos costos de producción, desestimulantes precios de compra, hasta un mercado informal capaz de abastecer de químicos a precios de ciencia ficción.

BANAO PERDIÓ SABOR

Otrora zona de renombre en el cultivo del bulbo, Banao casi se ha quedado colgado de la historia y la cosecha concluida semanas atrás da fe de la depresión productiva: se plantaron unas 30 hectáreas entre ocho productores de cinco cooperativas, según informa Juan Carlos Sicilia, director de la Empresa Cultivos Varios radicada en el lugar.

“Hace cuatro o cinco años se dejó de sembrar por la forma de comercialización, se pasó a comprar por quintales, así no le es factible al productor, esa cosecha lleva gastos”, refiere el directivo.

“Toda la vida el ajo se compró por unidades y en ristras y es como debe funcionar”, apunta Noelvis Oria Carballo, director de la Unidad Comercializadora Banao.

A criterio del productor Edel Ángel Pérez Díaz (Chichi), integrante de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Ramón Pando, el ajo de Banao tiene mejor calidad y dura más, pero es inferior en tamaño al que se cultiva en otros lugares, elemento que influye a la hora de comercializarse por su peso.

ajo banao

—¿Por qué está tan caro el ajo?, pregunta Escambray al cosechero.

“Hay muy poca producción y gusta mucho; el que se ha cogido este año en la zona es a pulmón, sin respaldo de productos y cuando la planta coge 80 o 90 días, que empieza a parir, hay que fumigarlo casi diario, porque viene la mancha y te lo acaba”.

“El deterioro de la semilla es lo más grave, por eso buena parte de lo que se produce está en esa función”, explica Juan Carlos.

 

CRITERIOS DESDE LA TIERRA

“El último contrato de semilla se hizo hace 15 años y actualmente un quintal de ajo para ese uso —puede incluir hasta 20 ristras— le cuesta al productor alrededor de 5 000 pesos; recursos químicos hace rato que no dan y es lógico que baje la producción”, manifiesta Héctor Castellano Salabarría, presidente de la CCS Ramón Pando.

“Esta planta para formar las hojas y después la cabeza necesita en una etapa temperaturas más bajas, algo que sucede poco últimamente y con la temperatura alta aparecen las plagas”, afirma José Ramón Pino, técnico de sanidad vegetal.

“La plantación de ajo no ha ido a cero, pero ha estado cerca, ha faltado una estrategia para mantenerlo en esta zona, porque cuando en Banao la cebolla empezó a decrecer se atendió la situación y se recuperó”, subraya el presidente de la CCS.

“Hay otros campesinos que han tenido interés en sembrarlo, pero tienen que comprar las cosas por fuera, la semilla, los productos químicos y un jornal en Banao —una mañana— vale 100 pesos, entonces vender el ajo pesado no cubre los gastos”, define el productor Ricardo Mursulí, de la propia cooperativa.

Mientras los productores paguen en la calle 2 500 y 3 000 pesos por un litro del insecticida Proclain, cuyo precio oficial por el Estado es de 281 pesos; o utilicen otro de uso casi obligado en esa cosecha como el Confidor al 70 por ciento, que un kilogramo vale por el Estado 822 pesos y en bolsa negra hasta 3 000, el precio del ajo coqueteará con las nubes.

EN SUELOS DE CABAIGUÁN

Sin el microclima que hizo famosa décadas atrás a la zona de Banao, varios lugares de Cabaiguán convirtieron el ajo en un cultivo que ya parece tradicional, tanto, que las 12 toneladas contratadas por la industria de conserva para la sustitución de importaciones se concentran solo en ese municipio; pero allí la cosecha también padece de riesgos y problemas.

Los productos entran poco y a destiempo, los campesinos de la CCS Sergio Soto para empezar la campaña 2014-2015 se prepararon con los recursos de la anterior, refiere Francisco Sánchez Pérez, vicepresidente de la cooperativa.

“Quieren hacerle el contrato al campesino entregando pocos productos y pidiéndole altos rendimientos; es una cosecha muy costosa y cuando el productor no la logra, como ha pasado, no pierde 20 pesos, sino miles”, expone Francisco Sánchez.

En la CCS Julio Piñero hay 14 campesinos que no sembraron en la cosecha 2014-2015 porque perdieron la anterior.

“Hubo quien sembró 250 ristras y no cogió nada, se enfermó mucho; es que los pocos insumos que dan no garantizan y el campesino tiene que morir con el garrotero, que no sé cómo, pero tiene los químicos que no llegan por la vía del Estado”, refiere Julio Morales, presidente de la cooperativa.

Idel Gil Coca, subdelegado de Cultivos Varios en el territorio, admite que hoy la cosecha está en el aire, no se había trabajado en una estrategia y el cultivo está muy susceptible a las plagas.

Añade que se ha decidido por el Ministerio de la Agricultura importar semilla para la campaña 2015-2016, y se trabaja para mejorar los precios de compra, mecanismo que comenzaría por el destino industria a fin de incentivar los encargos estatales.

Los sinsabores que vive la producción de ajo pasan por muchos ingredientes que exigirán atención y prioridad, semillas más resistentes, la solución al inconveniente de que los productos que importa el país llegan muchas veces al surco por la vía informal, y sobre todo, otorgar más prioridad a un renglón agrícola que resulta imprescindible en la cocina.

José Luis Camellón

Texto de José Luis Camellón
Reportero de Escambray por más de 15 años. Especializado en temas económicos.

2 comentarios

  1. jose rodriguez tienes toda la razon por eso la prensa cuando le decomisan a un particular tres pantallas planas en el areopuerto dicen que lo querian para lucrar a la poblacion pero esa persona los venden de la mejor calidad y de la mejor marca no mas de 800 dolares y el estado los vene de mala calidad y de una sola marca casi siempre la mas mala y lo vende al doble del particular entonces quien roba a quien . saque usted sus propias conclusiones .

  2. JOSE RODRIGUEZ

    El Ajo no esta caro, porque cuesta producirlo. Son los bajos salarios los que hacen casi imposible comprar ajo y mil productos mas. Mas caro estan todos los productos que vende el estado en las Shopping y la prensa calla. Miedo o silencio complice ?

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